Mónica Ventosa Avila / e-consulta
Entre rechiflas y empujones, rompe Mario Ayón negociaciones con policías
El general retirado Mario Ayón Rodríguez sólo pudo negociar 30 minutos con los cerca de 400 policías estatales que ayer cumplieron dos días de paro indefinido en demanda de mejores condiciones salariales y laborales. Colérico, el secretario de Seguridad Pública estatal rompió abruptamente las negociaciones con los inconformes tras escuchar los reclamos por el abandono, promesas incumplidas y por ser tratados como peones.
“Sus caballos (pura sangre) comen mejor que nuestro hijos”, lanzó a bocajarro una de las uniformadas que participan en la protesta.
Las interpelaciones de los uniformados provocaron la ira del funcionario, quien irónico devolvió los reclamos con frases como “Ojalá hubieran estudiado lo que yo estudié”; “Si quieren, el dinero que traigo en la bolsa se los regalo”; “no soy cura, muchachos (para dar o recibir limosnas)”.
En medio de empujones, rechiflas y mentadas de madre, Mario Ayón Rodríguez abandonó las instalaciones de la Policía Preventiva Estatal. También escuchó gritos como “ratero” y “mariquita”
Por su parte, el secretario de Gobernación, Javier López Zavala, ofreció una solución ante los reclamos de los uniformados al aceptar un incremento de 50% al salario, pero no más. A la fecha, afirmó, el sueldo de los uniformados se ha incrementado 18 por ciento y les ha dotado de 100 viviendas. Sobre las becas para los hijos de los gendarmes, no emitió ninguna opinión.
En tanto, los elementos de Seguridad Pública estatal anunciaron que mantendrán el paro el tiempo hasta que las autoridades cumplan con sus peticiones, así como tampoco sostendrán alguna negociación si no es directamente con Javier López Zavala o Mario Ayón Rodríguez.
Este viernes, elementos de Seguridad Vial del estado podrían sumarse a la protesta al estar descontentos con los malos tratos de Jesús Morales, titular de la corporación.
Palabra de militar
Ayer, el secretario de Seguridad Pública estatal, Mario Ayón Rodríguez, llegó con una promesa a las instalaciones de la Policía Preventiva Estatal: lograr un acuerdo para levantar el paro, pero 30 minutos después salió abruptamente del sitio en medio de empujones y rechiflas.
Al mediodía, el funcionario arribó a las oficinas de la policía estatal, ubicadas en la 9 oriente y 16 sur, luego de cumplirse 30 horas de paro de labores. En tono sarcástico, agradeció a los medios de comunicación haberlo “hecho famoso”. Y es que un día antes, la mayoría de los medios de comunicación difundieron una serie de anomalías cometidas supuestamente por el funcionario, entre ellos utilizar como peones a los uniformados.
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