lunes, 23 de julio de 2007

Zavala en Gobernación y su amigo Lechuga una fichita


La Quintacolumna

de Mario Alberto Mejía

quintacolumna2005@gmail.com










López Zavala: un Destino. El pasado 29 de mayo, cuando más se hablaba de que Javier López Zavala dejaría la Secretaría de Gobernación para convertirse en el candidato del PRI a la alcaldía de Puebla, el quintacolumnista escribió que si bien nuestro personaje iba arriba en las encuestas, y se había registrado en el proceso interno de su partido, no era “razón suficiente para dejar lo más por lo menos. Y hoy lo más está ligado al Congreso local. Y a lo que vendrá después. Un año más en Gobernación sería su escenario ideal”.
Y así será.
López Zavala no irá en la lista de candidatos plurinominales y, en consecuencia, tampoco liderará a los diputados priistas en el Congreso.
Su destino inmediato es –seguirá siendo- el de operador desde la Secretaría de Gobernación.
Si de por sí las cosas están como están para el PRI, imagínese el lector un relevo en esa Secretaría a estas alturas.
Ya el año que entra las cosas cambiarán sin duda para él.
Y empezará a construir, desde otro espacio, su candidatura a Casa Puebla.
Candidatura que nadie, al interior del grupo gobernante, podría disputarle.
Pero esa es otra historia.


Contra René Lechuga. El señor René Lechuga Fosado, quien tiene el raro don de vivir, siempre, del presupuesto, es señalado como agresor por una persona del sexo femenino. Va la carta:
“Escribo esta carta a ustedes, primero como ciudadana, con derechos y obligaciones, segundo como servidora pública, soy psicóloga del DIF ESTATAL, trabajo en la Clínica de Prevención y Atención al Maltrato, y tercero como mujer.
Antes que nada quiero decirles que temo por mi integridad física y la de mi familia, y que si algo me llega a suceder a mi o a algún miembro de mi familia hago responsable directamente al Sr. René Lechuga Fosado, ya que fui agredida física, emocional y psicológicamente por él (golpes, infidelidad y amenazas).
Los hechos acontecieron la madrugada del domingo 15 de julio del presente año, cuando me dispuse a viajar a Xicotepec de Juárez, rumbo a la casa de René Lechuga Fosado, con quién mantenía una relación sentimental de poco más de tres años, al llegar a su domicilio, en la calle de Alatriste, Colonia Centro, su reacción fue de total sorpresa ya que llegué sin avisar y él se encontraba con otra mujer, el nombre de la señora prefiero reservármelo por respeto a ella y a su apreciable familia, René Lechuga me argumento que empezó a tener una relación sentimental con esta sra. hace muy poquito tiempo, y que esto lo hacía porque el padre de ella es un hombre muy importante y solo así el iba a poder llegar a la presidencia municipal de Xicotepec.
Empezamos a discutir y él me empezó a amenazar, cada vez se alteraba más hasta que empezó a agredirme físicamente.
Existe ya en la Procuraduría General de Justicia una constancia de hechos con el número 135/2007DMS-II hecha por el M.P. Lic. Ricardo Herrera Zaldivar, dos valoraciones de Médicos legistas, que checaron todas y cada una de las heridas de mi cuerpo, así como la valoración psicológica realizada por la Psic. de servicios periciales, Lic. Dolores Rivera, donde determina mi nivel de miedo, incertidumbre, y estado de ánimo.
Como servidora pública, trabajadora de la Clínica de Atención y Prevención al Maltrato del DIF ESTATAL, siento un gran compromiso en poner un alto a la violencia, la he vivido en persona, y parte de el programa de prevención es primero DENUNCIARLA, sea quien sea el agresor, sacarla a la luz y no ocultarla, tengo mucho miedo claro esta, pero creo que es peor si lo callo; además con este hecho, queda clarísimo quien es René Lechuga Fosado, no argumento que sea malo, tampoco que sea bueno, simple y sencillamente es una persona que no tiene “control de sus impulsos, así como altas tendencias agresivas y hostiles, poca tolerancia a la frustración, además de que la honestidad no es su principal atuendo.
Ahora, yo hago un cuestionamiento, ¿Alguien así puede y/o debe ser Presidente Municipal? Lo dejo a juicio de cada quién, por mi parte, cuando él termino de descargar su tensión, irritabilidad e ira, golpeándome, abrumado por fuerzas fuera del control personal, y yo me pude levantar del piso, salí corriendo de su casa, rescatando dos de las cosas más valiosas que tenemos los seres humanos, LA INTEGRIDAD FÍSICA Y LA DIGNIDAD”.

No hay comentarios: