martes, 1 de abril de 2008

El Delfín

Protejamos al “Delfín”

Freaks -  Un clásico de lo grotesco

Zeus Munive/Cambio

 

Desde inicio de este año, cada movimiento estatal ha servido para dar una lectura sobre la sucesión. La semana pasada, con los llamados “cambios” en el gabinete —que no hubo tales, pero en fin— sólo se confirmó que ya inició el proceso de envejecimiento del sistema marinista que gobierna la entidad.


Aunque éste es en teoría el año en donde el gobernador acumula más poder, los movimientos sólo sirvieron para demostrar que está empezando a pensar en su sucesión, es decir, en escoger la calidad de la madera y tomar las medidas para hacer el ataúd en donde quedará sepultado, porque el tiempo es inexorable así como las traiciones en la política.


Y es que estos cambios sólo sirvieron para dar a entender que sólo uno podrá ser el elegido y ese elegido se llama Javier López Zavala. Marín al pozo y Zavala al gozo.


Zavala es el “Delfín” del marinismo, sin duda.


Los mensajes ya son claros.


Y con la estructura partidista y gubernamental será imposible competir con él, pues tiene ya todo a su favor.  Zavala usará SEDESOL con fines personales y partidistas.


Los presidentes municipales serán rehenes de las aspiraciones políticas del “súper secretario” y es que los recursos bajarán sí y sólo sí, si apoyan sin miramientos al abanderado del PRI a la gubernatura.


Aquellos alcaldes —de cualquier partido— que se nieguen o busquen otras opciones como Rafael Moreno Valle, simple y sencillamente no recibirán los apoyos de esta dependencia.


Zavala seguirá operando como el jefe del gabinete, porque Marín tiene la confianza depositada en él. Mario Montero sólo administrará la oficina de su antecesor.


Los voceros del marinismo, cual correo del zar, ya especulan y apuestan a que Enrique Doger, por ejemplo, sólo negociará sus aspiraciones en aras de proteger su cabeza y que jamás de los jamases llegará a ser el nuevo inquilino de Casa Puebla.


Los emisarios han mandado muchos mensajes en clave para amedrentar a Doger, como ocurre siempre que se inicia el proceso de sucesión.


Todo este tipo de movimientos sólo sirven para confirmar algo: Marín ya eligió y ese personaje electo es Javier López Zavala.


¿Qué significa? Que el gobernador sabe que sólo en el Proyecto Z puede confiar y que Mario Montero o Valentín Meneses sólo son sus compadres, amigos y cómplices que entenderán tarde o temprano por qué eligió al oriundo de Pijijiapan como el hombre fuerte del sexenio.


Algunos priístas serios y pensantes como Carlos Meza Viveros ya están empezando a denunciar todo este tipo de movimientos a fin de evitar dedazos que sólo llevarán a pérdidas y confrontaciones dentro del priismo:
“Pese a todo ello, vaticino que los cortesanos de mi partido, vitorearán las decisiones, de quien gobierna el Estado, quien empieza a darle la razón al sedicente delfín y vendrán los: ‘estamos contigo’; ‘la organización fulana considera que el único que puede gobernarnos es el elegido del señor...’, vamos, lo de costumbre (…)

 

Un General a quien el gobernador en funciones le pedía ser su sucesor, pese a ser de un estado ajeno, le respondió: ‘No señor gobernador, los ciudadanos de este estado me van a mentar la madre, qué no existe una mujer de este suelo, que no pueda parir a quien los pueda gobernar’. La anécdota viene al pelo, aunque mis detractores me tundan o me manden a tundir en los medios, por obra y gracia del sedicente ‘delfín’ (…)

 

Quién manda no es el elector, sino el elegido o ¿ustedes pensaban lo contrario?”


A tres años de gobierno la sucesión arrancó y ya hay favorito y ese se llama Javier López Zavala, mejor conocido como “El Delfín”, faltaba más.

 

 

Luchemos contra “Flipper


Flipper era una pésima serie de televisión que se transmitía en el canal 5  y en el canal 3 de Puebla en los terribles años ochenta. Flipper era un delfín cursi y mamila que era apoyado por un chamaco de pelos güeros que todavía era peor que el pinche delfincito mamila.


Y esto viene a colación porque mientras Enrique Doger ayer hacía un acto de magia en donde se destapaba y a su vez no se destapaba a la gubernatura, habló del delfín como si él fuera un atún enamorado.

  

Otro delfín, pero ahora panista


Que Bernardo Arrubarrena va solo al comité municipal y eso es porque los grupos internos panistas nada tontos observaron dos cosas: primero que estar un año al frente de ese partido en la ciudad no sirve de nada y dos: el control del padrón se le salió de las manos.


Es decir, el próximo comité va a estar de verdadera hueva o mejor dicho de huevísima. Además sólo se elegirá al presidente por lo que se trabajará con la estructura que dejó Jorge Ehlinger.

Es decir de muchísima hueva.


Y sobre todo porque serán, para variar, las viejas y anquilosadas prácticas del panismo poblano con las viejas y anquilosadas familias poblanas que dirigen a este partido.


Sí, esas que siempre huelen a naftalina.

 

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