lunes, 20 de agosto de 2007
El peculado de Zavala
Las pruebas que incriminan a Zavala
Las pruebas que incriminan a Zavala
El exsecretario de Gobernación antepuso el Proyecto Z al de Mario Marín
Efraín Núñez Calderón / CAMBIO
carton / De La Cruz / e-consulta
Durante casi dos años López Zavala canalizó las peticiones de obra pública y todo tipo de gestiones a las diferentes dependencias del gobierno estatal para sacar provecho de ello. Promocionó su imagen con los resultados obtenidos, pese a que las respuestas a los ciudadanos vinieran de otras instancias de la administración marinista e incluso del Ayuntamiento capitalino.
Aprovechándose del cargo que le confirió el gobernador Mario Marín, Javier López Zavala utilizó los recursos y la estructura gubernamental —a través de la Secretaría de Gobernación— para apuntalar su candidatura al gobierno del estado. Con el llamado Proyecto Z, López Zavala condicionó los apoyos del gobierno a cambio de convertir a los beneficiarios de gestiones en promotores del voto a su favor.
Según se desprende de documentos en poder de Cambio —que hizo llegar a esta redacción un excolaborador de López Zavala— durante casi dos años López Zavala canalizó las peticiones de obra pública y otro tipo de gestiones a las diferentes dependencias del gobierno estatal. El exsecretario de Gobernación promocionó su imagen con los resultados obtenidos, aunque las respuestas a la ciudadanía vinieran de otras instancias de la administración marinista e incluso del Ayuntamiento capitalino.
Más aún, Alejandro Armenta Mier, secretario de Desarrollo Social está involucrado en el proyecto con la creación de los Comités de Desarrollo Social y los operadores del proyecto son dos funcionarios de segundo y tercer nivel del gobierno estatal: Lázaro Jiménez Aquino, subsecretario de Transportes de la SCT y Gerardo Mejía —mejor conocido como “El Plomerito”— director de Participación Ciudadana de la Segob.
Dicha documentación evidencia como el exfuncionario lucró con la estructura y recursos de la Segob para construir su proyecto político. Tan sólo en la capital del estado, a través de los delegados de la dependencia y de los llamados “delegados Z” —uno por distrito electoral—, López Zavala recabó una larga lista de peticiones y necesidades sociales, con la que construiría su aspiración por la presidencia municipal de Puebla y a largo plazo el gobierno estatal.
Por si fuera poco, el hoy candidato a diputado por la vía plurinominal habría incurrido en un delito electoral, al hacer uso de las credenciales de elector de quienes acudían a su dependencia a pedir una gestión para construir un padrón de beneficiarios.
Toda la información del proyecto fue considerada de carácter confidencial. Ésta quedó guardada para su consulta en una base de datos construida por un área de informática, la cual, presuntamente también forma parte de la estructura de gobierno.
La recepción de las peticiones se realizaba en las giras de López Zavala, a través de las oficinas de Enlace Institucional, así como en una oficina denominada “área de gestión” o “Delegación Z”.
López Zavala usurpó funciones
A través de la gestoría de obras para la construcción de su proyecto político, López Zavala usurpó funciones propias de Javier García Ramírez, secretario de Desarrollo Urbano y Obras Pública (SDUOP), así como de Alejandro Armenta Mier, secretario de Desarrollo Social (SDS), uno de los incondicionales del candidato plurinominal. También realizó funciones propias de la Secretaría de Educación Pública y hasta del Ayuntamiento de la capital.
Distintos oficios en poder de este diario dan cuenta de la forma en que los delegados de la Secretaría de Gobernación canalizaban a López Zavala las peticiones que recogían de los seis distritos de la capital poblana, las cuales, el entonces secretario de Gobernación gestionaba según sus intereses.
Lo anterior, además es una muestra clara de que López Zavala utilizó recursos humanos de la Segob, es decir, los delegados de la dependencia para promover y construir su proyecto. Según estos oficios, los delegados Libertad Aguirre Junco, Rigoberto Ortiz Osorio, Francisco Morales León y María Enriqueta Castañón González, se dieron a la tarea de recabar desde 2005, distintas peticiones de obra pública en diferentes zonas de la ciudad capital, para posteriormente hacerlas de conocimiento de López Zavala.
Las peticiones estaban acompañadas de los nombres, direcciones y teléfonos de los representantes ciudadanos que se acercaban a los delegados.
Es decir, estos delegados de la Segob se distraían de sus labores relacionadas con la negociación de conflictos políticos y se convertían en gestores sociales y de obra pública, similares a los de la SDS y la SDUOP.
De esta forma remitían a su jefe peticiones de pavimentación de calles, construcción de puentes vehiculares y peatonales, construcción de escuelas, colocación de semáforos, alumbrado público, relaminación y bacheo de calles, éstas últimas, funciones propias de la comuna.
Operación del Proyecto Z
El objetivo central del Proyecto Z es el de “buscar la rentabilidad electoral, mediante la priorización y viabilidad de todas aquellas peticiones solicitadas, garantizando que cada persona o grupo solicitante se convierta en un activo político que realizará acciones de respaldo y promoción al proyecto”.
Para ello, se construyó una estructura basada en la recepción y solución de la demandas ciudadanas que eran canalizadas a través de la dependencia. Según el proyecto, luego de hacer un análisis de viabilidad y rentabilidad electoral se procede a la respuesta inmediata que traerá consigo la promoción al voto y finalmente la movilización electoral.
En la denominada “ruta crítica” se priorizan los “compromisos” por orden de importancia y por secciones prioritarias. En primer lugar se encuentran los compromisos públicos que Z —léase López Zavala aunque en el documento nunca se menciona su nombre— hacía en sus diversas giras.
