Irregularidades en el BINE

jueves 4 de octubre de 2007
CUITLATLÁN
Desde la SEP se elabora lista de ingresos irregulares en el BINE
Fermín Alejandro García / Jornada de Oriente

Frente a la fachada de que el Benemérito Instituto Normal del Estado (BINE) es una de las mejores escuelas de Puebla, se esconden vicios que no deberían existir en una institución de educación superior. Hacia el interior de este lugar, para nadie es un secreto que los alumnos que ingresan a cursar la carrera de maestro tienen dos vías de acceso, una es la ordinaria, que consiste en presentar un examen de admisión y pasarlo.
Y la otra, es que desde la SEP se elabora una lista de recomendados que son admitidos aunque no hayan pasado la evaluación que se les aplica a los aspirantes.
¿De que tamaño es la magnitud del problema? Alguno docentes del BINE estiman que la mitad de los nuevos alumnos lo hacen por medio de la lista de privilegio que se manda desde la SEP.
Esta situación no solamente constituye un problema de inequidad sino es un auténtico abuso. Ya que los alumnos común y corrientes tienen que prepararse para aprobar un examen que elabora el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior.
En cambio existen alumnos parásitos, que por ser recomendados del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, de altos funcionarios del gobierno del estado o de algún político importante, evaden ese requisito fundamental en una institución pública.
Eso explica que apenas la semana pasada todavía pudieron entrar cinco alumnos a la Escuela Normal de Educación Física, luego de que el ciclo escolar empezó desde hace más de un mes.
Se dice que esa lista de privilegio se elabora desde la Subsecretaria de Educación Superior de la SEP.
Y que en la actualidad, quien sería el encargado de incorporar a alumnos parásitos a ese apartado es óscar Emilio Carranza, un alto funcionario de dicha dependencia, quien en el pasado reciente fue legislador local y ex dirigente del SNTE.
Algunos maestros del BINE sostienen que la SEP no podría soportar una auditoria para demostrar que todos los alumnos de nuevo ingreso lo hicieron por la vía institucional.
Lo interesante del caso es que todo mundo sabe de este hecho, pero nadie en la SEP mueve un dedo para cambiar las cosas, empezando por Darío Carmona García, el titular de la Secretaría de Educación Pública, quien curiosamente es egresado del BINE.
El problema de fondo es que el BINE se vive una especie de autogobierno. En esa institución los grupos políticos imponen su voluntad por encima de las directrices de la SEP. A eso obedece a que Darío Carmona García no ha querido poner orden en su alma mater.
Un ejemplo claro de esa situación es que desde hace muchos años, Miguel González Abad, un subdirector del BINE, tiene más poder en la institución que cualquier titular de la SEP.
En el caso del nivel de Normal, se cobran una serie de cuotas y se impone el precio de los uniformes, así como de los proveedores.
Eso es resultado de que la SEP no le da presupuesto a la institución y ésta, obtiene sus propios ingresos.
El problema es que nadie fiscaliza cuánto dinero ingresa y si es gastado con honradez y pulcritud. Eso ocurre porque dichos recursos no provienen de una fuente oficial y no existe una asociación de padres de familia que cuida el manejo de los fondos.