Zavala impone candidatos y el PRI pierde mayoría

A pesar de tener todos los hilos de la información en sus manos, los caprichos de Zavala al imponer candidatos le cuesta al PRI la mayoría en el Congreso del Estado.

Los periodistas libres de Puebla coinciden en algo. Zavala es el peor enemigo del PRI. Aquí un comentario de Arturo Rueda, publicado por Cambio el día de hoy.

Tiempos de Nigromante
de Arturo Rueda
artrueda@laquintacolumna.com.mx


La pesadilla marinista

Todos a temblar. La peor pesadilla del marinismo comienza a tomar forma. La derrota en la lucha por conservar la mayoría priísta en el Congreso es una posibilidad real. El prestigiado CISO de la UAP trae los heraldos negros: si en este momento se llevara a cabo la elección de diputados prevista para noviembre, el PRI apenas podría ganar 10 distritos electorales –la mayoría enclavados en la Mixteca- y Acción Nacional de haría con la mayoría del Congreso al ganar 16 distritos locales. Sumados a sus plurinominales, el PAN estaría muy cerca de obtener la mayoría simple y con ello el control de la aprobación de las cuentas públicas. Sobretodo también el número de diputados clave para resolver el juicio político en contra de Mario Marín. Preparados para colisión.

En lugar de mejorar, el PRI empeora su posicionamiento electoral. Hace unos meses (CAMBIO 21/III/2007) la encuesta del CISO correspondiente a febrero presentaba un escenario más equilibrado en la lucha por el Congreso estatal: 13 distritos para el PAN, 12 para el PRI y uno en empate técnico. Una mala evaluación que podría ser remontable. Sin embargo, a poco más de tres meses de la elección de noviembre, el tricolor ha perdido completamente el control del Congreso y se prepara para asumir una nada honrosa primera minoría. Reducido al papel que actualmente juega el PAN: una mera comparsa.

Los 10 distritos electorales que ganaría el PRI son: 10 de Izúcar de Matamoros; 11 de Chiuatla; 12 de Acatlán; 13 de Tepexi; 15 de Ajalpan; 17 de Tecamachalco; 18 de Acatzingo; 22 de Zacapoaxtla, 23 de Tetela y 26 de Xicotepec. Queda claro que la fortaleza del priísmo se reduce al corredor de la Mixteca, la zona de mayor expulsión de migrantes y una de las más pobres del estado. Algo le queda de su antigua fuerza en la Sierra Norte, pero parece poco para resistir los embates del panismo.

De acuerdo con la lista tricolor de candidatos a diputados, los nombres que entrarían al Congreso serían Carmen Ericka Suck Mendieta (Izúcar), Joel Hernández Ruiz (Chiautla), Eugenio Edgardo González Escamilla (Acatlán de Osorio); el hermano del gobernador, Enrique Marín Torres (Tepexi de Rodríguez); Mario Méndez Reyes (Ajalpan); Héctor Mauricio Hidalgo González (Tecamachalco); Javier Aquino Limón (Acatzingo); Josefina García Hernández (Zacapoaxtla); José Lorenzo Rivera Sosa (Tetela) y Carlos Barragán Amador (Xicotepec).

Vaya bancada. Qué bajo perfil. ¿Quién defenderá las cuentas públicas del gobernador? ¿Quién de ellos tiene los conocimientos para asumir una defensa jurídica de Marín ante los intentos que vendrán de juicio político? La mayoría de ellos apenas sabe hablar. La reproducción del modelo Raymundo Atanasio a la décima potencia. Hijos políticos de Javier López Zavala: la reproducción de la meritocracia abrepuertas. Pobres esperanzas las del gobernador si estos serán sus defensores.

El PAN, por su parte, prepara su asalto al Congreso. 16 distritos electorales. La antesala de la gubernatura. Con cinco más que obtuviera de los plurinominales, aseguraría la mayoría simple de los 21 diputados, suficientes para imponerle su voluntad al marinismo y hacerle la vida imposible al gobernador por lo que resta del sexenio.

Los panistas se harían por completo de la zona metropolitana: Puebla y sus seis distritos electorales, San Pedro Cholula, Atlixco y San Martín Texmelucan. Mantendría el enclave de Tehuacan y aseguraría el control de la sierra nororiental en los que su presencia ha crecido de acuerdo a las cifras de los últimos procesos electorales: Ciudad Serdán, Tlatlauqui, Teziutlán, Zacatlán y la sorpresa recaería en Huachinango.

Queda claro que el PRI ha tocado fondo y la derrota en 16 distritos electorales es su peor escenario. ¿Podría mejorar? Quizá. Pero hasta qué grado. ¿Ganar 12, 13, quizá 14 distritos? ¿Con ésos candidatos de tan bajo perfil?

Un olor comienza a llenar el ambiente: el de la derrota tricolor.