| La   Sierra Norte     
 La delincuencia   organizada ha penetrado en prácticamente todos los ámbitos y en los delitos   ambientales ha encontrado un nicho semilla, que les proporciona abundantes   recursos para la compra de complicidades que facilitan su impune operación. Chila Honey, es un   municipio Poblano, ubicado en la sierra norte, precisamente en la ladera   occidental del macizo serrano, colindante con el vecino estado de Hidalgo y   lugar donde opera el grupo delincuencial conocido en el mundo del hampa como   “la mafia de la magdalena” o como la bautizó Granados Chapa,   “la Sosa Nostra”. Dicha gavilla se ha   especializado en la tala clandestina, robo de tráilers   con mercancías, “ordeña” de ductos de Pemex, tráfico de seres humanos (polleros) y otras   actividades ilícitas, llegando hasta la sofisticación de poseer armamento y   logística que les permite interceptar comunicaciones y efectuar ejecuciones   selectivas. No es casual que en la región hayan “aparecido” los   famosos tambos de cianuro robados, que en el pasado reciente, generaron una   justificada alerta nacional.
 Para comprender a cabalidad el problema, demos un breve recorrido a la   historia de ese bello y rico jirón de nuestro estado: Chila   Honey, que fue fundada alrededor de 1850 por el   súbdito Ingles Richard Honey, quien contando con la   venia y concesión de Maximiliano y refrendado después por Porfirio Días,   emprendió las tareas de instalar la infraestructura del ferrocarril México-   Tampico, el establecimiento de un beneficio silvícola-forestal, la   fabricación de pinturas en Zacacuautla, una   fundición y la planta hidroeléctrica de la Trinidad. Honey,   con una visión integral, explotó los bosques con criterio visionario y   cuidando la reforestación. Concreto las instalaciones del ferrocarril pesado   hasta el pueblo de Beristáin y el ligero con tres   ramales, hasta Huahuchinango. En 1906, Richard Honey, se va de Chila Honey, quedando en su lugar Enrique Rubio, que con el   criterio de sustentabilidad, continuaría las   empresas que fundara el Inglés.
 Pasado el convulsionado periodo revolucionario, en 1935 compra, Arnulfo Gómez   Amaro, hasta que en 1948, es asesinado a mansalva, heredando a su hijo   Francisco Gómez García, quien continuara con la misma visión de sus   antecesores.
 Ante la prosperidad de Pancho Gómez, las ambiciones y envidias se desatan en   la región, ante lo cual, Pancho entra en un proceso depresivo, que padeció   desde 1975, hasta que es ejecutado a tiros en Tulancingo, Hidalgo, hace   cuatro años.
 Los Montiel y la familia Canales Templos, impulsan   y colocan en la presidencia municipal, con las siglas del PRI a Félix Cercas   Manillas, consolidándose así, la temible mafia de la Magdalena Acaxochitlan. Mientras esto sucede, la tala de madera se   incrementa, se pone en marcha un operativo de tierra arrasada, las   motosierras no paran ni de día, ni de noche, mientras tanto las autoridades   locales y regionales, padecen ceguera, sordera y amnesia.
 Ante estos atroces hechos, la gallarda indignación de nuestro compañero   dirigente de El Barzón en la región; Samuel Cruz Hernández, no se hizo   esperar. Denunció e increpó, tanto a los operadores de la depredación   forestal, como a los que él, en su papel de avecindado en el bosque y   observador presencial, consideró cómplices; las autoridades, regionales. La   respuesta que se obtuvo fue el asesinato de nuestro compañero, quien falleció   en septiembre del 2004, victima de un asesinato cruel, cobarde y artero, pero   también impune.
 La mafia de la Magdalena Acaxochitlán, sigue   operando en la zona, pero ahora la resistencia ciudadana, hace un valioso   contra peso, pero insuficiente, ante una gavilla armada y con poder económico   y político. “La Sosa Nostra” crece y se   fortalece política y económicamente a ritmo exponencial, controlando ya la   ruta de la México-Tuxpan, varios municipios y con relaciones en los gobiernos   estatales y en los Congresos Federales y Estatales.
 Nuestros bosques y el medio ambiente están en riesgo, los vientos alisios y   el oxígeno que en las ciudades respiramos, pasa y es procesado por la   naturaleza en los macizos serranos.
 Es necesaria mayor determinación de la ciudadanía y que el gobierno en todas   sus instancias, tomen en serio el problema del medio ambiente y no sea este   tema, solo materia de gasto presupuestal inútil y demagogia electoral.
 Así como también el combate a la delincuencia organizada, no sea selectivo,   pues en la actualidad y de acuerdo a los hechos, los malos gobiernos   diferencian a bandas asociadas a quienes protegen, de las bandas   “independientes” a las que sí combate. Eso es narcopolítica.   .
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