martes, 14 de agosto de 2007

La guerra que viene


Tiempos de Nigromante
de Arturo Rueda

artrueda@laquintacolumna.com.mx

La sucesión se reequilibra


Colocado circunstancialmente en el centro de la operación política, la remoción de Javier López Zavala del gabinete estatal provoca un giro copernicano en la sucesión de Mario Marín. Un proceso todavía cubierto por un velo de misterio, pero que en pocas semanas, y especialmente después de los comicios de noviembre, se acelerará para ya no detenerse. El dato principal es que el gobernador nuevamente ha ampliado su baraja al recuperar a Mario Montero, un corredor que se preveía descartado por la derrota en la elección federal del 2006, pero que ha recibido una nueva oportunidad por las circunstancias de la política. Con la diputación asegurada, Zavalita se verá obligado a buscar la gubernatura en una posición desventajosa, lejos del globo inflado que representó la estructura, dinero y control que le daba Gobernación.

Desde el principio de su sexenio, Marín corrió únicamente con dos barajas. Una, el amigo universitario y dos, el hijo político. Sin embargo, el proyecto de Montero se descarriló cuando no pudo llegar al Senado de la mano de Melquiades Morales. Y al margen de los factores externos —la pésima campaña de Madrazo y el escándalo Cacho— la victoria de Rafael Moreno Valle contó con la colaboración de Javier López Zavala quien realizó una contraoperación para hundir a Montero, sabedor que la derrota significaría la muerte política para el amigo del gobernador.

En la política, por supuesto, no hay muertos. Y cuando los hay, a veces regresan de ultratumba para vengar los viejos agravios. Durante el año que pasó en el ostracismo, Montero se dio a la tarea de confirmar sus sospechas de la contraoperación de Zavala destinada a beneficiar a Rafael Moreno Valle. Y de hecho, encontró que incluso dinero de Gobernación fue desviado a la campaña de los panistas. Los meses pasaron y a Montero se le bajó la calentura para concentrarse en la notaría y en sus negocios con Luis Ángel Casa Arellano, aunque en realidad no se despegó del fenómeno político y su nombre sonó varias veces para ocupar una dependencia.

Aunque muchos lo siguen dando por descartado, creo que Mario Montero, en su segunda oportunidad que le ha dado la vida, tiene posibilidad de convertirse en el candidato del marinismo para luchar por la nominación a la gubernatura, y eventualmente enfrentar a Enrique Doger y Jorge Estefan Chidiac para hacerse de la candidatura priista. Las evidencias son sólidas. Marín, por primera vez en todo su sexenio, le ha entregado el control del aparato político a un solo grupo: Montero, Valentín y Sánchez Galicia. En ese sentido, el amigo universitario tiene en sus manos lo que nunca tuvo Zavala: Gobernación, el PRI y Comunicación Social.

Con esos tres elementos, la responsabilidad primaria y el costo sobre lo que ocurrirá en noviembre recaería en ese grupo: Montero, Valentín y Sánchez Galicia. Pero hasta tienen suerte: en su protagonismo habitual, Zavala se asumió como el coordinador general de las campañas priistas, quedando como responsable de la victoria o la derrota. Y como lo único que se ve en el horizonte es derrota, Zavalita tendrá que asumir el costo de su protagonismo y Valentín podrá salir indemne de su paso por el tricolor. Hay que recordar que uno es dueño su silencio y esclavo de sus palabras.

El resurgimiento del proyecto monterista rumbo a la gubernatura depende de algunas variables. Número uno, realizar una gestión exitosa en Gobernación. Y eso sólo podrá ocurrir si Montero cambia su peculiar forma de hacer política: fanfarronería e incumplimiento de acuerdos. La madurez, sin embargo, llega con las derrotas. El año en el ostracismo pudo haber provocado que Montero replanteara su peculiar estilo, y quizá, tomar con mayor madurez el cargo que ayer recibió oficialmente. Dos, evitar convertirse en el Rey de un Camposanto como lo fue Zavala, que dejó tantos muertos en el camino que al final los cadáveres se alzaron en contra suya.

La confrontación es inevitable. Casi al estilo Harry Potter: ni Zavala ni Montero podrán vivir mientras uno de ellos siga con vida. El nuevo secretario de Gobernación debe desmontar el proyecto y la estructura de su antecesor. Todas las imposiciones de Zavala están hoy en capilla. Gozaron del poder máximo, pero hoy vienen las horas bajas.

Paso a paso. Montero tiene tiempo de sobre para desmontar al zavalismo durante los dos próximos años, sobre todo porque Zavalita ha perdido su patrimonio principal: la credibilidad absoluta ante los ojos y oídos del gobernador. Además, ha perdido el asiento al lado de Marín, por lo que ahora no tendrá posibilidad de conspirar a diestra y siniestra en contra de sus enemigos.

El balance de la sucesión se ha restablecido. El poder de Zavala se ha desinflado y Montero comienza su andadura por revivir su proyecto. Valentín Meneses espera turno dependiendo de los resultados en noviembre; Jorge Estefan sigue cosechando relaciones a nivel nacional y Enrique Doger mantiene su posicionamiento ante la ciudadanía a pesar de los ataques. ¿Hay más aspirantes al interior del PRI?

Los nuevos equilibrios están por llegar. Aunque en su búsqueda, se provoquen desequilibrios psicológicos como que el Nextel deje de sonar, y eso haga que un puñado de alcaldes destape a Zavalita en el peor momento.


*** Mensaje críptico. Interesante en extremo la historia que Fernando Alberto Crisanto contó ayer en su columna de Milenio Puebla, referente a que Enrique Montero Ponce anunció por muy adelantado la llegada de su hijo a Gobernación. Pero esa historia se vuelve más interesante si leemos las Gárgaras de ayer del propio don Enrique en el Periódico Digital.

“Los últimos movimientos del gobernador Mario Marín tiene por objeto cerrar filas en el equipo que necesita en los tres años por venir. Su gobierno es un mosaico de problemas y posibilidades de éxito. Necesita librar aquellos para dejar el camino libre de peligros, que siempre acechan.

”La historia vuelve a repetirse y me toca vivirla otra vez. Tomo asiento como espectador. Que inicie la obra. Veremos quienes son los buenos y quienes los villanos, Y sobre todo espero ver el final, que ojala sea excelente, porque si le va bien a Puebla nos va mejor a todos.

”Y que la perra siga ladrando.”




¡Ah caramba!, se sorprende el columnista. ¿Quién será la perra que ladra?

¿Vendrá del sur? ¿Es un exsecretario de Gobernación?

El enfrentamiento promete.





*** Otra vez, entrampados. Los ministros celebraron ayer su sesión privada para continuar su discusión sobre los alcances de la facultad investigadora. Inútil referir los detalles, porque tampoco llegaron a ningún lado.



La discusión continuará hoy por la tarde, nuevamente en sesión privada. Pero los dados ya están echados: al parecer serán aprobados lineamientos para cada investigación y en lo general votarán a favor de que la Corte no pueda señalar a los responsables de la violación de garantías individuales. Se trata de la exoneración de facto de Mario Marín.

Mañana, más detalles.

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