Las tripas del SNTE (II)
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Continúa y termina la información sobre las entrañas podridas de la sección 51 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE):
“Cirilo Salas Hernández, quien funge como secretario de Organización, a decir de sus propios contrincantes, es un tipo corrupto que amparado en su institucionalidad defiende a ultranza el proyecto nacional de esa monstruosa mujer llamada Elba Esther Gordillo; también, pese a ser sabedor en algún tiempo de los tropiezos y desatinos financieros de la ex líder sindical Leticia Jasso Valencia, la defendió como López Portillo al peso, y qué decir del actual dirigente Gustavo Espinosa Vázquez, a quien se ha tildado de ser nefasto, corrupto e inepto; Salas Hernández sólo ve que todo es de color institucional.
“De Arturo Hernández Hernández, la opinión al interior de la sección 51 es que bien se le podría sobrenombrar el “Rasputín del magisterio”, pues sus insidias e intrigas siempre tienen eco en el tibio y manipulable Gustavo Espinosa Vázquez, que accede a todas sus peticiones y caprichos, pues Arturo Hernández ha hecho gala del poder en segunda mano, pues para muestra de ello es el nepotismo con el que actúa al haber hecho directores con todo y clave a su sobrino Artemio Hernández y a su pareja sentimental Rita María Castillo Crisantos.
“El primero sacándolo directamente de grupo y la segunda con el afán de que le siga operando suciamente desde las escuelas que domina; Arturo Hernández también logró amasar dinero con el propósito de encumbrarse, gracias a la venta de plazas y cambios de adscripción que le opera un profesorcillo que responde al nombre de Rigoberto Cárcamo Guzmán y desde luego con la anuencia del timorato Gustavo Espinosa Vázquez.
“Otro aspirante (a la Secretaría General de la sección 51 del SNTE) es el llamado “Cacique del Sur”, quien desde la trinchera de la Secretaría de Préstamos se dedica a cobrar significativas comisiones por concepto de préstamos especiales y se dice también que gozando de su influencia consiguió un préstamo hipotecario para procurarle departamento a su dizque segunda mujer allá por la entrada a la ciudad de Atlixco.
“Además, el profesor Félix Castillo Sánchez, a decir de mentores que en su necesidad llegan a la Secretaría de Crédito, reciben el servicio que por derecho les corresponde, no sin antes ser coaccionados para ser promotores de Castillo Sánchez para ocupar la Secretaría General, según él con el apoyo del también nefasto ex líder Guillermo Aréchiga.
“Lo aquí descrito sirva para generar conciencia y considerar qué es lo que el magisterio poblano anhela”.
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