martes, 2 de octubre de 2007

Destituyen de Salud a Alejandro del Castillo



Y cayó Del Castillo; cansó su cochinero
gar_pro@hotmail.com / Arturo Luna / Milenio



Evidencia concreta que llegó a Casa Puebla en días recientes sobre los negocios que realizó con empresas, donde al parecer existen fuertes intereses económicos de sus hijos y otros allegados, fue finalmente la gota que derramó el vaso y la causa principal del fulminante –y muy esperado– cese de Alejandro del Castillo Ávila como coordinador de Finanzas y Administración de la Secretaría de Salud (SSA) del gobierno del estado.


El legajo con facturas, actas del Registro Público de la Propiedad (RPP) y rutas financieras, copia del cual obtuvo por cierto el reportero, documenta las tranzas, no diferentes a las aquí publicadas hace meses, de un funcionario prepotente y enfermo, que cometió el peor de los pecados: agotar la paciencia del gobernador Marín, quien en su momento le dio cobijo pese a sus oscuros antecedentes, que lo tenían en el ostracismo político.


Parte de la información dura que forzó la decisión del jefe del Ejecutivo da cuenta en especial de las operaciones realizadas a través de Urban Sources, SA de CV, una curiosa firma privada registrada ante el notario número 5, constituida en 2006 e inscrita en el RPP bajo la partida 362752.Dice un fragmento –sólo uno– del grueso expediente llegado al máximo nivel del poder en Puebla:(…) Les fueron detectadas nuevas anomalías al coordinador de Administración de los Servicios de Salud del Estado, el tristemente célebre Alejandro del Castillo Ávila, y sus secuaces Víctor Cabrera Guerra, David Macías Mendoza y Marcela Rasso, ahora dentro de los “trabajos” que le fueron asignados al proveedor llamado Urban Sources SA de CV, propiedad de Jaime de Jesús Asturiano Hernández, Francisco Javier Canto Cisneros y el citado David Macías Mendoza, todos ellos prestanombres de los niños Del Castillo Chávez, mismos que presentaron en persona ante la SSA la documentación para los pagos correspondientes.


Este negocio está localizado en Callejón Del Cristo Núm. 2 Local 7 en San José del Puente, donde, por cierto, vive Alejandro del Castillo.


Como se puede observar (en los documentos), se facturan 57 mil pesos por la proyección de tres spots por cada loop dando un total de 25 mil spots de 20 segundos por mes, supuestamente proyectados en forma simultánea en 30 videobuses de la ciudad de Puebla en las rutas habilitadas (Cree-Madero 10, ruta 2000, ruta 10, ruta 77, ruta Zaragoza).


El contrato de publicidad a favor de la SSA fue por 12 meses, de abril de 2007 a marzo de 2008, pero incurriendo en diversas y muy graves anomalías.Un ejemplo: la adjudicación se dio de forma directa por la cantidad de 600 mil pesos más IVA, sin considerar la normatividad vigente para este tipo de asunto.


Además, dichos spots (que debieron sumar 50 mil tan sólo en mayo y junio) nunca fueron encontrados ni difundidos en ningún camión de las rutas mencionadas. Es decir, fue una proveeduría “fantasma”, aunque el cobro y el reparto del dinero entre los socios sí fue real. Muy real, como se ve en los cheques.


Para mayor comprobación de todo lo anterior, (favor de) consultar el acta del RPP que se anexa donde el comisario de Urban Sources es ni más ni menos que el amigo personal de Alejandro del Castillo, el Ing. David Macías Mendoza, quien es o era el ¡titular del Departamento de Mantenimiento de la SSA!, con su jefe inmediato, el maestro Víctor Manuel Cabrera Guerra, quien realiza compras junto con Marcela Rasso.


Cabe señalar que dichas facturas (especialmente la número 108 y la número 118) fueron pagadas por el área de Patrimonio Social de la SSA, a cargo de Beatriz Hurtado, para no ser detectadas por el área de Glosa ni por la Contraloría, lo que claramente constituye un delito.


Por si alguien dudara de los niveles de corrupción a que se llegó, la empresa fue registrada por la SHCP el día 29 de agosto de 2006, con el RFC: USO-060829NY2, y las facturas impresas en septiembre de 2006 nada más y nada menos que en Litrografía Astrocolor SA de CV, propiedad de la familia de Alejandro del Castillo Ávila (sic).


Hasta ahí uno de los expedientes que, reitero, fueron la gota que derramó el vaso.Ayer por la tarde, dos fuentes distintas del gobierno informaron que fue el pasado viernes, finalmente, cuando Del Castillo, quien todavía se rebeló y se resistió hasta lo último, dejó de ser coordinador de Finanzas y Administración de la SSA para irse con su cochinero –su conocido y documentado cochinero– a otra parte.Se les dijo, pero no hicieron caso. Como siempre.

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