“Sólo con Zavala, los priistas pueden frenar al PAN: Villaverde Los candidatos del PRI deben designarse a la antigüita, dice el añejo líder priista
INTOLERANCIA. Mario Martell / Foto Rodolfo Pérez
INTOLERANCIA. Mario Martell / Foto Rodolfo Pérez
“Recordemos que cuando vivía Fidel Velásquez los empresarios no participaban en política como lo hacen ahora, escuchaban a los obreros”, dice Arturo Villaverde quien acaba de presenciar una escena inédita para su corazoncito priista.
A un par de mesas, el exdirigente nacional de la Coparmex Toño Sánchez Díaz de Rivera (feliz de la vida, sonriente, pleno como candidato blanquiazul hace campaña) y camina casi levitando como si fuera ya el candidato del PAN a la alcaldía, de ahí el alcalde y de ahí hasta gobernador. La experiencia lo cimbra (a Villaverda) y frente a la grabadora da dos que tres escopetazos de lucidez
—café de por medio
— sobre el proceso interno de su partido. Para el priista de viejo cuño Arturo Villaverde si el PRI quiere ganar las próximas elecciones debe nombrar a sus candidatos a “la antigüita”, como en los tiempos idos en que el PRI era un partido hegemónico.
Villaverde, entrevistado por Intolerancia Diario en su oficina al aire libre del Italian Coffee de doña Mago, se vuelve a media conversación un verdadero nostálgico de aquel PRI setentero con el que la derecha ni siquiera pintaba.
Sin chamba en el partido desde hace un buen rato, ni puesto en el gabinete de Nueva Generación, Villaverde desde su óptica de priista old fashioned desmenuza los vericuetos de la actual lucha electoral en su partido cuando Blas Chumacero y Fidel Velásquez les “pintaban mocos” a la derecha que ahora gobierna el país. Pero vayamos a los conceptos villaverdistas.
“Los priistas marginados le hacen mucho daño al PRI. Cualquiera puede ser aspirante pero los priistas con capacidad de convocatoria a los que ha dejado el partido lo dejan vulnerable”, plantea el priista que inició su militancia en las juventudes del expartidazo en la década de los setentas. A Villaverde lo mueve más bien una experiencia fenomenológica.
Es lo que se dice un priista
—suerte de especie en extinción— que ha sido sustituido por el pragmatismo descolorido de los tecnócratas neoliberales y aquí en la Puebla decimonónica por los egresados de la Libre de Derecho. En resumen, Villaverde apunta que se debe fortalecer a las organizaciones partidistas del PRI
—CTM, CNOP
— las cuales se encuentran “minusválidas” y son marginadas de las decisiones de la cúpula de su partido político, el que cada día se mimetiza con el Partido Acción Nacional, al que alguna vez combatió ideológicamente y al que mira ahora como su aliado. “No se vale continuar jugando a simular un proceso democrático. Debieron haberse designado los candidatos a la ‘antigüita’.”
El PRI sin vida política interna
—¿Qué pasa ahora en tu partido que carece hoy de una vida política interna, propia como en el pasado?
—El peligro electoral para el partido no son esos cien resentidos, sino los marginados que son políticos y sabían cómo viene la circunstancia. Ya no es posible continuar una simulación democrática querer ganar las elecciones cuando los mejores hombres, las mejores mujeres que tienen capacidad de convocatoria han sido marginados y no han sido tomados en cuenta. Están fuera del partido sin que se hayan ido a ningún otro partido.
—Los militantes del PRI se han alejado de su partido…
—Hay priistas muy connotados con experiencia y capacidad política que han sido marginados del activismo político partidista, que ni siquiera son invitados a los eventos y a los actos del partido. En consecuencia no están los mejores hombres y mujeres del partido no están participando cuando son ellos los que tienen capacidad de convocatoria.
Yo no creo que los resentidos sean un problema, sino los marginados. Los resentidos son los perdedores del proceso interno cuando buscan ser candidatos.
Elegir candidatos a la antigüita
Elegir candidatos a la antigüita
—Me anoto y no me la dan y me voy a otro partido…
—Es a lo que se refería Gabriel Sánchez Andraca. No constituyen ningún peligro, son los marginados, los que sí son políticos, los que tienen capacidad de convocatoria y tienen capacidad de convocatoria entre la base ciudadana, y finalmente a que van a una elección a convencer a los electores a que voten a favor de su propuesta política.
Ahora, no se vale continuar jugando a simular un proceso democrático. A mi juicio, el partido debió haber designado a sus candidatos con un proceso a la “antigüita”.
—¿Qué es a la “antigüita”?
—Haber hecho un análisis de los militantes del partido y de los aspirantes, para que quedaran como candidatos los mejores hombres y mujeres del PRI, los que tienen capacidad de convocatoria en la base social, y no simplemente los que tienen aspiraciones.
No es suficiente tener aspiraciones. Y
o aspiro a ser presidente de la República. Tú aspiras a ser presidente de la República pero esa aspiración no basta. ¿Cuáles son realmente los merecimientos que tienes para poder aspirar a un cargo de elección popular?
