jueves, 10 de enero de 2008

El correo de los muertos corren rápido

La hora de los cambios se acerca

 

Los meses de enero y de febrero van a ser claves para el futuro de la seguridad pública del estado, los relevos en áreas importantes de procuración y administración de justicia, además de prevención del delito, van a marcar la pauta de cuál va a ser el futuro de los poblanos con relación a la seguridad de sus vienes y de su propia vida.

Los cambios que van a registrarse ya son casi anunciados.

Un posible relevo en el principal cargo de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) va a ser detonante de ajustes de cuentas y de la estrepitosa caída de servidores públicos que han utilizado su cargo para satisfacciones personales y enriquecimiento y no para servir a los poblanos.

La procuradora Blanca Laura Villeda Martínez ya debe de estar enterada de su futuro a partir del tercer informe de gobierno de Mario Marín Torres.

El desayuno navideño que sostuvo con reporteros fue suficiente para una eventual despedida, la procuradora se notaba triste y nostálgica.

No era la misma Villeda Martínez que al tomar el cargo de titular de la PGJ rehuía a los reporteros, en esta ocasión reconoció el quehacer de la información, dando inicio a una “operación cicatriz” que terminó en un “borrón y cuenta nueva”.

Las expectativas de la actual procuradora son muchas, destacan cargos en la administración de justicia.

El exilio por el momento no está en su diccionario, aunque aún nada está dicho, alguien decía que Villeda Martínez tenía más vidas que un gato.

Los cambios que podrían gestarse a la salida de la procuradora serían en áreas específicas de la institución, las dos direcciones de averiguaciones previas, por ejemplo, además de algunos departamentos de la Policía Judicial del Estado (PJE), la ayudantía general uno de los ejemplos, la novena comandancia, otro más.

Por cierto la Fiscalía Anticorrupción debería llamar a cuentas al comandante Mustre, para que informe que hacen con los 100 pesos que cobran por vehículo revisado en los tianguis de venta de automóviles usados.

Se supone que la revisión de vehículos es gratuita, sin embargo los agentes bajo las órdenes de este servidor público cobran hasta 200 pesos por checar si los automóviles que están a la venta tienen o no reporte de robo, parte de ese dinero va a parar a los bolsillos de Mustre y ni quien le diga nada.

Con decirle que a nadie le importa que su departamento no dé los resultados que se esperaban, pese a que el territorio poblano es un centro de operaciones de importantes bandas de ladrones de vehículos.

Estos servidores públicos y otros más cuyos datos están en el tintero van a ser perjudicados si la procuradora, a quien han engañado vilmente, se retira.

El que la suceda en el cargo deberá hacer una “limpia” general de este tipo de lacras.

La moneda sigue en el aire.

 

 

Un caso concreto de corrupción en la PGJ

Ocurrió el 28 de diciembre pasado, los elementos de la Policía Judicial del Estado (PJE), Alejandro García González y Oscar Galindo Chavarría se confabularon con uno de sus “madrinas” para entrampar a dos presuntos vendedores de cocaína, la intención no era la de detenerlos, sino de privarlos de la libertad para extorsionarlos.

Para la tarea de corrupción los agentes enviaron a su “madrina”, quien se hizo pasar como cliente y citó a los dos vendedores para que le vendieran dosis de cocaína, para tal efecto este personaje, que conoce todos los movimientos y claves de “narcomenudistas” citó a los vendedores en algún punto de la ciudad de Puebla.

Al momento de que se concretaba el negocio de compra y venta de droga, los agentes hicieron su aparición, golpearon a los sospechosos y los obligaron a abordar el vehículo oficial que los transportaba, pero no los llevaron de inmediato a las instalaciones de la PGJ, sino que comenzaron a pasearlos amenizándolos con remitirlos ante el Ministerio Público federal, la evidencia que ellos tenían en su contra era suficiente como para dejarlos unos cinco años en prisión.

Los agentes lograron comunicarse con los familiares de los detenidos y les solicitaron la suma de 20 mil pesos para ponerlos en libertad, les dieron de plazo dos horas para que reunieran el efectivo o de lo contrario los iban a entregar ante las autoridades correspondientes, se trató de un secuestro institucional.

Los familiares lograron reunir 10 mil pesos, ese dinero no les bastó a los agentes y la amenaza fue más severa, además de remitirlos por posesión de droga con fines de venta, les iban a inventar otros delitos, la cifra no estaba a discusión, ellos querían 20 mil pesos.

La familia de estos dos sospechosos por delitos contra la salud decidieron acudir a otro grupo de la misma PJE, el motivo es que existía el temor de que Alejandro García González y Oscar Galindo Chavarría no eran judiciales y que sólo los estuvieran extorsionando, pero la realidad era otra, sí eran agentes en activo.

