CUITLATLAN
Fermín Alejandro García
Que ayer en el proyecto de dictamen de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre el Lydiagate se mencionara por primera vez a Javier López Zavala, el secretario de Gobernación, como uno de los servidores públicos que presuntamente habrían participado en la conjura para detener indebidamente a la periodista Lydia Cacho Ribeiro, es un gancho al hígado para el político priista.
Esto parece ser un factor más para que el encargado de la política interna del gobierno quede al margen de la posibilidad de ser el próximo candidato del PRI a edil de la ciudad de Puebla.
Y no solamente es un golpe a la persona de López Zavala, sino en general al grupo marinista en el poder, ya que el secretario de Gobernación es quien coordina a esta corriente política.
Existen rumores que el punto de partida para involucrar al titular de la Segob podrían ser pláticas telefónicas entre el funcionario y Kamel Nacif, el empresario causante del caso Marín–Cacho.
El desgaste que seguramente va sufrir el funcionario, como parte del nuevo aplazamiento para que la SCJN resuelva el caso Marín–Cacho, lo hace vulnerable para ser postulado como aspirante a edil y por tanto, parecería que lo inhabilita de facto para ser el abanderado tricolor.
Dicha situación hace suponer que hoy en día, la mejor opción que tiene el PRI es nominar a Víctor Gabriel Chedraui como candidato a edil de Puebla, ya que es el único priista con un alto nivel de popularidad, que no está identificado con el marinismo y tampoco está casado con la corriente del alcalde Enrique Doger Guerrero.
Pues si el PRI no sale con un aspirante con esas características, va ha ir directamente al matadero.
Esto parece ser un factor más para que el encargado de la política interna del gobierno quede al margen de la posibilidad de ser el próximo candidato del PRI a edil de la ciudad de Puebla.
Y no solamente es un golpe a la persona de López Zavala, sino en general al grupo marinista en el poder, ya que el secretario de Gobernación es quien coordina a esta corriente política.
Existen rumores que el punto de partida para involucrar al titular de la Segob podrían ser pláticas telefónicas entre el funcionario y Kamel Nacif, el empresario causante del caso Marín–Cacho.
El desgaste que seguramente va sufrir el funcionario, como parte del nuevo aplazamiento para que la SCJN resuelva el caso Marín–Cacho, lo hace vulnerable para ser postulado como aspirante a edil y por tanto, parecería que lo inhabilita de facto para ser el abanderado tricolor.
Dicha situación hace suponer que hoy en día, la mejor opción que tiene el PRI es nominar a Víctor Gabriel Chedraui como candidato a edil de Puebla, ya que es el único priista con un alto nivel de popularidad, que no está identificado con el marinismo y tampoco está casado con la corriente del alcalde Enrique Doger Guerrero.
Pues si el PRI no sale con un aspirante con esas características, va ha ir directamente al matadero.
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