jueves, 20 de septiembre de 2007

Tráfico de influencias liberan a secuestrador




Viva la impunidad
Por Ignacio Juárez Galindo / e-consulta



Tras ser detenido por intento de secuestro, Jesús Severiano Rosas fue liberado y se reincorporó sin problemas a la Dirección de Seguridad Pública de Esperanza.

La semana pasada, la fotografía de Jesús Severiano Rosas ilustró las secciones de nota roja de los diarios de la ciudad de Puebla. Fue detenido con otras tres personas que integraban una banda, la cual pretendía consumar un secuestro exprés, según el parte policiaco difundido.

Tras ser liberado, en medio de un escándalo de supuesto tráfico de influencias en el que participó el senador Melquiades Morales Flores, el sujeto se reincorporó sin ningún problema a su trabajo y hasta ayer despachaba tranquilamente en su oficina: la Dirección de Seguridad Pública de Esperanza.

En el ayuntamiento de Esperanza todo mundo calló. El edil suplente Alfonso Morales González se negó a recibir las llamadas telefónicas y el contralor del lugar estaba de “comisión”.

Sin embargo, en la comandancia municipal un policía, que se negó a proporcionar su nombre, señaló que Jesús Severiano se mantenía activo como comandante de la Policía Municipal y aunque en ese momento había salido de la oficina para dar un recorrido por la localidad, posteriormente se reportaría.

La detención

Cuando los funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal anunciaron la semana pasada la exitosa detención de un banda de delincuentes que pretendía cometer un secuestro exprés, estaban muy lejos de imaginar la verdadera personalidad de los detenidos.

Y es que el grupo de delincuentes estaba integrado por elementos de la Policía Municipal de Esperanza, entre ellos el comandante Jesús Severiano. El subprocurador Rodolfo Igor Archundia, confirmó el cargo público de los detenidos, pero aclaró que el día que ocurrieron los hechos no estaban “en activo”.

De acuerdo con el comunicado de prensa difundido por la dependencia municipal, que fue acompañada de las fotos de cada uno de los maleantes, se dio a conocer que los sujetos viajaban a bordo de dos vehículos: una camioneta Ford Ranger, color verde, placas de circulación SF-55199 del estado de Puebla, y de un coche Optra, modelo 2006, con placas de circulación TVA-5499 del estado de Puebla.

Los detenidos fueron: Luis Alberto Cortés González, de 24 años de edad; Mauro Baltazar Cortés, de 51 años; Jesús Severiano Rosas, de 30 años; Ángel Ignacio Jiménez Reyes, de 22 años; y Anette Zuñiga, de 28 años.

Con base a la información difundida por la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, la víctima narró que fue trasladada rumbo a la presa de Valsequillo, en donde la amenazaron para que firmara unos papeles en blanco y, posteriormente, fue llevada a la sucursal bancaria HSBC, ubicada en una plaza comercial del bulevar Valsequillo.

Sin embargo, de acuerdo con el diario Puebla Sin Fronteras, dirigido por los periodistas Sergio Reguero y Gerardo Pérez, la detención fue ordenada por el edil con licencia de Esperanza y candidato del PRI a la diputación local por Ciudad Serdán, Víctor Huerta Morales. La víctima era Verónica Aguilar Arista, propietaria de una constructora y socia del ex munícipe quien le adeudaba 700 mil pesos.

Fue por la intervención del senador Melquiades Morales Flores y el dirigente de la Confederación Nacional Campesina, Jesús Morales Flores, quienes habrían incurrido en el delito de tráfico de influencias, como se evitó que el candidato del tricolor fuera involucrado en la privación ilegal de la libertad, según difundió el rotativo.

Asimismo, el legislador, a través de su hermano, habría influido para que los detenidos no fueran procesados por secuestro sino que el delito se tipificara como chantaje. A la par, se aseguró en el espacio radiofónico que dicho periódico tiene en la estación 1280 AM, la víctima supuestamente pidió la cantidad de un millón de pesos para otorgar su perdón

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