Proponen convertir a la Comisión de Arbitraje Médico en órgano autónomo
Por Juan Pablo Proal / e-consulta
La Comisión Estatal de Arbitraje Médico (Cesamed) pedirá su autonomía respecto del gobierno del estado y anexará a su nombre el título de “Conciliación”, modificación que tiene por objeto reforzar la mediación entre los profesionales de la medicina y sus pacientes, y disminuir los juicios por negligencia médica.
Marco Antonio Casas Arellano, titular de la Cesamed, apunta que en la sociedad existe desinformación entre la relación médico y convaleciente, razón por la cual a cualquier fenómeno de discordancia se le atribuye el título erróneo de “negligencia”.
Este dato puede apreciarse en las estadísticas de quejas que este año ha recibido la Comisión. Con cierre a noviembre pasado, ciudadanos inconformes interpusieron 673 solicitudes de intervención ante la Cesamed.
De este número, 346 llegaron a un acuerdo entre las partes en conflicto sin acumular expediente, 327 fueron analizadas a cabalidad, 3 pasaron a la fase de laudo médico y sólo una encontró culpable al profesionista.
En conjunto, estas cifras quieren decir que sólo el 0.1 por ciento de los presuntos casos de negligencia médica conllevan el dolo del galeno.
En entrevista, Casas Arellano sostiene la teoría de que los errores de comunicación entre los profesionales de la medicina y sus pacientes provocan desencuentros jurídicos entre ambas partes, que generalmente derivan en largos procesos carentes de sustento legal.
La culpa de los doctores –apunta– radica en generar “falsas expectativas” sobre la salud de sus convalecientes. Al tiempo, la responsabilidad de éstos últimos es ignorar el contenido de la “Carta de los Derechos Generales de los Pacientes”, suscritos en la Ley General de Salud y en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica.
Los diez derechos registrados en dicho documento son: “recibir atención médica adecuada, recibir trato digno y respetuoso, recibir información suficiente, decidir libremente sobre su atención, otorgar o no su consentimiento válidamente informado, ser tratado con confidencialidad, contar con facilidades para obtener una segunda opinión, recibir atención médica en caso de urgencia, contar con un expediente clínico y ser atendido cuando se informe por la atención médica recibida”.
Aunque en el gobierno estatal no existen estadísticas fidedignas sobre la relación de casos de negligencia médica, el funcionario estima que menos del 3 por ciento de las quejas presentadas conllevan algún tipo de irresponsabilidad del doctor.
En contraste, explica que el 97 por ciento de los galenos actúan “de buena fe” y si llegan a cometer yerros son propios de la profesión.
Los dos tipos más comunes de negligencia son: usurpación de funciones (cuando un médico ejerce una especialidad ajena a sus conocimientos) e impericia (abandonar una operación o dejarla en manos de un inexperto).
El director de la Comisión Estatal de Arbitraje Médico señala que, por parte de los pacientes, además de la falta de información sobre sus derechos, comúnmente omiten recurrir a una instancia conciliatoria, o, en su defecto, acuden directamente al ámbito jurídico, estrategia que echa abajo cualquier posibilidad de conciliación.
El ejemplo más inmediato es la muerte de la señora Fabiola Ruiz Castillo, quien falleció en el Hospital de la Mujer en junio del año pasado como consecuencia de una intervención médica de parto. Sus familiares interpusieron una demanda penal contra el director del nosocomio, José Armando Cáceres, razón por la cual la Cesamed quedó desplazada en este caso.
A continuación se ofrecen algunas estadísticas que ilustran los casos más comunes de las quejas presentadas, así como la relación con los recursos interpuestos ante instituciones públicas y privadas. La información fue brindada por el organismo y corresponde al año en curso.
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