martes, 12 de junio de 2007

Zavala opera a través de los Delegados de Gobernación


Tiempos de Nigromante de Arturo Rueda
artrueda@laquintacolumna.com.mx


Cables cruzados en el PRI

Sin que muchos aspirantes a alcaldes lo sepan, el tricolor ya levantó su primer muestreo en materia de encuestas para definir a sus candidatos. Además de la medición de ayer, el 15 y 20 de junio serán levantadas los siguientes ejercicios, de tal forma que para el día 28, fecha prevista para el lanzamiento de las convocatorias, de antemano ya se encuentren definidos los nombres de aquellos que abanderarán al PRI.
El intervalo de una semana entre el 20 y 28 servirá para que el alto mando priísta se encargue de la “operación cicatriz” entre los aspirantes, así como la negociación de regidurías entre los grupos, de tal forma que al final sólo se inscriba uno de ellos y el PRI pueda ejecutar el mandato del Consejo Político de designar a sus candidatos mediante convención de delegados, es decir, el vil dedazo.

El camino elegido por la dirigencia priísta parece terso, pero, por supuesto, no lo es. Y es que los aspirantes a alcaldes ya conocen perfectamente las imposiciones disfrazadas de encuestas, y se preparan a luchar contra ellas. La molestia cunde como reguero de pólvora y una de las primeras demandas es conocer a la empresa encuestadora que hará las mediciones, algo que hasta hoy desconocen, y si los resultados les serán presentados o solamente les “platicarán en qué lugar quedaron”.

Además del franco encabronamiento porque nadie les ha anunciado quién los va a medir, los aspirantes también tiene otra duda: quién estará al frente de las negociaciones en el intervalo de 20 al 28 de junio. Y es que quizá a la dirigencia priísta pasó por alto que el gobernador Marín se va de viaje a China en esos días críticos. De acuerdo al anuncio formal de la gira, el gobernador se va el 16 y regresa por ahí del 26 0 27 de junio, según definen todavía en la oficina del mandatario.

Más directo: Marín estará ausente de Puebla en los días críticos en los que el PRI definirá a sus candidatos a presidentes municipales. En ausencia del gobernador, los aspirantes se pregunten quién se quedará al frente de la nave y qué puerta deberán tocar para que les hagan caso. ¿La de Javier López Zavala? ¿La de Valentín Meneses? ¿O la de Roberto Marín? O será que por el contrario, en ausencia del gobernador todos ellos tratarán de meter sus manos y acabarán armando un tremendo batidillo que culmine en rupturas políticas al interior del estado.

El teléfono descompuesto ya opera en el tricolor, y eso que el gobernador no se ha ido. Aunque Valentín Meneses hace esfuerzos desesperados por mantener el control del proceso interno, Javier López Zavala y Roberto Marín se lo ponen cada día más difícil. Los dos buscan imponerle su propia agenda al tricolor, y los dos lo hacen amparados en ser la voz de Marín, de tal forma que Valentín ya no sabe cuando sí y cuando no hacerles caso. La confusión reina.

Zavala mete la mano, como es lógica, por puro criterio estratégico. Es decir, de una vez pretende conformar la estructura de alcaldes que lo ayuden a hacerse de la candidatura al gobierno estatal en el cada vez menos lejano 2010. Por ello, y a pesar de sus actos de precampaña a la alcaldía aunque envía mensajes de que no le interesa, Zavala opera a través de los delegados de Gobernación e incluso se traslada dos veces a la semana al interior del estado.

Roberto Marín, por su parte, interviene por motivos más controvertidos. Y es que al interior de estado crecen las denuncias de que el secretario de Organización tricolor “subasta” las candidaturas al mejor postor. En otras palabras, que las vende. El señalamiento más grave proviene de Tehuacán e involucra al ex edil Álvaro Alatriste, quien a pesar de estar inhabilitado, presentó su examen y todo parece indicar que será el abanderado priísta.

Contra la intervención espuria de Zavala y Roberto Marín se alza Valentín Meneses, el único verdaderamente interesado en promover a los mejores candidatos, aunque no pertenezcan al zavalismo o no hayan pagado su módica cuota. Sin embargo, Zavala y Roberto Marín se aprovechan de su relación con el gobernador, y confunden su voz con la propia.

El teléfono descompuesto tricolor se agravará durante el viaje de Marín a China. ¿Quién se quedará al frente de las negociaciones? ¿Quién garantizará que Zavala no meta a sus incondicionales por el simple hecho de serlo, aunque no sean los mejores? ¿Qué los candidatos se decidan mediante donaciones al hermano incómodo?

Por supuesto que el único garante del que el PRI nominará a los mejores es Valentín Meneses. Pero urge que Marín envíe una señal indubitable de que la única puerta a llamar es la del dirigente estatal del tricolor.


*** Mega pachanga. Como en sus mejores tiempos, el marinismo recordó las grandes francachelas previas al escándalo Cacho. El pretexto fue el cumpleaños de Roberto Marín, y aunque mandaron el borregazo de la fiesta sería en Haras, desde el principio se fijó el Salón Tres Marías como lugar de reunión.

Créalo o no, pero Roberto Marín fue agasajado, además del gabinete en pleno, por la gran mayoría de aspirantes a alcaldes, quienes llegaron a presentarle sus respetos al secretario de Organización tricolor. Llamó la atención que el ex futbolista, Roberto Ruiz Esparza, fuera colado en la mesa principal. Será porque es compañero de partiditos de fútbol. Sepa.

El folclor llegó de manos de Javier López Zavala, que apenas puso pie en el salón, fue vitoreado por los meseros del lugar, al grito de ¡Alcalde, alcalde! Los aspirantes tricolores –no se podía esperar menos- se pusieron bellos con el hermano del gobernador, ya que las meses de regalos lucían desde corbatas Louis Vuitton hasta finas plumas Mont Blanc y varios botellas con los licores más finos.

El cumpleaños del hermano cómodo fue amenizado por el sub comediante Teo González, y tampoco faltaron los tradicionales gallos y mariachi.

¡Feliz cumple!

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