jueves, 10 de abril de 2008

Zavala regaló predio a narcoalcalde

  • Gobierno marinista le regaló un predio a narcoalcalde
  • Pruebas documentales revelan la relación entre López Zavala y Gil Campos
Cambio / Selene Ríos Andraca

Fue Javier López Zavala el que autorizó que las 60 hectáreas del predio La Galarza se le entregaran a Rubén Gil Campos, el primer alcalde mexicano detenido en Estados Unidos por la agencia antinarcóticos Drug Enforcement Administration (DEA)

Aunque reiteradamente Javier López Zavala ha negado cualquier vínculo con el narcoalcalde Rubén Gil Campos, pruebas documentales demuestran que en su calidad de secretario de Gobernación le regaló el predio llamado La Galarza, donde se ubica la empresa del edil con licencia, llamada Auténtico 5 de Mayo. Y en la que hasta hace una semana aparecía una barda proselitista a favor de Zavala y del propio Gil.

De acuerdo con el oficio DTT868/2006 de la Dirección de Tenencia de la Tierra —adjunta a la Secretaría de Gobernación—, López Zavala autorizó la entrega del predio para el primer alcalde mexicano detenido en Estados Unidos por narcotráfico. Pero, antes de la entrega del predio, el gobierno marinista había pagado 4 millones 620 mil pesos en tres pagos, consta en el anexo de Inversiones Públicas del Segundo Informe de Gobierno de Mario Marín Torres en la página 243.

Cambio publicó el 31 de marzo que el vínculo entre López Zavala y Rubén Gil, detenido en Estados Unidos el pasado 23 de marzo —consignado por La Jornada de Oriente— se debía a que el hoy secretario de Desarrollo Social le había entregado el predio La Galarza de seis hectáreas sin pago de por medio, bajo el argumento de que Gil Campos y Carlos Olamendi echarían andar un corredor comercial en la vieja maquiladora de coreanos llamada “Matamoros Garment” según lo publicó Milenio Puebla el 7 de abril en un reportaje de Jorge Machuca.

El predio La Galarza pasó a manos del gobierno marinista en 2006, cuatro años después de que la maquiladora de ropa marca Puma quebrara. A través de un contrato de usufructo y ocupación previa, la administración de Mario Marín se apropió del terreno por 30 años para entregárselo inmediatamente a Rubén Gil.

En el predio “La Galarza”, ubicado en la carretera federal Puebla-Izúcar de Matamoros en el kilómetro 61.8, Rubén Gil utilizó las cinco naves de la maquiladora para proyectar un corredor comercial a favor de los migrantes poblanos, empero, como ya Cambio lo consignó el pasado primero de abril, el inmueble está abandonado y la única nave útil es la que almacena media docena de botargas de un pingüinito, un pato y de personajes de Walt Disney.

El regalo de Zavala al narcoalcalde

El 26 de marzo de 2006, Víctor Manuel Mendoza Hernández, director de Tenencia de la Tierra, le avisó a Gil Campos que su petición de quedarse con las 60 hectáreas de La Galarza había sido aceptada por López Zavala y por el gobierno marinista.

“Que con fecha 26 de marzo del año en curso, previa autorización de la Asamblea General de Ejidatarios, el Ejido de La Galarza suscribió contrato de enajenación con el Gobierno del estado, respecto de la superficie antes señalada, y se comprometió a desincorporar el régimen ejidal mediante la adopción del dominio pleno, o en su caso la expropiación en caso de que no pudiera concluirse el primer trámite.

”Por lo anterior, le refrendo el compromiso del Gobierno del estado de Puebla, en el sentido de promover y realizar a través de esta Dirección, todos los trámites necesarios para agilizar el proceso legal relativo a la obtención del título correspondiente a favor de su representada, conforme a las leyes vigentes, condicionado al establecimiento de un centro de acopio y comercialización”, dicta el oficio publicado en Milenio Puebla (ver anexo 1 y 2).

Es decir, el gobierno marinista le cedió a Gil Campos 6 hectáreas con un costo de más de 4 millones de pesos bajo la condición de que lo hiciera un “centro de acopio y comercialización”, pero hasta la fecha el proyecto es inexistente.

De acuerdo al Anexo de Inversiones Públicas del Segundo Informe de Gobierno de Mario Marín Torres en la página 243, la Secretaría de Finanzas destinó 3 millones 342 mil pesos —los primeros dos pagos de tres— para adquirir el predio La Galarza.

El pretexto para arrancarle al erario ese dinero fue “Promoción Industrial” (ver anexo 3).

El anexo referido justifica el pago aduciendo: “Pago de adquisición de predio con una superficie de 18 000 m2, a favor del ejido La Galarza del municipio de Izúcar de Matamoros: un millón 386 mil pesos. Pago de adquisición de predio con una superficie de 24 000 m2, a favor del ejido La Galarza, del municipio de Izúcar de Matamoros.”

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