|  Quién es Quién en los Basureros   del Periodismo. Para tener la lengua larga   hay que tener la cola   corta.Este no es el caso de Fabián Gómez, “columnista” y   socio –con Santiago   Bárcena jr.- de   la página digital Contraparte   Informativa.
 La biografía   periodística de Fabián   la cuenta él mismo en su propia página: “Es el Director General.   Egresado de la Licenciatura en Periodismo y Comunicación Colectiva por la   Universidad Madero, ocupó diversos cargos públicos  entre los que   destacan: Jefe del Departamento de Prensa y Difusión de la Procuraduría General de Justicia,   Coordinador del Departamento de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación,   Jefe del Departamento de Comunicación Social del Comité Administrador Poblano para la Construcción   de Espacios Educativos (CAPCEE), Director de   Comunicación Social de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes,   Jefe del Departamento de Prensa de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas.”
 Este currículo   lo dice todo: Gómez   Hernández es todo menos periodista.
 Y es que su labor profesional la ha desempeñado únicamente en jefaturas de   prensa.
 Hay que decir que en una primera etapa tuvo la protección de quien fue   su jefe en sus dos primeros cargos: Carlos Alberto Julián Nácer.
 Una vez que su jefe cayó en desgracia, buscó el   cobijo de Rómulo   Arredondo, actual secretario   de Comunicaciones y Transportes; de Javier García Ramírez,   a quien hoy golpea   impunemente, y del constructor Aristeo Reyes, titular   de Aeco.
 Hoy, convertido en “periodista” y “columnista”, se   dedica a llenar de adjetivos   calificativos a quienes no son afines   a su proyecto.
 Veamos.
 Héctor Sulaimán,   director de Enlace Institucional de Investigación y Estudios de la Secretaría   de Desarrollo Social, fue víctima ayer de Gómez Hernández,   quien fiel a su estilo le recetó las siguientes líneas: “Torpe   para guardar secretos   celosos, Sulaimán   Safi cada que puede, cada que su soberbia lo traiciona   y cada que se embrutece   con alcohol, presume que esa posición la tiene   amarrada porque a su jefe Jorge Estefan Chidiac, le deben la   estabilidad del estado, pues es el que trae dinero para Puebla.   (…) Repito, cada que puede –y puede seguido- y cada que se embrutece con alcohol   –más seguido-, Sulaimán Safi presume del poder que tiene   por el simple hecho de ser el gato del diputado que   pese a todo, ha logrado gestionar recursos para Puebla. (…) Las estupideces   que platica cuando se congestiona de alcohol y las traiciones que   presume este verdadero hampón, pueden ser escuchadas en cualquier   restaurante de lujo de la ciudad de Puebla”.
 Hasta aquí la cita.
 Dos días antes, sin embargo, Gómez Hernández había   dejado ver quién   estaba detrás del “periodicazo”.
 Y lo hizo en el contexto de varias líneas descalificatorias contra   la diputada electa Rocío   García Olmedo: “A pesar de realizar una buena campaña en medios   de comunicación para buscar ser la presidenta del H. Congreso del Estado, la   diputada electa, Rocío   García Olmedo, parece que siempre no llegará.   Y es que por si no lo sabe, a su jefe, el gobernador del estado, Mario Marín Torres,   no le gusta que lo presionen   a través de los medios de comunicación ni siquiera por ese pretexto. Ayer, en   el evento de la SEDESO, García Olmedo pasó con más pena que gloria,   como un fantasma   perdido en la historia de ese inmueble que fue   inaugurado. Por cierto: si alguien duda que Alejandro Armenta se ha   convertido en el secretario   consentido del gobernador Marín,   sólo tiene que escuchar las palabras que el propio ejecutivo dirigió al   público al hacer referencia   a su colaborador.”
 No hay que ser mago   para saber a quién le debe Sulaimán el golpe.
 Sí, en cambio, surge la duda acerca del autor de la campaña contra García Olmedo,   misma que se intensificó   este miércoles, cuando Gómez Hernández,   cobardemente, se le fue encima a la diputada electa con toda clase de basura.
 Eso sí: no escribió su nombre, aunque cometió un error: publicó su   fotografía.
 Víctima de un pésimo español –lo que da luces sobre su limitada   ortografía y más limitada redacción-, el “columnista”   tiene un vocabulario tan reducido que sus ofensas se constriñen a   los siguientes términos: “imbécil”, “estúpido”,   “hampón”,   “idiota”   y “borrachín”.
 Todos los días recurre a alguna de esas expresiones para descalificar   al adversario   de sus jefes.
 No hay que quebrarse la cabeza para saber que detrás de cada   “periodicazo”   contra García   Ramírez está Aristeo Reyes.
 ¿Y qué decir de Alejandro   Armenta?
 Su cancerbero ha ajustado cuentas con Blanca Alcalá, Jorge Estefan   y ahora Sulaimán,   todos ellos detestados   cordialmente por el secretario de Desarrollo Social.
 ¿La duda mata?
 ¿Hasta qué grado influirá   Santiago Bárcena jr. en las columnas de su socio?
 Pero ésta apenas es la punta del iceberg.
 Lo que hay abajo es verdaderamente nauseabundo.
 Y si el lector tiene paciencia pronto lo iremos develando.
