Javier Arellano Ramírez / Cambio
Y continuando con los recién ungidos tenemos que retomar la nueva ciencia que acompaña a la política poblana y que es la oceanografía.
Inevitable hablar del “delfín” Javier López Zavala, pero por supuesto tampoco podemos evadir el tema de los adversarios naturales de los delfines. Todo oceanógrafo e incluso hasta los lancheros de Acapulco sabe que los delfines tienen unos enemigos naturales que son los tiburones.
Y en Casa Aguayo hay un tiburón que se llama Mario Montero Serrano y que quisiera enterrar sus hileras de fieros dientes sobre el delfín del gobernador Marín.
Lamentablemente para él, el delfín ahora nada sobre un nuevo oleaje que lo hace más inaccesible que nunca antes.
El delfín tiene ahora el control total y absoluto de los programas sociales.
Si de por si continuaba moviéndose por toda la geografía poblana como si fuera secretario del gabinete, ahora que tiene en sus aletas los programas sociales, mejor aún.
Ahora puede moverse al nivel de la superficie así como en aguas profundas, sin preocuparse de la furia arrebata del tiburón.
En realidad nunca le preocupó. Pero ahora mucho menos.
A partir del mediodía de ayer el proyecto Z está más fuerte que nunca antes.
Solo hace falta que recupere a Toxqui Quintero y lo reincorpore a alguna tarea en la que en verdad reconozcan y valoren su capacidad de trabajo, la pulcritud y el equilibrio de sus acciones y su indiscutible oficio político.
Toxqui Quintero sería un excelente Sub secretario de Desarrollo Social.
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