Hospitales en mal estado

• San José, San Alejandro y Nuevo Necaxa; SSA: se pone en riesgo la salud y vida de 500 mil usuarios
• Hospitales fuera de norma e insalubres
• Fomento y Regulación Sanitaria encontró en estos establecimientos gran cantidad de medicamento caduco que fue necesario asegurar.    

 

La subdirección de Regulación y Fomento Sanitario de la Secretaría de Salud en el estado, a través de su Programa de Verificación a Clínicas Públicas, reportó las condiciones insalubres en las que funcionan tres de los más importantes Hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que operan en Puebla.

 

De acuerdo con un informe de esta dependencia, los nosocomios que violaron diversas normas sanitarias y no cumplen con los estándares básicos de atención son: la Unidad Médica Alta Especialidad “Hospital de Especialidades San José”; Hospital General Regional No. 36 “San Alejandro” y el Hospital General de la Subzona No. 10 “Nuevo Necaxa”.

 

El subdirector de Fomento y Regulación Sanitaria, Baraquiel Saloma Linares, dijo que además se encontró en estos establecimiento gran cantidad de medicamento caduco que fue necesario asegurar.

 

La norma Oficial Mexicana NOM-087-ECOL-SSA1-2002, Protección Ambiental - Salud Ambiental - Residuos peligrosos biológico-infecciosos - Clasificación y especificaciones de manejo; la norma Oficial Mexicana NOM-197-SSA1-2000, Que establece los requisitos mínimos de infraestructura y equipamiento de hospitales y consultorios de atención médica especializada y la Norma Oficial Mexicana del Expediente Clínico NOM. 168-SSA-1998, fueron las principales violaciones.

 

Las anomalías encontradas tras una revisión efectuada a principios de 2008 son que el personal de la cocina y que prepara alimentos se encuentra con las uñas largas y sucias, con anillos, aretes y pulseras, además de hallarse falta de insumos sanitarios (principalmente sanitarios muy sucios tanto para pacientes como visitantes); y que las basculas están descalibradas.

 

Se detectó mal llenado de expedientes clínicos, lo que contraviene la Norma Oficial Mexicana del Expediente Clínico NOM. 168-SSA-1998 y que es una de las causas más importantes de complicaciones en la salud de las personas, y que deriva en mal manejo del paciente.

 

Las violaciones más graves, sin embargo, son que se encontró mal manejo de Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos (RPBI) que contraviene la NOM-087-ECOL-SSA1-2002, Protección ambiental - Salud ambiental - Clasificación y especificaciones de manejo.

 

El manejo de los RPBI es de vital importancia por la posibilidad de generar daños tanto al personal que labora en las unidades médicas, como al medio ambiente y a las personas fuera de ellas, pues estos residuos se componen de desechos de tejidos, sangre y otros líquidos corporales que contienen agentes biológico-infecciosos, y que puedan causar enfermedades.

 

Asimismo, estos tres hospitales no cumplen con la NOM-197-SSA1-2000, que establece los requisitos mínimos de infraestructura y equipamiento de hospitales y consultorios de atención médica especializada, y es que en ninguno de los nosocomios se cuenta con listados de fechas de caducidad en Carros Rojos, los que son usados para la atención de paro cardio-respiratorio, el que cuenta con monitor y desfibrilador.

 

Las anomalías detectadas en estos tres establecimientos de salud afectan aproximadamente acerca de 300 mil derechohabiente de Puebla y por lo menos unos 200 mil del sur sureste del país -de los estados de Oaxaca, Tlaxcala, Veracruz, Tabasco y Yucatán-, y mismos que son canalizados a estos nosocomios poblanos para recibir los tratamientos específicos.

 

Saloma Linares dijo que ya se tomaron las medidas pertinentes al respecto para que las autoridades de los respectivos nosocomios corrijan las observaciones a la brevedad.

 

Sin embargo, minimizó los casos pues dijo que más allá de cómo funcionan los hospitales públicos, la dependencia está priorizando las verificaciones a clínicas privadas de hasta cinco camas pues ahí es donde hay más peligro de que se registre una muerte materna o por el mal funcionamiento, “por ser clínicas acondicionadas que no cumplen la norma”, acotó.

 

 Guadalupe Gálvez / Milenio