| Marín, Gobernador; Marín, Operador. Cuando   Manuel Bartlett aceptó ser el   candidato del PRI al gobierno del estado, vino a Puebla, se reunió con su ex   amigo Mariano   Piña Olaya y le pidió   todo el apoyo para llegar a donde después llegó.Entre otras cosas, Bartlett le dijo   a Piña   que necesitaba un buen operador electoral para que le   manejara un área estratégica:   Promoción al Voto.
 Piña   habló entonces con don Alberto Jiménez Morales, el vicegobernador,   y le dijo que le recomendara   a alguien para esa posición.
 Sin titubear, don Alberto   pensó en Mario   Marín Torres, a la sazón subsecretario de   Gobernación en el tema político, y así se lo hizo saber a Piña Olaya.
 Hay que decir que Bartlett no   conocía a Marín   y no puso objeción   alguna a la propuesta.
 Marín,   pues, dejó la subsecretaría con su equipo más cercano –entre otros iba   en el paquete Javier   López Zavala- y se mudó a las oficinas del   candidato.
 Fue entonces que inició la operación para hacer de Bartlett   el sucesor de Piña   Olaya.
 Más adelante, ya con Bartlett en   Palacio de Gobierno, Marín regresó al área política de   Gobernación y continuó haciendo el trabajo que había hecho con Piña Olaya.
 Posteriormente, Bartlett designó   a Marín   titular de Gobernación y a la responsabilidad política le sumó la electoral.
 Tan buenos   resultados le dio que Bartlett   lo llevó después a la dirigencia estatal del PRI.
 Durante su unción, don Manuel dijo aquella frase hoy tan   recordada: “Mario   Marín se va al PRI porque hoy el partido es más importante   que Gobernación”.
 ¿Qué le vio don Alberto   a Marín   para recomendarlo con Bartlett?
 La respuesta habría   que buscarla   en la subsecretaría a la que Marín llegó con el apoyo   del entonces vicegobernador.
 Lo cierto es que gracias a esa recomendación, Marín   se coló al equipo de Bartlett y   terminó por ganarse su confianza.
 Queda claro que en materia de operación electoral el   hoy gobernador se las sabe de todas, todas.
 Sólo así se explica   que el PRI haya pasado de un escenario terrible a un escenario óptimo   en sólo cuatro meses.
 Marín no   se equivocó al enviar a su hombre de confianza, Javier López Zavala, a   la Coordinación de Promoción   al Voto, tal y como lo hicieron   con él en su momento.
 Estos factores, sumados a los que ha venido revelando con mucha   agudeza el doctor Arturo   Rueda, darán como resultado, dicen los que saben,   que este domingo el PRI arrase materialmente al PAN.
 Cuentan los momios   de la política que las elecciones se ganan con dinero, con buenos   operadores y con suerte.
 Al PRI poblano todo esto se le ha venido juntando de primera   intención.
 Que los panistas no se digan sorprendidos.
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