Servicio de quinta

Los abusos de los transportistas

    

fcrisanto@pue.milenio.com

 

      A la decisión del gobierno poblano de aumentar 25 por ciento las tarifas del pasaje en la capital del estado hubo respuestas tímidas en un principio, que han crecido en forma espontánea desde una sociedad que se siente abusada por el precio de un servicio infame como el que prestan en la capital, una de las principales ciudades del país.

 

Para hoy se anuncian cierres parciales de la circulación en el Bulevar Valsequillo, organizados por estudiantes que han dejado la comodidad de las aulas para tomar la calle y levantar la voz ante los excesos de los permisionarios, que desde hace dos semanas reciben más dinero de las cuentas que les pagan sus choferes, pero no hacen nada por mejorar el servicio que prestan.

 

Y no sólo eso. Los dueños de las camionetas también aumentaron las cuotas y, por tanto, los choferes desconocen la tarifa de 4.50 el viaje, y menos respetan el descuento a las personas de la tercera edad y la gratuidad para los minusválidos.

 

La "papa está caliente" y empezó a quemar los aparejos de Casa Aguayo. Tanto, que ayer el secretario de Gobernación salió a anunciar que mañana jueves se dará a conocer una tarifa especial para los estudiantes, lo que parece lejos de ser posible y, en caso de darse, vestirá de héroe a Mario Montero; o de villano y mentiroso si no cumple su anuncio oficial.

 

Por su parte, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes vive momentos difíciles, porque ante el anuncio de un cambio ya nadie quiere hacer nada, por más que el secretario Rómulo Arredondo presione para aplicar sanciones a los abusivos.

 

Tocará –y ojalá y sea pronto– a los nuevos responsables del sector obligar a los permisionarios a cumplir y, como prometió Montero, a respetar una tarifa especial para los estudiantes.

 

Por su parte, la Universidad Autónoma de Puebla aumentará su flota de camiones y de rutas para los universitarios, pero ello sólo es un paliativo, que no merma el reclamo social.

 

Hacia tiempo que los poblanos no tomaban la calle de forma espontánea como lo han hecho en los últimos días. El abuso de los permisionarios es ya intolerable y amenaza con crecer la exigencia de un buen servicio y tarifas especiales. Por ello urge que mañana se frenen los excesos, el principal, el cobro por un servicio público como si fuera de primera clase y que no llega ni a quinta.