Ya está más que cantado. El Partido Revolucionario Institucional en Puebla ha decidido declararle la guerra al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, lo que términos prácticos significa enfrentarse a la superpoderosa Elba Esther Gordillo. Los tricolores llevaron a cabo la provocación máxima, la más ofensiva para la representación sindical de mayor peso en la política nacional: sumar al enemigo. Y es que la integración de Roberto Juan López Torres- profesor considerado como el líder vitalicio del SETEP- a la planilla de regidores de Blanca Alcalá, cayó como una auténtica mentada de madre en las filas de las secciones 23 y 51 del SNTE. Sí, con esta medida se garantiza que ahora sí, la totalidad de los maestros afiliados a este sindicato operarán para evitar un triunfo de la candidata tricolor el próximo 11 de noviembre.
La "brillante" decisión de la cúpula priista transformó lo que debería de ser una contienda de tipo político en un enfrentamiento abierto de representación gremial, en donde por cierto llevan todas las de perder. Así, los maestros que no estaban seguros de seguir la línea de su dirigencia de apoyar a los candidatos del PANAL ahora harán todo lo posible por no fortalecer a un sindicato opositor facilitándole la obtención de posiciones políticas para sus líderes. Es una cuestión de supervivencia que sin duda agradecen los candidatos de Nueva Alianza.
En el colmo de la paradoja, en los últimos dos años, el gobierno del estado, un gobierno emanado del PRI, se ha encargado de fortalecer al SNTE con negociaciones salariales muy superiores a las obtenidas en el resto de los estados de la República.
Ahora, esta estructura operará en contra de los intereses políticos de quienes llevaron las riendas de los acuerdos con el sindicato de Elba Esther. Sí, Javier López Zavala, ex secretario de Gobernación y ahora flamante promotor del voto del Comité Directivo Estatal del PRI se jactaba de haber sido el directamente responsable de las "exitosas" revisiones salariales con el magisterio sin imaginar siquiera que se le iba a voltear el chirrión por el palito.
En el colmo del surrealismo, López Zavala minimizó recientemente la capacidad de operación electoral del magisterio afiliado al SNTE y afirmó que una prueba concreta de que no todos los maestros poblanos votarían por el PANAL era precisamente la inclusión de López Torres en la planilla de Blanca Alcalá. Y entonces surgen las inevitables preguntas:
¿Cuál de los dos sindicatos magisteriales tendrá más fuerza electoral? ¿Cuál de ellos mejor organización?
¿Cuál mayor cantidad de recursos y experiencia en la movilización política? ¿Cuál le reportará una mayor cantidad de votos a sus partidos?
¿A quién preferiría Blanca tener de su lado?
¿Qué sindicato podría aportarle una mayor cantidad de votos?
¿Cuáles podrían ser las consecuencias de tener como enemiga electoral a Elba Esther?
Mire como le fue a Madrazo.
latempestad@statuspuebla.com.mx
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