 Por lo pronto remito al lector a varias columnas publicadas a principios del   año que termina, mismas que reflejan mejor el talante de Gómez Hernández:
 “Amenazas   (Gulp). Al principio no lo creí.
 “Pensé que era una mala broma.
 “Después supe que era verdad.
 “Ayer, por la noche, mi radio, Nextel, recibió una   llamada insistente.
 “Una llamada que ya tenía días de sonar.
 “¿El remitente?
 “Fabián   Gómez, quien aparece como jefe del departamento de prensa   de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del gobierno del   estado, a cargo de Javier   García Ramírez.
 “El tono de voz era evidente.
 “Y sus amigos me lo confirmaron después.
 “Con   esa voz, con esa pastura, este personaje le dijo al   quintacolumnista que se cuidara, que más le valía no viajar de noche,   que en una de ésas un día le tocaría.
 “Fiel a su estilo, quien esto escribe trató de minimizar   las cosas y se comunicó con aquellos a quienes Fabián ha venido   sirviendo desde   siempre.
 “¿Sus nombres?
 “Aristeo   Reyes, titular de la Asociación de Empresas de la   Construcción en Puebla, y Rómulo Arredondo, secretario de   Comunicaciones y Transportes.
 “Ambos, de entrada, se deslindaron de las amenazas.
 “Y más: le ofrecieron al quintacolumnista que de inmediato   se comunicarían con él para hacerle saber que de hoy en adelante ya nada querían saber de él.
 “Ni para bien ni para mal.
 “El problema de las amenazas en Puebla no es gratuito.
 “Ni nuevo.
 “Fabián   Gómez es un ejemplo probado de ello.
 “En los ministerios públicos hay ejemplos sobrados de sus actitudes.
 “Una víctima constante de él es Nancy Ordaz, a quien el agresor   ha venido amenazando   una y otra vez en diversas ocasiones, al grado de que ha recurrido a la violencia.
 “¿Pruebas?
 “Hay más de una en los ministerios públicos.
 “¿A quién hay que endosarle esta nueva amenaza?”.
 Hasta aquí la cita.
 Un mes después, en febrero, el quintacolumnista escribió las siguientes   líneas sobre el mismo personaje:
 “De Cómo el   Quintacolumnista se Transformó en Fruto del Pecado. Justo   a unas horas de que el Escándalo Marín cumpla un año, un funcionario   del gobierno estatal, Fabián Gómez Hernández, incurrió en dos   acciones que hablan muy bien del nivel en el que se mueve:   la amenaza   y el denuesto.
 “Ayer, en las páginas de El Sol de Puebla, y a   través de una inserción   pagada, el propio Gómez Hernández publicó   a una plana un texto que data de noviembre de 2002 y que arremete   visiblemente en contra del quintacolumnista.
 Dicho texto –refutado   en su momento por la persona que aparece como supuesta autora- ha   tenido una curiosa   travesía, pues cuando menos ha sido publicado cinco veces,   y en diferentes medios, por distintos personajes.
 “Lo interesante es que se ha recurrido a él cada vez   que alguien se ha sentido agredido por el propio quintacolumnista.
 “Sobra decir que a estas alturas dicho libelo provoca las   mismas reacciones que generó en su origen: un ataque de risa y una   dosis exacta de pena   ajena.
 “Y es que el texto citado dibuja a un servidor como un auténtico monstruo   –o mostro-   de la naturaleza, capaz, faltaba más, de asesinar, violar, seducir y   pergeñar hijos   idiotas, todo esto con el beneplácito   de las autoridades judiciales, quienes han sido incapaces de integrar   una sola averiguación sobre estos temas pese al carácter obsesivo   del delincuente…
 “O sea: yo.
 “Por si fuera poco, dicha rata de caño   –léase otra vez “yo”- pasa de un   sexo a otro como Pedro   por su casa.
 “Ah: y presume   de tener influencia   en el ámbito político y judicial.
 “En síntesis: el depravado de marras se ha venido burlando   de todos y de todas sin que el hacha de la Justicia   haya caído sobre su cabeza.
 “Y es que, joder,   al quintacolumnista lo mismo lo han protegido Manuel Bartlett y Melquiades Morales   que el mismísimo Mario   Marín.
 “Quizás por eso, indignado ante tamaña complicidad   con el chacal,   el jefe de prensa de la Seduop se atrevió a romper el silencio y a denunciar públicamente   –como otros cuatro personajes lo han hecho con anterioridad- a quien es   un auténtico cáncer   par el ejercicio de las buenas costumbres.
 “Hasta aquí todo pareciera ser impecable.
 “Lo malo es que el panfletito no es sino una ópera bufa   que, como decía líneas atrás, fue desmentida en su momento   por quien hoy está más que dispuesta a interponer una denuncia   en contra de quien resulte responsable.
 “Y algo más: al ser Fabián Gómez el responsable de la   publicación –lástima: dejó sus huellas- algo tendrá que ver en esta nueva historia judicial”.
 Hasta aquí las columnas.
 Sobra decir que cuando Gómez Hernández profirió la amenaza de muerte   y publicó el libelo   fungía aún como jefe de Prensa de la Seduop.
 Es decir: era funcionario público.
 Hoy que vuelve a las andadas no está de más recordar   esto.
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