miércoles, 14 de noviembre de 2007

Zavala y Vale la fórmula ganadora



La fórmula ganadora del góber precioso gomezleyva@milenio.com

Lo primero era no quebrarse, no rajarse, así hubiera quedado registro de que él alentaba el enganche de niñas a la prostitución. Lo primero era perseverar en la impostura y la falsedad.


Luego había que buscar la sombra y el encubrimiento, con la esperanza de encontrarlo en la propia ley. Y apostarle al partido. No importaba que el escándalo de Kamel Nacif y las botellas de coñac le hubieran costado al candidato presidencial 450 mil votos en Puebla. Con su talento y mañas, determinación y pocos escrúpulos, el PRI, como escribió ayer José Antonio Álvarez Lima, sabrá regresar por uno si así le conviene. Además, el PAN y el PRD se tiran a la holgazanería con la soltura del padrote. El PRI teje, trabaja. Regresa.


Finalmente, había que buscar al voto duro y desinflar a los indecisos y a los tímidos: mientras menos gente participe en esta temporada de desinfección, mejor.


La renta de esa fórmula fue resumida por MILENIO Puebla en su edición de ayer: “Participación ciudadana de menos de 40 por ciento; un candidato detenido por presunto asesinato; robo de 701 boletas electorales; acusaciones entre las diferentes fuerzas políticas por coacción del voto y acarreo es el saldo de la jornada electoral, cuyo resultado permitió al PRI ratificarse como la primera fuerza política”.


En terapia intensiva desde febrero de 2006, Mario Marín, el góber precioso, recuperó los signos vitales, volvió a caminar y ha rehecho su vida pública casi a la normalidad. Hoy puede presumirle al PRI y al país un triunfo en 26 de los 26 distritos de Puebla y en todos los municipios importantes, entre ellos la capital y las difíciles San Martín Texmelucan, Atlixco, Tehuacán...


Aunque duela: algo supo hacer que todos los demás no.

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