| Tiempos de Nigromante  artrueda@laquintacolumna.com.mx | 
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|         Corrupción…su nombre es   Javier     Hasta parece una historia escrita de Corín Tellado. Una versión de Lágrimas y Risas. Pero la   realidad siempre se acaba imponiendo a la ficción. Un solo nombre   dibuja la corrupción sexenal: Javier García Ramírez.   El titular de la Secretaría de Obras Públicas ocupará en la historia el nada   honroso lugar del funcionario   más transa del sexenio marinista. Y eso que son muchos los que le hacen competencia. Los ceros de su   cuenta crecen exponencialmente, aunque los constructores poblanos tienen miedo de enfrentársele   por temer a ser vetados. En el gobierno estatal, al referirse al Evo Morales   de aquí cerquita dicen que “hace obra cara,   pero buena”. Ni eso. El excelente reportaje de Efraín Núñez mostró una   realidad brutal: a siete meses de haber sido inaugurada, la “nueva” carretera Amozoc-Tepeaca   se encuentra prácticamente destruida.   Si las evaluaciones   que se hacen en el gobierno estatal son reales para decidir quiénes serán los   secretarios y   subsecretarios que culminarán el sexenio, y   aquellos que se irán de patitas a la calle, el nombre de Javier García   Ramírez tendrá una importancia especial. Dejarlo en el gabinete será una declaratoria formal   de que el “año de Hidalgo” empezará tres años antes del   final del sexenio. Correrlo,   sin embargo, probablemente afectaría los tres principales proyectos   del marinismo. Para bien y para mal, Evo Morales mantiene el pulso de Valsequillo, el Centro Expositor y La Célula.   Los dos últimos, por supuesto, son las obras de relumbrón con las que el   marinismo justificará los más de 8 mil millones de pesos   han destinado para la obra pública.   Las evidencias de la corrupción de García Ramírez son difíciles de   obtener por varias razones. La primera y más importante es la cooptación de muchísimos medios de   comunicación y periodistas que han devenido en   comisionistas de constructores, y en menor medida, prósperos empresarios   de la construcción. El antes conocido como “Mister Diezmo”   –pero que en los últimos meses se ha transformado en “Mister 20   por ciento” por aquello del alza en las comisiones-   tiene una red de   protección en los medios de comunicación. La   prueba son aquellos que se rasgaron las vestiduras por los cientos de baches   que se destaparon en la capital por la temporada de lluvias, pero   que guardan un sospechoso   silencio ante la evidencia de la baja calidad de   la obra de Evo,   como en el caso de la “nueva” carretera Amozoc-Tepeaca.   La segunda es el temor de los propios constructores a García   Ramírez. En las mesas los restaurantes de la Juárez todos repiten lo mismo.   En la Seduop de nada vale ser amigo del gobernador.   Mejor hay que ser amigo de Javier. La cantaleta se escucha constantemente. Y   el nombre que resalta es el constructor Óscar García, que recién   se compró un Ferrari   con las ganancias que le dejó el Hospital General Norte   que todavía no tiene fecha de inauguración. La obra dejó tanta ganancia   porque de 600 millones de pesos se elevó a 700, y casualmente Óscar   García y sus empresas ganaron las 2 etapas de la licitación.   ¿Será porque tenía información confidencial? ¿Tanta   como para iniciar la construcción de la segunda etapa cuando todavía no se   licitaba? Queda claro que con ganancias de 70 millones de pesos    hay suficiente como para comprar el famoso Ferrari.   El enojo empieza a crecer. Amigos de Marín, que en campaña aportaron   muchos recursos, no   obtienen obra y sufren el bloqueo de García Ramírez,   quien tiene un grupo de favoritos que son los grandes beneficiarios. Pero las   pruebas empiezan a salir poco a poco, como en el caso del incumplimiento a la empresa Coconal, que en próximas   fechas iniciará la demanda   en contra del gobierno estatal en los tribunales federales. Obra cara y mal hecha.   Ésa es la herencia del Evo Morales de aquí cerquita.   Ésa, y los ceros de su cuenta.   Si la reorganización del gabinete va en serio, Marín tendrá que   evaluar con cuidado la permanencia de un funcionario que se ha convertido en sinónimo de corrupción,   aunque no es el único.     *** Pecados veniales.   ¿Quién es el poderoso   sacerdote que brinda protección a la defraudadora de los viajes a Roma   con el pretexto de ver al Papa? Las buenas conciencias se estremecerán cuando   la investigación esté completada y salga a la luz pública. El párroco en   cuestión tendrá un retiro   indigno.     | |
miércoles, 12 de diciembre de 2007
La corrupción tiene nombre
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