La guerra de los padrinos / Intolerancia / Contracara
Aunque se especuló que durante el fin de semana pasado se conocería el nombre del coordinador parlamentario del PRI en el Congreso del estado, la realidad es que la identidad del futuro líder del Poder Legislativo se mantiene en el aire.
Por un lado Humberto Aguilar, diputado por Tepeaca, suspira con fuerza, basado en su cercanía con Javier López Zavala quien primero lo proyectó como director del DIF y posteriormente lo convirtió en candidato a diputado.
Es evidente que “El Mariachi” es visto por Zavala como uno de sus incondicionales.
Partiendo del supuesto de que Zavala no irá al Congreso, es obvio que no dejará la oportunidad para impulsar a uno de sus cachorros, ya que su proyecto político requerirá de un operador que lleve mano en el legislativo.
Por su parte, Rocío García Olmedo tiene a Mario Montero como su principal aliado.
El secretario de Gobernación conoce a la perfección a la diputada electa por Atlixco, ya que durante la administración municipal marinista Mario Montero cabildeó desde la Secretaría General con la entonces regidora, Rocío García, para lograr acuerdos mayoritarios en el Cabildo.
Sin embargo, no todos en la burbuja ven con buenos ojos la posible llegada de Rocío a la Gran Comisión.
La misoginia política lo ha llevado a querer bloquear las aspiraciones de García Olmedo.
De la terna que se ha venido barajando en los mentideros políticos, quizá sea Pablo Fernández del Campo el que menos posibilidades tiene de llegar; sin embargo, se sabe que es bien visto por algunos personajes de peso, incluido el gobernador Marín.
Además, también hizo “clic” durante la campaña con Valentín Meneses y algunos otros priistas.
Para su mala fortuna, el fantasma de su etapa dogerista podría marcar su futuro, privándolo de presidir el Congreso local.
Aunque no se pueden descartar sorpresas, todo indica que de uno de estos tres saldrá el presidente de la Gran Comisión del Congreso del estado.
Por lo pronto, los tres principales operadores del gobernador —léase Zavala, Montero, Meneses— parecen tener su propio gallo.
Si de algo podemos estar seguros es que al final de la historia el gallo que cantará será el del gobernador Marín.
Se abren las apuestas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario