Copelas o cuello

Rodolfo Ruiz / e-consulta

La decisión del gobernador Mario Marín Torres de enviar a Javier López Zavala como candidato a diputado local por la vía plurinominal, sacándolo de la Secretaría de Gobernación, mas que un castigo pareciera ser un reto para medir sus habilidades y destrezas en el terreno de la operación electoral.

De suerte que su nombramiento como coordinador estatal de Promoción del Voto se explica en función de dos estrategias: una, apuntalar las candidaturas de presidentes municipales y diputados al Congreso del estado "recomendadas" por Javier López Zavala y, dos, arreglar los entuertos que él y sus operadores provocaron en algunos municipios y distritos al ofrecer candidaturas que finalmente no se lograron.

Si ambas estrategias son exitosas, el ex secretario de Gobernación no sólo tendrá asegurado el liderazgo de la fracción del tricolor y de la siguiente legislatura, amén de un buen número de presidentes municipales y diputados al Congreso locales, sino la posibilidad de llegar a la dirigencia estatal del PRI para consolidar su proyecto "Z" a la gubernatura del estado.

Pero si por el contrario alguna de las dos estrategias falla, entonces las aspiraciones de López Zavala quedarían en eso, en simples aspiraciones, pues lo único que amarraría sería un lugar en la entrante Legislatura y nada más.

De ahí que el gobernador Mario Marín haya dispuesto que el número dos de la lista de candidatos a diputados plurinominales fuera Valentín Meneses Rojas, quien podría asumir el liderazgo de la Cámara de Diputados, si el ex secretario de Gobernación logra buenos resultados en los comicios y opta por la dirigencia estatal del PRI, o la coordinación de la fracción parlamentaria del PRI en el Congreso si, por el contrario, López Zavala fracasa en su faceta de operador electoral.