Javier López Zavala le está apostando a una estructura invisible.
El supuesto ejercito que le están formando al Secretario de Desarrollo Social, no existe, es invisible, es como el supuesto traje de telas finas que le vendieron al rey soberbio. Ambos fueron “manufacturados” para saciar la ambición y necedad del vanidoso protagonista. “El ejercito” –al igual que el traje – es un invento de la gente cercana a Zavala, que saben que pagaría lo que fuera con tal de tener un ejército invencible para estrenarlo el día de la elección (como el rey estrenaría su traje el día del desfile). Soldados si hay, son reales, esos sí existen (como en efecto existen telas finas), lo que no existe es un ejercito a las órdenes de López Zavala. Como tampoco hubo un ejército defendiera a Montero cuando no le dieron la candidatura en el 2001, como tampoco hubo un ejército que defendiera a Moreno Valle cuando era Secretario de Finanzas y repartió “N” cantidad de recursos.
Sin embargo, eso parece no importarle mucho al soberbio Zavala, él está convencido que esos espejos reflejarán otra cosas cuando él se pare enfrente. Lo triste será cuando llegue el día del desfile y caminando desnudo comprenda que todos tenían razón.
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