viernes, 25 de abril de 2008

El Frente Mínimo Antizavalista


Tiempos de Nigromante Arturo Rueda

Dicen que los enemigos de tus enemigos, suelen convertirse en tus amigos. Algo así les ocurre a Rocío García Olmedo, Luis Alberto Arriaga, Jorge Ruiz, Pablo Fernández del Campo y Mauricio Hidalgo. Además de diputados priístas, comparten el hecho de ser segregados de su bancada por no ser fanáticos de Javier López Zavala. Tan segregados que no fueron invitados a la comida en casa de Bárbara Ganime, en la que el resto de la bancada decidió apostarse por el proyecto político del secretario de Desarrollo Social y Plan “A” del gobernador. Son, por decirlo de alguna forma, exiliados en su propia tierra. Por ello han decidido formar un frente común: el Frente Mínimo Antizavalista.
Salvo su segregación, los cinco priístas no parecen compartir muchas cosas en común, y mucho menos proyectos políticos. Jorge Ruiz es el único claramente dogerista y Rocío García Olmedo reconoce a su pastor en la persona de Mario Montero. Pablo Fernández del Campo, aunque originalmente identificado con Enrique Doger, no ha perdido oportunidad para desmarcarse del ex alcalde y mostrarse sumiso y obediente ante el marinismo, hecho que le hizo ganar la Comisión de Gobernación, que la que sólo atina a dar palos de ciego. Luis Alberto Arriaga también es señalado por voces interesadas como afín al dogerismo, recordando su paso por la Fundación Buap cuando Doger fue rector. Pero lo cierto es que hasta hoy no ha dado muestras de apoyar a alguien. Y Mauricio Hidalgo, el gran perdedor por el distrito de Tecamachalco, no es segregado por identificarse con alguna corriente, sino por haber cometido el grandísimo pecado de no aceptar su sacrificio para que Zavala pudiera ingresar al Congreso del Estado.
Contrario al discurso de Alejandro Armenta que busca privilegiar las elecciones federales del 2009 para después concentrarse en el 2010, veintiún diputados se reunieron la semana pasada en casa de Bárbara Ganime. El encuentro fue revelado por Edmundo Dantés en su columna Duelo de Espadas el martes pasado en los siguientes términos:
“Nada se ha publicado del encuentro que ese mismo día hubo entre varios Zetas en la casa de la diputada local del PRI, Bárbara Ganime, quien ya se alejó de su filiación valentista, pese a que le debe al titular de la SCT la curul que hoy ocupa, para promover abiertamente al proyecto Z entre sus correligionarios. Así es, la ex bartlista, ex melquiadista, ex marinista, ex dogerista y ex valentista ya se volvió zavalista.
“Es necesario precisar que Bárbara Ganime organizó la comida en su casa el miércoles pasado, para comprometer a sus compañeros de bancada a que apoyen al proyecto Z y convenzan a sus correligionarios indecisos. La ex coordinadora de Enlace Gubernamental del ayuntamiento anterior escogió ese mediodía, porque en la tarde los legisladores tenían una cita con el dirigente formal del PRI, Alejandro Armenta Mier.
“Los zetas se comprometieron a seguir tratando de adoctrinar a sus compañeros y a reforzar la cooptación de dos diputadas supuestamente opositoras, pero que en realidad son alfiles del proyecto Z: Carolina O Farril e Irma Ramos Galindo. También reconocieron que el ex regidor Jesús Encinas Meneses no ha logrado comprar a panistas importantes o a grupos numerosos de blanquiazules que accedan a sumarse a López Zavala y, en consecuencia, intentarán “seducir” a algún diputado panista”. Fin de la cita.
Barbara Ganime acepta que la comida sí se llevo a cabo. “Teníamos reunión por la tarde en el PRI y mi casa nos quedaba cerca”. No aclara el por qué de la exclusión a Jorge Ruiz, Rocío García Olmedo, Luis Alberto Arriaga, Mauricio Hidalgo y Pablo Fernández. “Quien pudo y quiso, fue y ahí estuvimos y nos reunimos”. Rechaza que se hablara de las aspiraciones políticas de Zavala, pero la duda queda por la segregación de sus cinco compañeros que por una u otra razón tiene como punto en común no alinearse en el bando del delfín.
Ambas comidas, la de Bárbara Ganime y la de los cinco segregados ayer en El Chimichurri, prueban que Alejandro Armenta corre ya el peligro de evidenciar su doble juego. Por una parte, detener a los aspirantes con los que no simpatiza bajo el pretexto de que primero está el 2009 y luego el 2010, para que, por otra parte, se alienten toda forma de organización alrededor del Proyecto Z. El objetivo es muy claro: frenar a los aspirantes incómodos y darle cancha abierta a Zavala para que pueda remontar en las encuestas.
Con su parcialidad evidente, Armenta lo único que logrará será poner en riesgo el 2009 y por supuesto el 2010. Y es que nadie se traga su discurso: la verdad es que ya todos están pensando en la sucesión de Marín. Zavalistas y antizavalistas. Dogeristas y antidogeristas. Nadie ve para cuando acabe el régimen marinista.

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