lunes, 28 de julio de 2008

¿Que Doger quería pruebas?

Enrique Núñez - Contracara

  

Un error garrafal, cometido por el secretario de administración Enrique Chávez Estudillo (Kío), reveló la forma de operar de la administrtación municipal de Enrique Doger Guerrero.

Una cotización solicitada por el propio Kío, permitió a Intolerancia encontrar el hilo de una madeja interminable de irregularidades.

Evidentemente, el operador financiero de Doger olvidó destruir la cotización, dejando en claro cómo pedían precios por anticipado a los proveedores, para que una vez conociendo los montos, condicionaban a la empresa a que inflara los precios de los productos con tal de otorgarle el contrato, logrando así jugosos dividendos.

Esta es la historia de cómo los funcionarios dogeristas lograron obtener ganancias millonarias con la manipulación de los precios de proveedores. Una serie de documentos en posesión de Intolerancia Diario deja al descubierto la forma en la que estos operadores financieros engrosaban sus bolsillos y los de su jefe político.

Un ejemplo.

El secretario de administración, Enrique Chávez Estudillo, recibió el lunes 12 de febrero del 2007 una cotización de 33 productos de la empresa UNIFORMES BRA-SAN.

Posteriormente el ayuntamiento realizó un concurso por invitación, casualmente fue “ganado” por UNIFORMES BRA-SAN. La factura se emitió  con fecha del 4 de julio de 2007, pero sin explicación alguna, todos los productos facturados presentan aumentos considerables comparados con la cotización que recibió el operador dogerista.

Como se puede apreciar en los documentos, las batas para trabajo aparecen con un precio de 110 pesos mientras que en la factura fueron cobradas a 155.50 pesos.

Los 674 pares de botas de hule fueron sobrecotizados de 100 pesos a 141.50 pesos.

Las 482 fajas de cuero se pagaron de 70 pesos a 98.50 pesos mientras que la de nylon y resorte sufrieron un aumento de 32.50 pesos.

En el colmo del abuso la administración dogerista se dio el lujo de pagar la bota tipo pantalonera en 1694.50 pesos, cuando habían sido cotizadas en 1150 pesos.

En todos los rubros sin excepción existe una sobrefracturacion superior al 30% del monto que aparece en la factura número 52 y que hacen un total de $830,341.50.  Tan solo de esta operación los operadores dogeristas se embolsaron cerca de 300,000 pesos.

Si se considera que a lo largo del trienio de Enrique Doger se realizaron cientos de operaciones con estas características, se pueden calcular las millonarias ganancias.

 

 

El cinismo del Varguitas

Tras la contundencia de estas pruebas, espero ansioso escuchar al Varguitas poblano, para saber como intenta salir de este nuevo escándalo.

Es tal su cinismo, que seguramente volverá a realizar un carrusel de medios, para intentar justificar lo injustificable.

Y volverá a decir que es una campaña para detener su “carrera” por la gubernatura.

Y así como la anterior, existen muchas otras historias documentadas, que seguirán escandalizando a la Angelópolis.

La cloaca está abierta.

 

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