El primero en ser detenido por el segundo grupo de agentes fue “el madrina”, éste les dijo que sus jefes, antes nombrados, no era la primera vez que extorsionaban a un vendedor de alcaloides, incluso que él era el encargado de poner las trampas que les iban a dejar considerables sumas de dinero.

Como consecuencia los agentes también fueron detenidos y presentados a la Dirección de Averiguaciones Previas y Control de Procesos Metropolitana Norte, en su caso se inició la averiguación previa 299/2007/DMZN, mientras que en el caso de los dos presuntos vendedores se inicio el expediente AP/287/2007/DMZN.

El resultado de la investigación usted lo debe adivinar antes de terminar de leer estas líneas.

Los agentes fueron exonerados e incorporados a su trabajo, los dos vendedores fueron enviados a la Delegación Estatal Puebla de la Procuraduría General de la República, como presuntos responsables de delitos contra la salud.

Pero qué le comentó, que en las investigaciones federales resultó que los dos agentes y su “madrina” estaban implicados en una transacción de compra y venta de droga y lo más elemental es que también los van a llamar a cuentas.

Al final fue bueno que no los despidieran, la justicia federal los tiene a su alcance.

 

 

Los cambios en Seguridad Pública del estado

Otros cambios se avecinan en la Secretaria de Seguridad Pública del Estado

El cargo del general Mario Ayón, como titular de la Seguridad Pública del estado pende de un hilo.

La salida del general Ayón podría reconciliar a las fuerzas de seguridad pública con el gobierno estatal, lo segundo sería un incremento salarial, ambos están listos.

El también general Sergio Ayón, actualmente coordina la seguridad nacional del sur y centro del país, entre el que se encuentra Puebla, no sería extraño que los dos consanguíneos se agrupen para dar un frente más sólido, militarmente hablando.

Lo que sí va a ser difícil es que corporaciones como la Policía Estatal Preventiva vuelvan a aceptar como mandos a militares, luego de que a lo largo de la administración de Mario Ayón y del otrora general, durante la administración de Melquiades Morales Flores, los policías fueron tratados como sirvientes, no recibieron ningún apoyo de sus mandos y los relegaron al grado de que no les permitían que ni siquiera los vieran de frente. Les llamaron “apestosos”.

Con la salida del general Mario Ayón, el grupo de “Los Generales” saldría de puntitas y a la calle y se dejarían en claro una serie de abusos, además de acosos sexuales, amén de que muchas de las oficinas dejarían de destilar alcohol, además de que los mandos en las filas de la policía uniformada, al no ser de la milicia, tendrían más contacto con su personal.

 

 

La Secretaría de Seguridad Pública de la comuna en la agenda de cambios

Otros cambios en materia de seguridad pública municipal se avecinan con la llegada de Blanca Alcalá al ayuntamiento de Puebla.

El cargo principal que está en juego es la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, el actual director Rolando López Villaseñor podría repetir, sin embargo sus aspiraciones van más arriba.

El quehacer laboral de López Villaseñor se centra en la persecución de delitos federales y el trabajo político a nivel nacional, sus aspiraciones van a más allá de repetir en la dependencia.

La silla de secretario está destinada para otro experimentado en materia de persecución del delito, se trata de Jesús Morales Rodríguez, actual director de Seguridad Pública del estado de Puebla.

Morales Rodríguez “acarició” la posibilidad de ser el subsecretario de Seguridad Pública del estado, pero la nueva invitación es más convincente, se trata de la seguridad de los habitantes de la ciudad de Puebla y de manejar el grueso del personal de la Policía municipal Preventiva, de Transito Municipal, de los grupos especiales y de otra gama de departamentos reservados.

Jesús Morales ha ocupado cargos importantes como: la Dirección de la Academia Estatal de Fuerzas de Seguridad Pública del estado de Puebla; la Dirección de Tránsito y Policía Montada de Atizapán de Zaragoza del Estado de México; apoderado legal de Ferrocarriles Nacionales de México en liquidación en los estados de Puebla y Tlaxcala; subadministrador de Logística del Estado Mayor de la Inspección Fiscal y Aduanera; subadministrador de Operaciones del Estado Mayor de la Policía Fiscal Federal, creador y comandante del Grupo Especial de la Policía Fiscal Federal; subdirector del Instituto de Capacitación y Formación de la Procuraduría General de Justicia de Puebla; subdirector de la Policía Preventiva del Estado; entre otros. En otras palabras, con la experiencia necesaria para ocupar el cargo, además de la simpatía de la presidenta municipal electa.

Hay otros interesados en esa secretaría, Manuel Méndez Marín, por ejemplo, él fue director de la Policía Judicial del Estado durante nueve años, intentó ser notario público pero no pudo, actualmente trabaja en la comuna con cargos menores pero cerca del poder, en espera de un golpe de suerte.

