| "Pago   los platos rotos del desprestigio de la política"  | 
| Por Ignacio Juárez Galindo / e-consulta “No   soy como Robin Hood, no   quiero quitar a los ricos para dar a los pobres, pero hay que trabajar   parejo, de una manera más justa por la gente”. Luis Enrique Fernández,   candidato del Partido Esperanza Ciudadana, resume de esa forma su decisión de   ingresar a la política. Reconoce que si bien carece de experiencia, afirma   que poco a poco la irá adquiriendo, pero no será como varios de sus   contrincantes en la elección, que su destreza es sinónimo de vicios y   corrupción. 
 
 Luis   Enrique Fernández es hijo del legendario futbolista del mismo nombre,   considerado una de las glorias del Puebla de la Franja y autor del gol que   dio a la escuadra poblana el campeonato en la temporada 1982-1983. El   candidato del PEC afirma que si bien el nombre de su progenitor es un orgullo   y tiene mucho peso, para él no representa ninguna carga.  “Es   muy exitoso en muchas cosas, pero él (Luis Enrique Fernández padre) está en   el sector deportivo y yo en otro, estamos en distintos sectores. A mí me   encanta el fútbol. Tenemos una relación buena, tenemos muchas amistades en   común. No es difícil llevar el nombre de mi papá, es un nombre que pesa, más   en Puebla, es muy querido, es un orgullo, pero como todos yo estoy   comenzando, pero yo no me fui por jugar fútbol, me fui por mi carrera”,   explica. Su   padre, dice, lo apoya moralmente en esta nueva aventura que inició en la   política y siempre está en contacto para preguntarle cómo se desarrollan las   cosas.  Luis   Enrique Fernández, a sus 31 años de edad, es padre soltero. Tiene una hija de   11 años de edad, llamada Jimena. Asegura que su principal vicio es el fútbol,   que le gusta cualquier tipo de música, incluida la cumbia; y todos aquellos   que los consideran “fresa”, están equivocados.  Su   arribo a la política Arquitecto   de profesión, egresado de la Universidad Iberoamericana, antes de ser   designado candidato del PEC se desempeñaba como funcionario menor en el   Comité de Administración para la Construcción de Espacios Educativos, en   donde conoció toda la entidad.  Su   cercanía con Esperanza Ciudadana, relata, se debe a la amistad que existe   entre su familia y Carlos Navarro, quien antes de ser designado como   presidente estatal de dicho partido, encabezó la agrupación política estatal   Frente Estatal por la Democracia.  El   PEC, dice, fue concebido como un partido de jóvenes y cuando tocó el turno de   decidir quién sería su candidato a la presidencia municipal de Puebla hubo   mucho diálogo y al final fue elegido por consenso.  En   un principio, continúa, no fue nada fácil comenzar la campaña política. Y es   que cada vez que se presentaba a una colonia era bien recibido por la gente,   lo escuchaba al principio, pero cuando les decía que era candidato a la   alcaldía de Puebla, entonces, comenzaba una retahíla de reclamos, quejas y   demandas. A tal grado llegaba la inconformidad que le exigían a cambio de   darle su voto que pavimentara las calles, le entregara apoyos o gestionara   recursos, de lo contrario nomás perdía su tiempo. Poco   a poco, señala, entendió la forma de abordar a la gente y aprovechó la   inconformidad para explicar con mayor exactitud su propuesta de campaña.   “Estoy pagando los platos rotos del desprestigio de la política a causa   de los malos políticos. A dónde llego me reclaman las promesas incumplidas y   te dan su apoyo si en ese momento pavimentas o les dan alumbrado, ha sido   difícil, pero sigo firme y convencido de que nuestra propuesta es la   mejor”.  Yo   no soy un político de carrera, subraya, soy arquitecto, pero tengo todas las   ganas para trabajar y “a lo mejor no voy alto en las encuestas, pero   los que me conocen hablan muy bien de mi, no me acusan de deshonesto, he   trabajo bien, la gente me conoce de una manera buena”. Yo ni   conozco a Zavala Una   de las principales críticas contra el PEC es que se trata de un partido   satélite del gobierno del estado, creado bajo el auspicio del ex secretario   de Gobernación estatal, Javier López Zavala. Pero, Luis Enrique Fernández lo   niega.  “A   mí, en cada entrevista, me dicen lo mismo, que Zavala, que si esto, bueno,   pues, Zavala hay muchos. En lo personal ni conozco a Zavala o a Marín, al   único que conozco de viva voz es al candidato Chilián,   en encuentro donde una vez estuvimos. En Esperanza Ciudadana no tenemos   relación con nadie, somos bastante independientes, nos gusta ser así, el   partido ha trabajado durante muchos años. Aquí ningún candidato es impuesto   ni vienen por cualquier lado”, puntualiza.  La   dispersión Disperso   en sus ideas, el candidato del PEC lo mismo confunde la competencia del   gobierno municipal con facultades de la federación y el estado; sus ideas las   expone a la mitad, nunca concreta un solo tópico y su argumentación está   basada en una crítica inmediata de los problemas estructurales de la   sociedad. Una   muestra de la difusa argumentación de Luis Enrique Fernández, es la   siguiente. A la pregunta concreta: ¿El aumento de salario para policías   municipales iría por la vía del presupuesto del ayuntamiento y no por los   ahorros que pretendes obtener con la reducción de sueldos de directivos y   alcalde? Respondió de manera textual: “Estamos   checando salarios, más que nada para saber con qué   presupuesto podemos contar. Para trabajar hay que estar ahí primero y manejar   estos recursos. Aquí mi partido es independiente, se habla mucho de   compromisos con el licenciado Marín, definitivamente no, compromisos   políticos con nadie, tampoco con inversionistas privados, ni de amigos hemos   tenidos. Estamos trabajando con amigos que nos apoyan, no tenemos tanta   estructura. En el debate el IEE pedía 50 mil pesos, luego lo transmitió SICOM   de manera gratuita, pero tenías que dar una cuota de 14 mil 700 pesos, pero   no tenemos ese recurso para gastarlo de esa manera, a varios medios les dije   que si tuviera ese dinero mejor me pongo a pintar banquetas, las líneas de la   calle.  “Hay   colonias que no tienen ni piso ni techo digno y, se oye un poquito más, pero   luego hay más perros que niños en las casas. Hay que tener más sensibilidad   como gobierno, yo entiendo que son colonias irregulares que no están   previstas en una planeación urbana, pero siguen siendo poblanos y creo que   todos, teniendo un cargo público o no vamos a seguir viviendo en Puebla, no   es mi intención irme de la ciudad u otro país.  “Tenemos   que hacer cosas por Puebla no cosas que lleven mi nombre, hay que trabajar   por la gente en parejo no solo los sectores más vulnerables, Puebla ya está   metida en un poquito de rezago si los comparamos con otras ciudades, es   difícil ver cómo se construye un puente y para pasar por ahí te ponen un solo   carril si ahora ya te comienzas a formar para subir, imagínate en cinco años,   la cola que se hará. Estos dineros hay que manejarlos bien, creo que tenemos   que tener auditorías ciudadanas, que la gente vea   en que se invierten esos recursos, qué mejor así que trabajar con consejos   ciudadanos”. | 



 

















