e-consulta: Rodolfo Ruiz R.
Aunque todavía no cuenta con nombramiento de secretario, un chiapaneco viene haciéndose cargo de la Secretaría de Organización del Comité Directivo Estatal del PRI.
Y junto con su jefe formal ha recorrido las cabeceras de los 12 distritos federales del interior del estado y participado en las reuniones que éste ha sostenido con los 145 presidentes municipales del PRI, los 26 diputados locales y los 2 diputados federales poblanos.
Se trata, como usted lo debe suponer a estas alturas, de un recomendado de Javier López Zavala, que antes de sumarse al “Proyecto Z” sudaba la camiseta de Víctor Manuel Giorgana Jiménez en los años dorados del melquiadismo.
Su nombre es Gerardo Pérez Marín, y antes de arribar al PRI, del brazo de Alejandro Armenta Mier, se desempeñaba como coordinador general de Oficinas Regionales de la Secretaría de Desarrollo Social (SDS), dependencia en la hizo una gran amistad con el subsecretario Juan Carlos Lastiri Quirós.
Producto de su esa estrechísima relación, que se prolongaba más allá de la oficina, en comilonas y parrandas de hasta dos días, le viene su apodo “El cara rajada” o “El scarface”.
Gerardo Pérez Marín es un desconocido para la militancia y los priístas locales, que siguen sin entender por qué las carteras más importantes del Comité Directivo Estatal se asignan a por gente venida de otras entidades y que poco o nada ha hecho por el partido en Puebla.
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