lunes, 17 de septiembre de 2007

Zavala calladito se ve más "monito"



Réplica y Contra Réplica
Alejandro C. Manjarrez / Síntesis
“¡No manches Javier!”




¿Es candidato a presidente municipal? No.

¿Es candidato a diputado local? No.

¿Es candidato a diputado federal? No.

¿Es candidato a senador de la República ? No.

¿Es candidato a gobernador del estado de Puebla? No.

¿Y entonces qué carambas es?


Simplemente candidato plurinominal o, para dar el toque literario a la posición político-fraternal del personaje de este día, hay que definirlo como el candidato metáfora. Y si al lector no le gusta el término, entonces le pido lo cambie por el de "candidato tropo", definición ésta que quiere decir lo mismo pero para los oídos resulta mucho más eufónica.


Y ya que me metí en los terrenos pantanosos de equiparar la literatura con la política, tengo que citar a Calderón, pero no el "preciso", que conste, sino el que por segundo apellido lleva el: de la Barca :


"… porque el honor
es de materia tan frágil,
que con una acción se quiebra
o se mancha el aire."


Y mire usted lo que son las coincidencias: el "¡no manches Javier!", podría ser la protesta silenciosa de muchos de los candidatos priistas (los de mayoría), los que se han quedado mudos para evitar ser víctimas de los reclamos o de las reprimendas del poder. Esto porque mientras unos se cuidan en exceso, otros, los más valientes, cada vez que la prensa da cuenta de la campaña que realiza el "candidato tropo", cuando mucho sólo se arriesgan a murmurar el "no manches el aire Javier"… u otra frase parecida.


¿Javier? ¿Cuál Javier? Me refiero a Javier López Zavala, el mismo que fue secretario de Gobernación; el que hasta ayer se había negado a dejar de sentir y pensar como lo hacía cuando despachaba en Casa Aguayo; el que se ha vuelto sordo y que ya no escucha nada, ni quiera la voz de las protestas silenciosas de sus correligionarios cuya presencia pública ha quedado aplastada por los excesos de movilidad y la propaganda personal de éste que es el "candidato tropo".


¿Será que le pegó ya el autismo político"? No lo creo a pesar de que se haga como que la virgen le habla. Sólo se ha quedado sordo. Y esa aparente "sordera" le impide escuchar el clamor popular, quizás porque la cerrazó le ayuda a permanecer dentro de la burbuja marinista.


¿Y sus "desdoblamientos" afectarán las campañas de los candidatos del PRI? Supongo que sí ya que perturban a quienes están trabajando para que los electores de su distrito primero los conozcan (o los recuerden) y después crucen su nombre y emblema partidista en la boleta respectiva. Imagíneselos buscando el apelativo de don Javier, el súper candidato de todos los distritos y de todos los municipios poblanos…


"Pero es que la imagen y el carisma y la personalidad que tiene el jefe, son cualidades que garantizan que el PRI gane las elecciones en la mayoría de los distritos", argumentarán sus cercanos, sus corifeos. Es obvio que ésta es una apreciación equivocada ya que todavía no nace el poblano que cuente con esos atributos (conste que no dije chiapaneco). Lo que pasa o pasará es que esa supuesta imagen, carisma, don de la ubicuidad o personalidad, como guste llamar el lector a lo que parece una simple megalomanía, aparte de acabar con lo poco que tienen los candidatos, podría afectar al propio Javier cuyos propósitos políticos van más allá de la lógica partidista y de la cultura política de Puebla (todavía existe a pesar de las intentonas y las actitudes chavacanas para eliminarla).


¿Y entonces qué tendría que hacer?, preguntará alguno de esos corifeos. Pues adoptar su doble papel, el de coordinador del voto y primero en la lista plurinominal. O sea trabajar para su partido y no para su proyecto personal que, como ya fue dicho en este espacio, depende de las circunstancias que por el momento no lo favorecen (fama pública, prestigio o desprestigio del gobierno, fuerza y presencia de la oposición, estructuras electorales ajenas al PRI, apertura de los medios de comunicación, tiempos políticos, resultado de la próxima elección y los impactos mediáticos por venir).


Partiendo de que López Zavala será diputado pésele a quien le pese, los que saben de política y conocen bien al exsecretario de Gobernación, dicen que lo más conveniente sería que Javier se quedara calladito como un niño bueno, sin hacer olas pues.


Que se vería más bonito si se dedicara a organizar la promoción del voto en vez de ser el ajonjolí de todos los moles con el afán de promover lo que hasta hoy es su sueño guajiro. Que le ayudaría más al gobernador Mario Marín Torres si entendiera que la diputación plurinominal es un premio a su lealtad, no a su "capacidad parlamentaria". Que los electores sufragarán por el PRI y sus candidatos de mayoría relativa y no por una metáfora, o sea por un supuesto candidato de candidatos, por un político de políticos, por un carisma de carismas, por una solución de soluciones, por alguien que a destiempo quiere ser gobernador.


De ahí que entre dientes o a soto voce los candidatos del PRI digan: "¡No manches Javier!. Recuerda que tu honor es de materia tan frágil/ que con una acción se quiebra/ o se mancha el aire".


acmanjarrez@hotmail.com

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