Operación Zavala con el magisterio

Tiempos de Nigromante de Arturo Rueda artrueda@laquintacolumna.com.mx
El crecimiento del PANAL   Un factor clave para la recuperación tricolor en el proceso electoral local pasa inadvertido hasta hoy a los ojos profanos. Se trata, sin duda, de la obstrucción a la alianza natural que debía darse entre los partidos Acción Nacional y el PANAL. La operación iniciada por Zavala para atraer a los principales líderes magisteriales en las negociaciones salariales, culminada por Marín en la cumbre con Elba Esther Gordillo en los últimos días de julio, tuvo resultados redondos. El PANAL dio paso libre a los candidatos priístas a diputados, aunque mantiene batallas férreas a nivel municipal, sobre todo en la región de la Mixteca, donde sus porcentajes de votación oscilan entre el 10 y el 15 por ciento. Analizando las encuestas del CISO de los principales ayuntamientos de la entidad, es bastante probable que el PANAL rebase al PRD como tercera fuerza política a nivel municipal.   ¿Qué hubiera ocurridos si a las fuerzas naturales del panismo se hubieran sumando los ejércitos magisteriales? A dos semanas de la elección estaríamos hablando de tendencias muy distintas a la que vivimos hoy. Sumando el 5 por ciento natural del partido magisterial a los porcentajes panistas, sería probable que el PRI no llevaría ventaja en 22 distritos, sino en 13 o 14, y el resto se encontraría en empates técnicos o ligeras ventajas para Acción Nacional. Utilizando la metodología usada en columnas anteriores, los distritos competidos serían patrimonio albiazul, y los de ventaja consolidada para el tricolor hoy se encontrarían en franca batalla.   Elba Esther Gordillo cumplió la palabra empeñada ante Marín en la cumbre que sostuvieron después del destape de Blanca Alcalá: sacar al magisterio de la batalla por la alcaldía angelopolitana y la lucha por el Congreso. A cambio, Nueva Alianza implementaría su versión poblana del “uno de tres”: los votos que consolidarán al partido magisterial como tercera fuerza política llegarán a través de las elecciones municipales.                                                                                                                      El posicionamiento del PANAL es francamente sorprendente en varios municipios, especialmente en el corredor de la Mixteca. Según la última encuesta del CISO, por ejemplo, el PANAL es segunda fuerza en Tepexi y Ajalpan, sólo por detrás del tricolor, con 23 y 26 puntos respectivamente. En Teziutlán, Acatlán y Zacapoaxtla prácticamente empata técnicamente con el PAN en la segunda fuerza. En cabeceras distritales como Tehuacán, Tlatlauquitepec y Zacatlán sus candidatos alcanzan prácticamente el 10 por ciento de la votación. Y en el resto del interior del estado, los abanderados panalistas tienen asegurado, por lo menos, el 5 por ciento de la votación.   Las penosas candidaturas de Salvador Echeguren en San Andrés Cholula y Roberto Ruiz Esparza en la capital no pueden tomarse como muestra del trabajo electoral que el magisterio está haciendo al interior del estado. A pesar de los montones de dinero invertidos, el hermano del famoso ex Gordo con trabajos llega al 4 por ciento de la intención de voto. Acaso porque los cholultecas saben que quiere llegar a la alcaldía para apropiarse de más terrenos y alimentar la especulación inmobiliaria en la zona. El deambular del ex futbolista en la capital hasta pareciera negociado, especialmente después de su vergonzoso autoaudiescándalo, donde quedó evidenciado que no vale nada como deportista y como político mucho menos   Aunque los candidatos panalistas hacen el ridículo en Puebla y San Andrés, al interior del estado tiene un papel significativo que se traducirá en diputaciones por la vía plurinominal –es probable que su gran perdedor sea Ludivino Mora por Teziutlán o Silvia Argüello en el sexto distrito- y muchas regidurías que originalmente corresponderían al PRD. Y el gran ganador del papel del magisterio en la elección de noviembre será Rafael Moreno Valle, quien acrecienta su estructura rumbo al 2010.