Hay quienes recuerdan al abogado Méndez Marín como jefe de los judiciales, a algunos les gustaría que regresara a las filas del poder policiaco, otros, sino es que muchos, tratan de olvidarlo, pero Méndez Marín sigue presente, a la espera.

 

 

La CDH y El Pescado

La Comisión de los Derechos Humanos (CDH) tiene en su poder la denuncia que Modesto Alejandro Gutiérrez Hernández “El Pescado”, hizo por escrito en contra de una red que se dedica a la distribución de alcaloides y que tiene sus orígenes en las filas de las corporaciones policiacas.

“El Pescado” argumenta en su denuncia que su permanencia en el penal de San Miguel, primero como sentenciado y actualmente como procesado, por el mismo delito, obedece a venganzas entre mafiosos y policías, y que él es inocente de todos los cargos, incluso sostiene que sus detenciones ocurrieron al margen de la ley, que se violaron sus derechos humanos

En un croquis, también escrito a mano, da nombres de secretarias del Ministerio Público, de un exagente del fuero común, además del dato de Carlos Loaiza “El Delfín”, como el jefe principal de toda la red y los datos de otros servidores públicos como los vinculados en delitos de tráfico de drogas.

Lo malo de su escrito es que la mayoría de los nombres de servidores públicos estuvieron relacionados en varias de sus detenciones, primero por robo calificado, luego por delitos contra la salud, la tercera detención también fue por posesión de drogas y hasta fue sentenciado y actualmente la misma felonía lo mantiene “a la sombra”.

Los visitadores que tienen a cargo investigar la queja y la denuncia de Modesto Alejandro, ya tomaron la declaración de los policías que fueron señalados por el procesado por delitos contra la salud, como los jefes de organizaciones criminales, todos estos uniformados son elementos condecorados, con constantes cursos de profesionalización y adiestramiento, que el único problema que tuvieron fue toparse con Modesto Alejandro y detenerlo, siempre en prevención del delito.

La misma comisión ha solicitado que se investigue la denuncia, “valientemente denunciada”, dice el expediente, por Modesto Alejandro Gutiérrez Hernández.

Quienes recuerdan a “El Pescado”, lo visualizan trepado en patrullas tanto de la Policía municipal como Judicial, llegando a las casas donde se vendía droga, todas ellas ajenas a la banda que representaba.

Lo recuerdan pateando las puertas de las patrullas y mentándole la madre a los uniformados que antes habían recibido de sus manos sobornos que iban de los 200 a los 500 pesos.

Muchas historias oscuras se ciernen tras “El Pescado”, historias de maltrato, de traiciones, de contubernios.

Actualmente este personaje, además de enfrentar otro proceso por delitos contra la salud, se encuentra integrado en un grupo de internos, todos por la misma felonía, que sostienen que sus detenciones fueron un abuso, por esto mismo la CDH intervino para investigar lo ocurrido y fue cuando se dio la denuncia, denuncia que le va a acarrear otros problemas como más denuncias en su contra, ahora por difamación y calumnias.

“El Pescado”, desde el interior del penal, pactó con Carlos Loaiza “El Delfín”, de olvidar afrentar y formar un grupo especial para tomar venganza contra quienes los detuvieron y para tener el control en el Cereso de San Miguel, sin embargo en la denuncia que presentó por escrito traicionó de nuevo a su compañero de felonías.

Luego entonces ¿quién cree en “El Pescado”, sus historias de felonías y traiciones aún no terminan.

 

El correo de los muertos

 

Por corruptelas van a liberar a un delincuente

“Estimado señor Ponce de León, de antemano agradecemos su atención prestada a esta carta y pedimos el beneficio del anonimato con el fin de denunciar a su amplio público, que sigue sus acertadas notas, que los que suscriben somos coprocesados en diferentes causas penales en esta ciudad de Puebla con el señor Carlos Alberto Cerezo Fernández, quien es el único culpable y jefe de una banda de roba autos y el cual nos ha inmiscuido en diversos delitos y por los cuales nos han sentenciado; mas sin embargo este criminal siempre ha salido bien librado y sabemos que en recientes fechas por un trato que tiene con las autoridades judiciales va a salir absuelto de su último delito, razón que nos parece injusta pues a nosotros se nos ha condenado siendo que no tenemos nada que ver. Rogamos su ayuda para que se haga justicia y se castigue, investigue a las autoridades que los han ayudado a seguir impune, por su atención gracias.”

 

Nos vemos cuando nos veamos

ponchoponce@hotmail.com

 

 

  Comentarios a Alfonso Ponce de León: aponcedeleon@intoleranciadiario.com

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