En consecuencia, hay 10 mil aspirantes pero sólo cien se registraron.
O sea que 9 mil 900 siguen con su aspiración y no se registraron porque no se les dio en tiempo y forma la convocatoria para poder registrarse. No se vale continuar jugando a simular un proceso democrático. Debieron haberse designado los candidatos a la “antigüita”.
—¿A la “antigüita” es que el gobernador los designe?
—No. A la “antigüita” es que se hiciera un análisis serio y real de los mejores, no basta la aspiración. Podríamos hablar de personajes políticos priistas que están fuera del juego, no sólo del juego interno del partido, sino del activismo mismo del partido.
—Eso que dices de a la “antigüita”. Cuando el PRI era un partido hegemónico…
—No decidía forzosamente el gobernador. Quienes afirman que así sucedía mienten…
—En el pasado el PRI tenía resueltos sus procesos políticos internos con mecanismos de probada “eficiencia”.
—¿Que cómo era ese asunto?...
Existía un liderazgo social definido, en consecuencia existía cercanía entre los prospectos con los dirigentes sociales y con el pueblo. Tenían méritos propios y personales porque además tenían una vida activa interna dentro del partido. Ahora esos personajes están marginados, un vacío de liderazgo en todos los órdenes es terrible. Ya no existe ese contacto que te daba la seguridad que el contador Lázaro Moreno, conocido en la libertad y en otros muchos lugares, conocido por su trabajo contaba con el respaldo de toda esa gente.
El PRI más allá del membrete —¿Entonces, ya no existe el PRI? Sólo se trata de un membrete… —El problema es que los verdaderos entes valiosos del partido están marginados del proceso político interno. En aquel entonces había una CNOP que era sólida. Muchos priistas están relegados, está menguada la fuerza de las organizaciones del partido.
Se ha apegado mucho al concepto y los neoliberales en el país que manejó la derecha del corporativismo para frenar a las organizaciones ciudadanas reales que eran las que empujaban al interior del partido no sólo para la praxis política sino también para la elección de sus candidatos a puestos de elección popular. En consecuencia cuando tienes una CNOP minusválida no es que no exista porque ahí están muchos cnopistas pero están marginados.
No hay participación en consecuencia cuando tienes una entre la fuerza real de las organizaciones partidistas y sectoriales con los posibles candidatos. —Cuando se habla de que el PRI es un partido de estado, cuando el PRI tenía esta capacidad de interacción y de diálogo con la sociedad, ahora ¿qué papel debe jugar el PRI en estos momentos?
—Debe rescatar esa capacidad del pasado a la que te refieres pero es necesario que quienes presidan los organismos fundamentales del partido deben ser luchadores sociales que mantengan esa comunicación con la ciudadanía.
Que hoy no existe. “No puedes comparar en ningún momento la capacidad de liderazgo que tenía un Blas Chumacero en su sector en su organización con los líderes que posteriormente ocuparon la misma posición.
Recordemos que cuando vivía Fidel Velásquez los empresarios no participaban en política como lo hacen ahora, escuchaban a los obreros, porque don Fidel sí tenía un liderazgo y cuando les advertía que si se metían en política, como lo hacen ahora, les iba a hacer una huelga nacional de dos días mejor ni se metían porque perdían su lana, ahora no existe eso.
Ahora los líderes entre comillas de este tipo de organizaciones están entregados a los caprichos de los dueños del capital, de ahí la aparición soberbia de algunos aspirantes panistas a puestos de elección popular.
Porque son dueños del dinero. Y piensan que los obreros que trabajan para ellos van a votar a su favor. Lo que no es cierto.
—Finalmente, ¿qué sucede en el PRI para seleccionar a su candidato a la alcaldía? Se ven demasiado lentos y torpes.
—Tú has visto el proceso interno y los candidatos se manifiestan por un candidato de unidad, siento que están haciendo lo correcto. Porque el que puede dar la batalla en esta contienda es Javier López Zavala.
—¿Se va a animar López Zavala? -Yo espero que sí. La única carta del PRI como candidato triunfador es Javier López Zavala, no hay otro, por hoy en el contexto.
Otro que podría ser pero que ni ha manifestado tener aspiración para hacerlo ni se encuentra en Puebla, sino en otro tipo de responsabilidades del sector agrario es Jesús Morales Flores. El único actor político que puede dar la batalla es Javier López Zavala.
En consecuencia yo no sé a dónde vamos a dar con gente que no tiene capacidad de convocatoria y que sólo han sido vedettes.
—Pero el proceso interno del PRI más bien parece una farsa, una simulación, ¿sus aspirantes son de verdad?
—Son de verdad pero que bueno que tomen la decisión de buscar un candidato de unidad, porque saben que las circunstancias no son las mejores para que cualquiera que tome. Debe ser un candidato fuerte, hablo de los que están, de lo que aparece a la vista.
1 comentario:
Al creador de este blog, tan solo le puedo decir ¡f e l i c i d a d e s! por dar a conocer las puercadas de este pinche mandril llamado Zavala.
Un saludo cordial
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