Ricardo Morales Sánchez - Serpientes y Escaleras
Tuvo que ser necesario que un analista político descubriera un anuncio puesto en el aviso oportuno del Universal para que los poblanos supiéramos la verdad acerca de la reserva territorial Atlixcáyotl, y sobre todo sobre las 18.7 hectáreas que aún quedan de lo que debió ser el parque metropolitano.
Gracias a esto nos enteramos de que en realidad estas tierras no se le entregaron a Ricardo Henaine en comodato, sino que fue una donación realizada en el último año de la administración de Melquiades Morales Flores.
Nadie, absolutamente nadie, se había enterado de esta transacción, ya que originalmente Melquiades Morales siempre dijo que se le había entregado este espacio en comodato al empresario poblano.
¿Qué le costaba a Melquiades Morales haber hecho el anuncio? ¿Por qué nunca lo dijo? ¿Qué buscaba ocultar el exgobernador al no hacer pública la transacción?
Aunque hoy se diga que nunca existió la intención de poner en venta los terrenos en donde se ubica Valle Fantástico, lo cierto es que la pasada administración actuó en torno a este tema con una sospechosa opacidad.
La reserva territorial compuesta por mil 81 hectáreas, las cuales se expropiaron en 1992, cumplió sólo a medias con el propósito para el cual se le arrebató estos predios a sus legítimos propietarios.
Según el proyecto original, el 48.1 por ciento de toda la reserva territorial —es decir 520.2 hectáreas— estaba destinado para uso habitacional, el 24.3 por ciento sería empleado en el desarrollo de vías de comunicación (263.3 hectáreas), el 21.1 por ciento a equipamiento urbano (228.19 hectáreas) y sólo 6.4 por ciento (69.70 hectáreas) para uso comercial y de servicios.
Misteriosamente, en 1997, el porcentaje destinado a uso comercial se incrementa al doble de lo previsto, pasando del 6.4 por ciento al 12.2 por ciento. En tanto, el territorio destinado a vivienda se reduce en un 5 por ciento, quedando en 43.1 por ciento, y se aumenta en un 10 por ciento lo proyectado para el desarrollo de vías de comunicación.
La inauguración del Centro Comercial Angelópolis, constituye un “boom” en el desarrollo de la zona, la cual se inunda de comercios, restaurantes, hoteles, concesionarias de autos, entre otros giros.
Posteriormente siguieron más modificaciones y, en teoría, la reserva ecológica quedó en el 14.8 por ciento, mismo que nunca se respetó, ya que sólo queda la tierra destinada al jardín del Arte y las 18.7 hectáreas del parque metropolitano. Insisto, la reserva territorial es el origen de la riqueza de muchos exfuncionarios y desarrolladores inmobiliarios.
laserpientesyescaleras@hotmail.com
Ricardo Morales Sánchez
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