Ex Subsecretario de la SEGOB a la CNOP

CUITLATLAN

Ponen la CNOP al servicio de López Zavala

Fermín Alejandro García

Gonzalo Amador Juárez Uribe será ungido este viernes como secretario general de la CNOP. Este nombramiento debe tener dos lecturas. Por un lado es darle cobijo a este personaje que ha sido fiel al marinismo, luego de que salió de la Secretaría de Gobernación (Segob) por una exigencia del SNTE que no lo quería ver en ninguna parte del gobierno. Y por otro, su arribo al sector popular del PRI debe ser visto como un asomo de que Javier López Zavala si podría ser el candidato priista a edil de Puebla.
Se dice que la misión de Juárez Uribe será la de poner a todos el sector popular al servicio de Javier López Zavala, ya sea porque resulte ser candidato, o aún cuando no lo sea, pues algunos estiman que si no es designado como abanderado priista sí será quien realmente dirija la campaña electoral del tricolor y el PRI solamente sería su aparato ejecutor.
Juárez Uribe es un maestro que se hizo político en las filas del SNTE, en donde llegó ser secretario general de la sección 23. Su gestión estuvo empañada por la corrupción. Durante su periodo se cometieron fraudes inmobiliarios contra profesores, y se dice que nunca se actuó contra los constructores debido a que éstos regalaron suntuosas mansiones en Los Cabos y en Cancún a quienes debían proceder penalmente a nombre del sindicato de maestros.
Este personaje, junto con otro ex secretario general del SNTE 23, Cutberto Cantorán Espinosa, creyeron que su capital político había crecido tanto, que una vez que estuvieron fuera del cargo de dirigentes en el sindicato podían conducirse sin tomar en cuenta a la organización de maestros.
Cuando fueron descubiertos que estaban ligados a grupos del PRI, en particular al de Mario Marín, sin el consentimiento del SNTE, tanto Juárez Uribe como Cantorán Espinosa fueron tildados de traidores. Hasta la fecha los siguen considerando así. Pues ambos están en el PRI, cuando el sindicato se convirtió en una fuerza opositora al tricolor.
Por esa razón el SNTE presionó una y otra vez, que no quería ver en ningún puesto de gobierno a Gonzalo Amador Juárez.
Hace unas semanas se anunció su salida de la Segob, en donde era subsecretario y tuvo una gris trayectoria. Se justificó que era porque el ex dirigente magisterial iba a ocupar nuevas posiciones políticas, pero en realidad su partida del gobierno es que se cedió a las exigencias del sindicato de docentes.
Ahora, su llegada a la CNOP no parece ser una decisión que beneficie al PRI, ya que el ex secretario general del SNTE no tiene experiencias con los grupos del sector popular del PRI y lo que es peor, todavía hay muchos maestros y sus familias resentidos con él.
Su arribo al PRI solamente es porque es cercano a López Zavala y éste, tal vez si sea candidato a edil. Dios agarre confesados a los priistas.
Derrotan a
los hermanos Marín
Tal como estaba pronosticado, ayer Refugio Rivas logró ser ratificado como secretario general del Sindicato “nico de Trabajadores del Colegio de Bachilleres de Puebla (Sutcobp). Este resultado no debe verse exactamente como una adhesión al dirigente, sino ante todo como una rebelión de los docentes y personal administrativo del Colegio de Bachilleres (Cobach) que están cansados de ser usados como carne de cañón por parte del PRI.
Es una rebelión contra quienes usan al Colegio de Bachilleres como si fuera su patrimonio propio y como si fuera una oficina de golpeadores, repartidores de volantes y activistas políticos al servicio del PRI, en lugar de una institución educativa.
Fue una rebelión contra Alberto Guerrero Gutiérrez, pues él fue –en su calidad de dirigente sindical y luego directivo del colegio– quien dio ese uso al Cobach y que ahora, mediante el candidato Abner Castelán quería nuevamente controlar a los trabajadores para meterlos a trabajar a las campañas electorales priistas.
También fue una rebelión contra René Marín Torres, hermano del gobernador y funcionario del Cobach, de quien se dice que ha emulado a Alberto Guerrero y busca tener el control de la institución y sus trabajadores.
Marín Torres fue quien puso directamente a Abner Castelán como candidato.
Por eso se le daba a Castelán todas las facilidades para hacer campaña.
En cambio se puso todo el aparato del colegio en contra de Refugio Rivas.
Y el director del Cobach, Carlos Barrientos de la Rosa, perecía más un miembro del equipo de campaña de Abner Castelán que funcionario del colegio. Que penoso.
La votación mayoritaria a favor de Rivas de igual manera fue una rebelión contra el intento de otro hermano del gobernador, Roberto Marín, quien es funcionario del PRI estatal y buscaba que ganara otro candidato opositor al actual secretario general del Sutcobp.
Luego de esta elección queda claro algo, el PRI perdió a los trabajadores del Cobach.
Porque nunca recibieron ningún beneficio por ir a las campañas electorales del tricolor.
Y ahora más que nunca, el PRI necesita de sus antiguos cuadros.
Pero estos se están alejando del otrora partido oficial.
Parece que se está caminando a la debacle del PRI en Puebla.