Duelo de Espadas
Edmundo Dantés
Dos de los aspirantes a la candidatura del PRI al gobierno, Mario Montero Serrano y Javier López Zavala, han usado a sus respectivos medios y voceros, para tratar de generar artificialmente un escándalo político descalificando la plática que el miércoles pasado sostuvo el ex edil Enrique Doger Guerrero con el senador y precandidato del PAN, Rafael Moreno Valle Rosas.
Sin embargo, nada se ha publicado del encuentro que ese mismo día hubo entre varios Zetas en la casa de la diputada local del PRI, Bárbara Ganime, quien ya se alejó de su filiación valentista, pese a que le debe al titular de la SCT la curul que hoy ocupa, para promover abiertamente al proyecto Z entre sus correligionarios. Así es, la ex bartlista, ex melquiadista, ex marinista, ex dogerista y ex valentista ya se volvió zavalista.
Es necesario precisar que Bárbara Ganime organizó la comida en su casa el miércoles pasado, para comprometer a sus compañeros de bancada a que apoyen al proyecto Z y convenzan a sus correligionarios indecisos. La ex coordinadora de Enlace Gubernamental del ayuntamiento anterior escogió ese mediodía, porque en la tarde los legisladores tenían una cita con el dirigente formal del PRI, Alejandro Armenta Mier.
Los zetas se comprometieron a seguir tratando de adoctrinar a sus compañeros y a reforzar la cooptación de dos diputadas supuestamente opositoras, pero que en realidad son alfiles del proyecto Z: Carolina O Farril e Irma Ramos Galindo. También reconocieron que el ex regidor Jesús Encinas Meneses no ha logrado comprar a panistas importantes o a grupos numerosos de blanquiazules que accedan a sumarse a López Zavala y, en consecuencia, intentarán “seducir” a algún diputado panista.
Luis Alberto Arriaga se deslindó de Enrique Doger y, con ello, se desdijo de su desistimiento anterior, porque, en el encuentro con los demás diputados señaló que nunca se declaró dogerista, pese a que dicha etiqueta se la puso él mismo hace pocos días, cuando quiso desmentir sus críticas contra el ex edil y la organización que preside, el Indema.
Estocada I
Sería interesante que quien toma las decisiones en el estado defina quién manda en el PRI y en el DIF, porque entre los presidentes municipales priístas hay mucha confusión al ver que los delegados del sistema son impuestos por López Zavala, no por Arturo Hernández Davy.
El titular de Sedesol anda imponiendo no solamente a los delegados de esa dependencia en todos los municipios, sino que hace lo mismo con los representantes del DIF. Desde luego, los ungidos son “operadores políticos (léase mapaches)” que nada tienen que ver con el trabajo social, sin que Hernández Davy o alguien más del organismo ponga orden.
Además, mientras Alejandro Armenta Mier va a los municipios a pregonar ante los priístas que no hay línea, que no están cargados los dados, que la militancia leal será tomada en cuenta a la hora de conformar los órganos directivos y que la renovación de los comités municipales no serán impuestos por grupos de poder, los zetas se presentan ante los ediles con un discurso muy diferente.
Prueba de ello es que el viernes pasado, mientras en Ciudad Serdán Alejandro Armenta Mier pronunciaba su tradicional discurso sobre el respeto al partido, a la militancia y el rechazo al divisionismo y a las traiciones, a pocos kilómetros de ahí, en Acatzingo, los zetas, Guadalupe Ruiz, Isidro Camarillo y su hijo Nestor Camarillo, se presentaban ante los alcaldes de la zona para anunciarles que Z impondrá a los dirigentes del partido y que – supuestamente – cuentan con el aval de Armenta Mier para hacerlo.
El desconcierto de los ediles no solamente se debe a que no saben quién manda en el PRI, si Armenta Mier o López Zavala, sino también a que los zetas son conocidos entre la militancia por traicionar al partido. Así, Guadalupe Ruiz fue presidente municipal de Tlacotepec por el PVEM, mientras que los Camarillo están confrontados con los priístas de Cuapiaxtla Tlacotepec y Quecholac, ya que en la pasada contienda no apoyaron al partido.
Estocada II
Que uno de los regidores que no han pagado sus cuotas al PRI municipal es el Plomerito Gerardo Mejía, reconocido lugarteniente Zeta. Y no la ha hecho, dice, porque, él no es priísta.
