Los retos de Armenta
Ricardo Morales / Intolerancia
Nadie pone en tela de juicio la capacidad que ha demostrado Alejandro Armenta Mier. Lejos, muy lejos quedaron los días en que era acusado por sus propios compañeros de bancada de ser un personaje inmaduro e impulsivo.
Cómo olvidar las primeras participaciones de Armenta como integrante de la LV legislatura. Era visto como si fuera miembro de la oposición por el entonces líder Víctor Manuel Giorgana y el resto de la bancada integrada en su mayoría por melquiadistas.
Lejos también quedaron los días en que era visto como el ingenuo joven que había sido presidente municipal de Acatzingo.
Hoy Armenta es, sin duda, uno de los activos del marinismo y también de los que mejores resultados ha entregado a su jefe, el gobernador, en las encomiendas que le han sido asignadas.
Será seguramente esta semana cuando el hombre originario de Izúcar de Matamoros, pero avecindado en Acatzingo, asuma la dirigencia estatal del PRI, el cual se puede considerar como el mayor reto que enfrentará en su carrera.
La tarea de Armenta no es nada fácil. Por un lado debe conducir al PRI durante un proceso electoral, sumamente complicado, como se vislumbra será el que se celebre en julio del 2009, en donde estarán en juego 16 diputaciones federales.
La tarea de seleccionar candidatos y dejar contentos a los priistas que no resulten electos para poder participar en este proceso es una prioridad dentro de la agenda del que será el próximo líder del “expartidazo” en el estado.
No obstante, el verdadero reto de Armenta y para lo cual llegará a esta posición es para preparar la sucesión de Mario Marín Torres.
La tarea es titánica. Armenta tiene que dar muestras de que no está cargado hacia ningún lado, aunque todo mundo sabe de su simpatía por el proyecto de su compadre y amigo Javier López Zavala. De su sapiencia y del control que demuestre de la estructura y de los grupos en el interior de su partido, dependerá en gran medida que el proceso de selección rumbo al 2010 no se le salga de las manos. Y eso no es nada fácil, ante el activismo que ya han demostrado los candidatos del melquiadismo, Jesús Morales Flores y Enrique Doger Guerrero, por la desesperación que sienten por forzar los tiempos del tricolor.
Ésos son sin duda los principales retos que tiene por delante Alejandro Armenta Mier.
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