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Ahora que el país empieza a discutir temas profundos como el de la reforma de los energéticos y la posibilidad de que funcionarios de primer nivel –como Juan Camilo Muriño- estén involucrados en tráfico de influencias, parecen quedar a un lado conflictos aún no resueltos como el de Casa de Cambio Puebla que aún está bajo la mira de las autoridades judiciales de Estados Unidos.
De acuerdo con una investigación del diario especializado El Financiero “las casas de cambio B y B y Nuevo León son investigadas junto con la Casa de Cambio Puebla, por tener relaciones con los carteles de Venezuela y Sinaloa en Estados Unidos, según publicó la semana pasada (a principios de febrero) El Nuevo Heraldo de Miami”.
Desde el año pasado a la Casa de Cambio Puebla se le confiscaron 12 millones de dólares que tenía en cuentas en el Wachovia Bank de Florida y hasta ahora sólo a ésta se le ha iniciado un proceso de revocación, derivado de problemas por operaciones con el narcotráfico. Tema que aún no han podido solventar autoridades ni de México ni de Estados Unidos
Para las autoridades mexicanas las casas de cambio B y B, Nuevo León y Tamibe operaban de acuerdo con la reglamentación vigente y no tienen problemas de liquidez.
De acuerdo a la investigación el sector de casas de cambio no presenta todavía un riesgo sistémico, aunque los problemas registrados en algunas de ellas propiciarán el aceleramiento del proceso de transformación hacia casas de bolsa o bancos, o incluso que reduzcan al mínimo sus operaciones.
“Desde hace unos años, el sector inició un proceso de migración hacia la figura de casas de bolsa, debido a las ventajas que les ofrece estar bajo ese marco regulatorio y también por el aumento de las restricciones para operar con instituciones financieras estadounidenses. De acuerdo con autoridades financieras consultadas, el sector no muestra problemas que indiquen un riesgo de contagio en el sistema”.
Establecen que los problemas que se han presentado en el sector por la posible vinculación de algunas casas de cambio con grupos de narcotraficantes, son casos aislados. Las fuentes consultadas explicaron que por parte de las autoridades no existe una marcada preocupación, pues la vigilancia que se ha hecho ha sido estricta y los casos que se han presentado, como el de la Casa de Cambio Puebla por vinculación con el narco, son únicos.
Los operadores y socios de Casa de Cambio Puebla son personas conocidas y respetables entre la sociedad poblana. Vivir bajo sospecha no es vida, pero ni las autoridades federales mexicanas ni las de Estados Unidos parecen interesadas en solventar pronto el tema, mientras hay familias que viven bajo la zozobra de ser culpables sin que nadie pueda demostrarlo.
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