Dos de los aspirantes a la candidatura del PRI al gobierno, Mario Montero Serrano y Javier López Zavala, han usado a sus respectivos medios y voceros, para tratar de generar artificialmente un escándalo político descalificando la plática que el miércoles pasado sostuvo el ex edil Enrique Doger Guerrero con el senador y precandidato del PAN, Rafael Moreno Valle Rosas.
Sin embargo, nada se ha publicado del encuentro que ese mismo día hubo entre varios Zetas en la casa de la diputada local del PRI, Bárbara Ganime, quien ya se alejó de su filiación valentista, pese a que le debe al titular de la SCT la curul que hoy ocupa, para promover abiertamente al proyecto Z entre sus correligionarios. Así es, la ex bartlista, ex melquiadista, ex marinista, ex dogerista y ex valentista ya se volvió zavalista.
Es necesario precisar que Bárbara Ganime organizó la comida en su casa el miércoles pasado, para comprometer a sus compañeros de bancada a que apoyen al proyecto Z y convenzan a sus correligionarios indecisos. La ex coordinadora de Enlace Gubernamental del ayuntamiento anterior escogió ese mediodía, porque en la tarde los legisladores tenían una cita con el dirigente formal del PRI, Alejandro Armenta Mier.
Los zetas se comprometieron a seguir tratando de adoctrinar a sus compañeros y a reforzar la cooptación de dos diputadas supuestamente opositoras, pero que en realidad son alfiles del proyecto Z: Carolina O Farril e Irma Ramos Galindo. También reconocieron que el ex regidor Jesús Encinas Meneses no ha logrado comprar a panistas importantes o a grupos numerosos de blanquiazules que accedan a sumarse a López Zavala y, en consecuencia, intentarán “seducir” a algún diputado panista.
Luis Alberto Arriaga se deslindó de Enrique Doger y, con ello, se desdijo de su desistimiento anterior, porque, en el encuentro con los demás diputados señaló que nunca se declaró dogerista, pese a que dicha etiqueta se la puso él mismo hace pocos días, cuando quiso desmentir sus críticas contra el ex edil y la organización que preside, el Indema.
Estocada I
Sería interesante que quien toma las decisiones en el estado defina quién manda en el PRI y en el DIF, porque entre los presidentes municipales priístas hay mucha confusión al ver que los delegados del sistema son impuestos por López Zavala, no por Arturo Hernández Davy.
El titular de Sedesol anda imponiendo no solamente a los delegados de esa dependencia en todos los municipios, sino que hace lo mismo con los representantes del DIF. Desde luego, los ungidos son “operadores políticos (léase mapaches)” que nada tienen que ver con el trabajo social, sin que Hernández Davy o alguien más del organismo ponga orden.
Además, mientras Alejandro Armenta Mier va a los municipios a pregonar ante los priístas que no hay línea, que no están cargados los dados, que la militancia leal será tomada en cuenta a la hora de conformar los órganos directivos y que la renovación de los comités municipales no serán impuestos por grupos de poder, los zetas se presentan ante los ediles con un discurso muy diferente.
Prueba de ello es que el viernes pasado, mientras en Ciudad Serdán Alejandro Armenta Mier pronunciaba su tradicional discurso sobre el respeto al partido, a la militancia y el rechazo al divisionismo y a las traiciones, a pocos kilómetros de ahí, en Acatzingo, los zetas, Guadalupe Ruiz, Isidro Camarillo y su hijo Nestor Camarillo, se presentaban ante los alcaldes de la zona para anunciarles que Z impondrá a los dirigentes del partido y que – supuestamente – cuentan con el aval de Armenta Mier para hacerlo.
El desconcierto de los ediles no solamente se debe a que no saben quién manda en el PRI, si Armenta Mier o López Zavala, sino también a que los zetas son conocidos entre la militancia por traicionar al partido. Así, Guadalupe Ruiz fue presidente municipal de Tlacotepec por el PVEM, mientras que los Camarillo están confrontados con los priístas de Cuapiaxtla Tlacotepec y Quecholac, ya que en la pasada contienda no apoyaron al partido.
Estocada II
Que uno de los regidores que no han pagado sus cuotas al PRI municipal es el Plomerito Gerardo Mejía, reconocido lugarteniente Zeta. Y no la ha hecho, dice, porque, él no es priísta.
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