Alejandro Armenta deja Sedesol; va por el PRI
El rancho La Rosa, que sólo tiene tres meses como sede de la Sedesol, se volvió abrir “de par en par” por la salida de Alejandro Armenta Mier al frente de la Secretaría de Desarrollo Social y por la llegada de Javier López Zavala
Intolernacia
Pilar Bravo
Foto Eli Peña
El rancho La Rosa, que sólo tiene tres meses como sede de la Sedeso, se volvió abrir “de par en par” por la salida de Alejandro Armenta Mier al frente de la Secretaría de Desarrollo Social y por la llegada de Javier López Zavala.
A pesar de que no era día laboral, los funcionarios, delegados y hasta secretarias se presentaron antes de las nueve de la mañana para despedirse de su secretario, el de los “tiros de precisión” a la pobreza.
Alejandro Armenta, con su maleta en la mano, le dio tiempo ayer de sacar cifras, datos, programas para hacer un rápido balance de lo realizado en dos años, donde se ejecutaron más de 14 mil obras con recursos de todos los ramos, con fondos de la Federación y del estado, que aliviaron levemente las necesidades de la gente.
Porque el desarrollo social, dijo, no es exclusivo de la Sedeso, pues intervienen todas las demás dependencias como la SEP, Ssa, Medio Ambiente y todas las demás instituciones, se logró pernear el espíritu de solidaridad organizada y la gente volvió a tener manos para ayudar al vecino y a su comunidad.
Resaltó que desde el 3 de abril de 2006 a la fecha, periodo en el que trabajó, se implementaron las estrategias de combate a la marginación y a la pobreza instruidas por el mandatario estatal en todos los rincones del territorio poblano, especialmente en las zonas marginadas donde se concentró el 60 por ciento del personal de la dependencia en trabajo de campo, conociendo de cerca las necesidades de quienes menos tienen y aterrizando los quince programas sociales de apoyo bajo un esquema de coordinación interinstitucional, a través de las 21 oficinas regionales.
Ponderó el trabajo en equipo para concretar las acciones, resaltando el programa Unidos para Progresar, mediante el cual se realizaron 15 mil obras comunitarias con la participación de 80 mil personas que con sentido de pertenencia colaboraron en la ejecución de obras de impacto social para sus comunidades, obras que se tradujeron en beneficios de agua, drenaje, electrificación, vivienda, pavimentación y mejoramiento de espacios educativos y comunitarios.
La Sedeso se convirtió en una instancia de gestión para dar “tiros de precisión” en temas de pobreza y la marginación en los 217 municipios con la participación del gobierno federal y los gobiernos municipales.
Alejandro Armenta nunca olvidó a los pueblos indígenas y llevó a cabo una inversión histórica en los primeros tres años de administración con más de mil 500 millones de pesos para el desarrollo de los pueblos originales, que colocó a Puebla en el primer lugar a nivel nacional en inversión hacia ese sector de la población.
Todas las obras y programas fueron “tiros de precisión” para combatir la miseria y la pobreza que aún imperan en los municipios del estado.
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