López Zavala: ¿chapulinazo o delfinazo?
Foto: elgolfocentro.info
La intentona de Javier López Zavala de llegar al Congreso del estado a como dé lugar, incluso obligando al diputado electo Mauricio Hidalgo González y a su suplente Néstor Camarillo Medina a pedir licencia, lejos de contribuir a la gobernabilidad de la próxima legislatura, deslegitima el triunfo del PRI en las urnas y la calidad de sus representantes populares.
O cómo entender, una vez pasada la jornada electoral, que los dirigentes del PRI salgan a decirnos ahora que los militantes que postularon al Congreso del estado por el principio de mayoría relativa son bisoños y carentes de experiencia legislativa.
¿Por qué esa terrible confesión no la hicieron en campaña? ¿Acaso el PRI chamaqueó a la ciudadanía con candidatos poco idóneos que hoy tiene necesidad de reemplazar, para garantizar la gobernabilidad legislativa?
¿Si Javier López Zavala es tan buen operador electoral y tenía tantas ganar de llegar al Congreso del estado, por qué el PRI no lo postuló por uno de los seis distritos con cabecera en el municipio de Puebla?
¿Será porque no quiso arriesgarlo a perder la elección, y dejar al gobernador Mario Marín Torres sin delfín para la sucesión gubernamental?
El empeño de López Zavala de convertirse en diputado y presidente de la Gran Comisión del Congreso del estado, a costa de uno de sus compañeros, no sólo ha enrarecido el ambiente político, enviando malas señales a la ciudadanía, sino poniendo en duda la capacidad de los representantes populares del PRI en la próxima legislatura.
¿Con qué cara López Zavala puede pedirle al diputado electo Mauricio Hidalgo que solicite licencia, una vez que rinda protesta, para que él pueda ocupar su curul y ser nombrado líder de la Gran Comisión?
¿Con qué autoridad un candidato plurinominal, como el ex secretario de Gobernación, que no quiso arriesgarse a contender como candidato de mayoría relativa, puede quitarle a un diputado electo su curul, legítimamente ganada en las urnas?
¿A qué medidas de presión, embutes o prebendas recurrirá el PRI para obligar a Mauricio Hidalgo y a su suplente Néstor Camarillo, a pedir licencia por tiempo indefinido, para que a López Zavala se le cumpla el capricho de ser diputado local, cueste lo que cueste?
Y suponiendo sin conceder que el ex secretario de Gobernación logra su cometido, ¿por cuánto tiempo será diputado? ¿Por un año, por dos? ¿Y luego?
¿Acaso estamos frente a un nuevo y extraordinario espécimen de político chapulín?
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