Dos Correos del Bar. 1. “Soy una trabajadora del sistema estatal DIF, y en especial de la subdirección alimentaria, desafortunadamente desde la salida del Lic. Miguel Martínez todo cambio, pues después llegó un señor que lo único que hizo fue matar a un pobre hombre en la carretera, después llegó un muchacho que solo duró un par de días, pues este puesto ya estaba destinado al secretario privado de la señora Margarita García de Marín, ¿que merito tiene? pues ser el chismoso del DIF, él lleva y trae todo los chismes y los que no los inventa con tal de quedar bien con las señoras García de Marín y Escalante de Mendoza, pero el pobre no tiene la menor idea de cómo se maneja esta oficina y hay mucha gente que no recibe sus despensas a tiempo porque el señor no firma las peticiones a tiempo, además se le ocurrió la grandiosa idea de entregar despensas al personas del DIF, como si no hubiera mucha gente que verdaderamente lo necesita.
“Pero bueno aquí está el verdadero negocio, por eso la señora Escalante lo puso aquí, pues esta subdirección maneja el 70 por ciento del presupuesto de la dependencia, ¿se imagina el dinero que se queda en sus bolsillos? Si tontos no son…”.
Y 2. ”Estimado Mario Alberto: En tu columna de hoy (viernes 4), hiciste una apoteosis increíble del periodismo poblano.
“Lo más triste de todo esto es que la población aceptamos como siempre y así lo ha consignado la historia que somos más dados a la traición y a la compra de nuestras conciencias, que a cuestionar.
“No tienen la culpa los poderosos en turno, pues es bien sabido, que como buenos poblanos, nos gusta hablar y criticar por la espalda, por abajito, y somos aduladores y mentirosos en directo.
“La corrupción es parte de nuestra vida, no importa que en el café, en una reunión con amigos, en la familia, hablemos y mentemos madres contra el gobierno, ya que a la primera oportunidad de tenerlos frente a frente, nos inclinamos y hacemos las reverencias necesarias para ser saludados por los serenísimos y excelsos señores del poder.
“Para acabar pronto, aunque sea nauseabundo, somos mas dados a besar los guevos del poder, que después como las bulímicas, aprendemos a vomitar, y aunque se nos destroce el cuerpo, vivir con el estómago enllagado, la piel enjuta y amarilla, las articulaciones deshechas y descalcificadas por estas acciones y terminemos enfermas de cuerpo y alma, todo esto dolor se soporta a luchar por vivir de forma sana.
“¿Acaso somos víctimas de la violencia del gobierno como pueblo?
“¿O realmente somos propiciadores de esta violencia por nuestra cobardía histórica?
“¿Quién es mas culpable, el que la hace o el que la permite?
“¿Quién es mas culpable, la puta o el que la compra?
“Saludos.
“Carmen Serdán”.
La Quintacolumna
de Mario Alberto Mejía
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