| Tiempos de Nigromante   artrueda@laquintacolumna.com.mx | 
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|  Burros   en matemáticas, lectura y ciencias     Los resultados de la prueba PISA 2006 organizada por   la OCDE son concluyentes: el drama de la educación poblana   está inmerso dentro del drama que es la educación nacional. La   simple inferencia nos indica nuestro verdadero lugar en la globalización: si   México es el último lugar en el club de los países ricos, y Puebla es uno de   los últimos doce lugares de México, queda claro que nuestros estudiantes   en el rango de los 15 años –universo de la prueba- están más cerca de Burundi que del mundo   desarrollado.    No saben matemáticas, no tiene interés por la ciencia y nada más no   comprenden lo que leen. Más claro: los jóvenes poblanos no tiene espacio para   la competitividad   global porque ni siquiera tiene los fundamentos de   la educación del siglo XX. O del XIX. Imposible avanzar.   La evaluación desalentadora de PISA, por lógica natural,   nos obliga a buscar culpables. Lo más sencillo, por supuesto,   es dirigirse contra Darío Carmona y el gobierno marinista, una   vez que las conclusiones del estudio refieren la necesidad de modificar la relación de trabajo   en el Sindicato y la dependencia gubernamental. Hacer tal crítica, sin   embargo, sería un acto de ingenuidad: la relación mafiosa   entre SNTE y SEP no encuentra su origen en el estado, sino en la Federación   gracias al exacerbado poder de Elba Esther Gordillo,   brillantemente reseñado por Ricardo Raphael de la   Madrid en su libro sobre los socios de la Teacher.   Una vez más, Puebla es un microcosmos del drama nacional.   Tampoco debemos olvidar que el marinismo recibió la educación básica   en su peor punto, la herencia más perniciosa del melquiadismo.   Pero los pecados alcanzan para repartir. Darío Carmona, más que un   especialista en educación, ha sido el pastor correcto para conducir las siempre   turbulentas relaciones con el magisterio. Su   problema es que el ¿éxito? de su gestión se ha basado en concesiones mayores y   extraordinarias al sindicato sin exigirle resultados claros a cambio.   Las negociaciones salariales del 2006 y 2007, que en conjunto costaron más de   2 mil millones de pesos al erario estatal, simplemente no han encontrado   correspondencia por parte de los maestros.   Darío Carmona, además, se encuentra rodeado por pillos   -si no es que el pillo mayor es él mismo- que no tienen autoridad moral   para exigir a los maestros un mayor esfuerzo. Y para muestra un botón: el Director General de Desarrollo   Educativo –una posición trascendental en el   organigrama de la secretaría- es una auténtica ficha, de la   que los mismos empleados –una vez que se ha corroborado la identidad   del informante- reportan vida y obra.   “Mi molestia actual se refleja porque en lugar de que los   responsables de las políticas y programas educativos utilicen todos los   recursos humanos y materiales para el desarrollo educativo de nuestra   entidad, prefieren utilizarlos en labores ajenas a la educación   con el único afán de quedar bien políticamente con su “amigos” y   de paso lograr colarse en un buen hueso que les   reditué un desarrollo pero no precisamente educativo sino, económico.   Tal es el caso del “servidor público”, que de servidor no   hace nada, solo suele ser “servil” con su superiores y amigos,   que ostenta el cargo de Director General de Desarrollo Educativo, el Sr.   Licenciado Francisco   Javier Arce Lozada,   aquel funcionario que placidamente despacha en las instalaciones de la   Secretaría de Educación Pública Estatal, pero que realmente opera a favor de grupos de poder e   intereses mezquinos o bien para su propia   satisfacción.   “Recuerdo cuando hace tiempo, hace mas de un año en una reunión   de trabajo el Titular de la Secretaría decía que no permitiría que ninguno de   sus subordinados y mucho menos algún coordinador regional tuviera un “affaire”   (es decir, se echara una canita o como el Lic. Arce suele señalar una nalguita al aire).   Es bien sabido que dicho funcionario trata al personal femenino de su   adscripción como si estuviera en un bar de mala muerte, pues asedia y acosa a cuanta   “chavita” o “viejota” (según   su léxico) se le cruza en el camino. Mucho cuidado si eres fémina y tienes   que tratar un asunto en su oficina, pues de seguro su libidinosidad   como mínimo tendrás que soportar si bien te va, porque si no, pues seguirá el   acoso y la invitación a realizar algunas actividades extralaborales;   ahí de ti sino accedes.   “Que diría su Jefe (Mtro. Darío) si   supiera (bueno le doy el beneficio de la duda que no sabe), que nada menos   que su Director General, jefe de todos los Coordinadores Regionales,   es el primero que pone el mal ejemplo; con que cara va a poner quietos a sus   subordinados, si aquí en la capital de las cuatro coordinaciones regionales   todo mundo sabe que su querida y adorada protegida se encuentra   “laborando”, en la Corde Oriente, y que   los pobres y desdichados trabajadores de esa coordinación tienen que soportar   con indignación y frustración todas las majaderías y berrinchitos que dicha   primera dama (como se le conoce) realiza; pues ya que la Profesora M. L.   se siente como la titular de la Corde o mejor aun   representante plenipotenciaria del Director General.    “…Y sí, no dudo que haya echo su chamba, pero a favor de   otros intereses, que nada tiene que ver con la educación y que ahora derivado   del triunfo de su partido el PRI, pues quiere que le paguen la factura,   porque sabrá Usted, que este Director General no sabrá nada de coordinar   Consejos Escolares de Participación Ciudadana ni de Políticas o Programas de   Desarrollo Educativo, pero que tal no se llena la boca en decir que el coordinó a su gente para que el   PRI obtuviese los números de victoria en cada uno   de los distritos.   “Y bueno pues sepa Usted, que varios compañeros tuvimos que   hacer proselitismo   político con los padres de familia, ocupar   nuestros fines de semana para las actividades electorales y el 11 de noviembre vigilar y reportar   cualquier anomia de las casillas que por CORDE, y   o región teníamos a nuestro cargo. ¡Que porque lo   hice? pues porque no quiero represalias”.   Hasta ahí el informe interno de la Secretaría.   Maestros que deben ejecutar tareas de operadores electorales.   Funcionarios como Javier   Arce Lozada que abusan de su poder.   Desvío de recursos de la secretaría para actividades del PRI. ¿Y así quieren   que mejore la educación? Buena broma.   | |
martes, 11 de diciembre de 2007
Burros... burros
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