Llama la atención que en segundo lugar se encuentran los “compromisos sin Z”, referentes a las promesas que hacían la esposa y familiares del exfuncionario estatal.
Pero la canalización de las peticiones no sólo es hacia las instancias gubernamentales sino también con empresas de diferentes giros: mobiliario, cemento y otros.
Todas las peticiones son capturadas y guardadas en un expediente para su seguimiento —en trámite, en fase terminal o resuelto—. Posteriormente se contempla la entrega, la cual es realizada directamente por “Z”, “sin Z”, a través de la coordinación general, de los delegados y de las “Casas de Campaña Z” —planeadas a corto plazo—.
Con la creación del “Padrón único de solicitantes y beneficiarios” —a quienes se les pedía su credencial de elector— se conforman los Comités Z por distrito y por sección. De igual forma, la movilización y rentabilidad electoral también implica la creación de una Secretaría de Organización y Coordinación Política, ajena al PRI.
La inclusión de Armenta
Según las fuentes consultadas, Alejandro Armenta Mier, secretario de Desarrollo Social e incondicional amigo de López Zavala, es una pieza clave en el desarrollo del Proyecto Z. A este funcionario se le atribuye la creación de los Comités de Desarrollo Social que además lleva el sello de la SDS.
Para el Proyecto Z, estos comités se encargarán de convocar a los habitantes de colonias, barrios, comunidades, ejidos y rancherías para la conformación de asambleas comunitarias de gestión, con las cuales se creará el Padrón Único de Solicitantes y Beneficiarios y las Secciones Electorales.
La asamblea constitutiva estará integrada por dos procuradores, un secretario técnico y tres responsables, cuyos nombres quedarán asentados en un acta constitutiva.
Hay que decir que el logotipo de los comités cuenta con una palomita como logotipo, similar a la que se encuentra en el lema del gobierno del estado: “Unidos para progresar”. Estos comités también cuentan con su propio lema: “Puedes, Puebla con Desarrollo Social”.
El miércoles pasado, Alejandro Armenta Mier reconoció que existe un proyecto para llevar a Javier López Zavala a la gubernatura, al señalar que todos los que hacen política tienen derecho a manifestar sus aspiraciones. No obstante, desconoció la existencia del Proyecto Z, pues aseguró que puede haber variedad de proyectos personales “con todas las letras del abecedario”.
En entrevista, el funcionario marinista salió en defensa del exsecretario de Gobernación al rechazar que con la salida de López Zavala disminuya la fuerza de su grupo político al interior del gabinete estatal, integrado por Alejandro Armenta y Darío Carmona García, entre otros.
Delegados Z, afines a Jiménez Aquino
El organigrama del Proyecto Z quedó conformado por la coordinación general, integrada según las fuentes consultadas por Lázaro Jiménez Aquino, subsecretario de la SCT y por Gerardo Mejía, funcionario del la Segob.
La coordinación general tiene contacto directo con el enlace empresarial y cuenta con ingerencia directa sobre la priorización de los programas asistenciales con los que se beneficiará a los ciudadanos. De la coordinación se desprenden los llamados “enlaces institucionales” —es decir, con todas las dependencias del gobierno del estado y el Ayuntamiento capitalino—, y las coordinaciones operativa, técnica y de informática.
Es de destacar que el organigrama plantea la creación de los llamados “delegados Z” que junto a los delegados de la dependencia serán los encargados de canalizar las peticiones a la Coordinación General y al propio secretario López Zavala, según consta en oficios dirigidos al exfuncionario.
Los delegados Z en la capital del estado son: César Antonio Wong Rodríguez en el distrito 1, María Guadalupe Bazán González en el distrito 2, José Luis García Parra del distrito 3, Miguel Ángel Fernández García del distrito 4, Juan Arellano Méndez del distrito 5 y Emilio Loida López del distrito 6.
A decir de los informantes, este grupo fue conformado por Lázaro Jiménez Aquino, quien funge como uno de los coordinadores del proyecto y es además subsecretario de la SCT.
Alcaldía capitalina, el primer objetivo
La estrategia del Proyecto Z centró su atención a las demandas generadas en secciones prioritarias de los seis distritos electorales de la capital. En estos distritos se encuentran más de 16 mil 800 electores, los cuales viven principalmente en las unidades habitaciones La Margarita, Amalucan, Loma Bella, Boques de San Sebastián, Manuel Rivera Anaya, en las colonias Jardines de San Manuel, Villa San Baltasar Campeche, Centro Histórico y las juntas auxiliares de La Libertad, San Baltasar Campeche, así como las que se encuentran en el norte de la capital.
De lo anterior se desprende que la prioridad esencial del proyecto de López Zavala era conformar buscar la Presidencia Municipal, siendo uno de los políticos priistas mejor posicionados. Sin embargo, a final de cuentas decidió no participar en la contienda, luego de haber sido vinculado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en el escándalo por la detención y encarcelamiento de la periodista Lydia Cacho.
Base de datos y toma de decisiones
Toda la información obtenida a través este sistema pasa a formar parte de una base de datos de acceso exclusivo a usuarios registrados bajo contraseña. Los datos contenidos en gestión social – Z —como se le nombró a la base de datos— se encuentran disponibles en todo momento a través de una red privada.
El sistema permite consultar la información no sólo respecto de las peticiones, sino también de los padrones de beneficiarios y su ubicación por distrito, sección y colonia.
En cuanto a la toma de decisiones sobre la información contenida en la base de datos, la priorización de gestiones y el padrón de beneficiarios es una tarea que le compete a la coordinación general.
El área de informática será la encargada de reportar mensualmente estadísticas del padrón de beneficiarios, la coordinación técnica armará las estrategias y administración de los recursos, mientras que la coordinación general armará reportes de avance estratégico político para lograr los objetivos planteados a corto y largo plazo.
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