martes, 18 de marzo de 2008

Zavalita regresa a la ubre del gobierno

Ricardo Morales Sánchez - Serpientes y Escaleras

 

Los “enroques” de Marín

 

Sin duda los “enroques” realizados ayer por parte del gobernador Marín en su gabinete deben de leerse en dos vertientes.

La primera obedece a la lógica del cierre de su administración, lo cual comienza a producir preocupación en Marín, quien empieza ya a pensar en la forma en que será recordado en su paso por la administración pública, sobre todo, si se toma en cuenta que la primera parte de su gestión se vio marcada por el escándalo jurídico-mediático conocido como Lydiagate.

Ante esto, los “enroques”, que no cambios realizados en el interior de su administración, obedecen a la intención de dar mejores resultados a la ciudadanía, pero también de premiar la lealtad de sus más cercanos colaboradores, virtud o defecto desde el ángulo que se quiera analizar del gobernador en turno.

Mario Marín una vez más se la volverá a jugar para la recta final de su administración con su gente de mayor confianza, no hay más barajas para él.

La segunda vertiente de los “enroques” realizados por el gobernador Marín tiene que ver con la lógica de sucesión gubernamental, la cual ya está en marcha, y pese a que muchos les duela, una vez más Marín mandó un mensaje contundente, es con su gente y sólo con su gente, con la cual jugará. Nadie debe de llamarse extrañado, así siempre ha sido Marín, y siempre le ha dado resultados. ¿Entonces para qué cambiar?, pudiera traducirse.

Si bien se puede cuestionar el perfil de los hombres que hoy se suman a la administración estatal, nadie puede poner en duda que Pericles Olivares es un experto en materia laboral, ya que incluso fue presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje. Lo mismo se puede decir de José Antonio López Malo, quien durante el pasado sexenio fue el verdadero secretario de Desarrollo Económico a la sombra de Antonio Zaraín, o más bien cubriéndole las espaldas al exmueblero y ahora ganadero.

La nominación de Valentín Meneses y Javier López Zavala, en sus respectivos cargos, SCT y Sedeso, pudieran tal vez ser las más cuestionadas, no obstante se trata de dos de los mejores operadores políticos del gobernador. Sobre todo en la SCT se necesita de constante diálogo con las organizaciones.

Rómulo Arredondo es egresado de la maestría en administración pública y recibe Carreteras de Cuota, en un momento en donde esta dirección también es una bomba de tiempo por la deuda que se tiene contraída desde la pasada gestión de Melquiades Morales, en donde se consideró a esta dependencia como una de las “cajas chicas”. Si no, pregúntele a Jorge Arroyo, quien prefirió renunciar antes de solapar cochinadas.

El nombramiento de Fernando Humberto Rosales Bretón como nuevo procurador de Justicia es, sin duda, uno de los más afortunados por parte del gobernador.

Rosales Bretón era hasta ayer el más joven de los magistrados en funciones. Egresado de la Escuela Libre de Derecho, es un hombre fresco, aunque experto en la materia de impartición de justicia. Su llegada refrescará a la “Procu”, además de que arriba sin ningún nexo con las mafias que operan en el interior de esta dependencia. Sin embargo, no tiene un trabajo nada fácil.

De esa forma Marín busca enfrentar la segunda parte de su gestión y sólo el tiempo y la sociedad serán quien juzgue si tuvo o no razón.

 

 

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