Martes 22 de agosto de 2006
CUITLATLÁN
López Zavala trabó negociaciones entre el gobierno y el SNTE
Fermín Alejandro García
La negociación anual entre el SNTE y el gobierno del estado se pudo haber resuelto desde hace un mes y sin tantos problemas, pero las cosas se complicaron por la poca capacidad de concertación de los dos operadores oficiales que se encargaron de resolver este asunto: el titular de la SEP, Darío Carmona, y el secretario de Gobernación, Javier López Zavala. Ambos demostraron tener pocos contactos en la SEP federal y nula capacidad de respuesta a los reclamos del sindicato magisterial.
Las cosas se complicaron más cuando le tocaba intervenir a Javier López Zavala, quien, en opinión de algunos integrantes del SNTE, sabe escuchar, pero nunca ofrece respuestas ni sabe llegar a acuerdos.
Y en particular cuando se trataba de que el gobierno del estado hiciera alguna consulta o negociación con la SEP federal, sobre todo en el asunto relacionado con la retabulación salarial de los mentores poblanos, que es una de las principales exigencias del SNTE. En ese aspecto, tanto Carmona como López Zavala eran rebasados, pues quien hacía todo era Elba Esther Gordillo Morales, la cacique del sindicato de maestros.
De hecho, se rumora que Gordillo, dando muestras del poder que tiene en el gobierno federal, era quien pedía en la SEP que Darío Carmona fuera recibido cuando este funcionario del gobierno estatal tenía la necesidad de tratar algo con la Federación.
Con la intervención de Gordillo –dicen– el secretario de Educación, Reyes Tamez, daba audiencia a Darío Carmona.
Las negociaciones desde mayo de este año fueron encabezadas, por el lado de SEP, por el titular de la dependencia, Darío Carmona, que en general condujo bien las pláticas en cuanto a que logró distender la relación entre el SNTE y el gobierno del estado, que pasaban por su peor momento, luego de que el sindicato decidió no apoyar al PRI en las últimas elecciones federales.
Pero cuando los dirigentes de las dos secciones locales del SNTE, Jorge Rodríguez y Gustavo Espinosa, apretaban mucho en las exigencias del pliego petitorio que entregaron a la SEP desde mayo pasado y se complicaba la negociación, Carmona optaba por pedir la intervención de López Zavala, quien se supone debía destrabar y evitar que los conflictos políticos influyeran en el desarrollo de las pláticas; sin embargo, no sucedía así.
Cuando los dirigentes del SNTE se sentaban a platicar con López Zavala, el funcionario los escuchaba. Se mostraba parco, educado. Nunca ofrecía nada ni llevaba alternativas de solución a los problemas planteados en las discusiones de la organización gremial con la SEP.
Eso fue provocando un retraso en los trabajos entre ambas partes y que el conflicto se haya prolongado más de la cuenta.
Prácticamente la distensión la lograba siempre Elba Esther Gordillo Morales, quien parece que está destinada a convertirse en la verdadera mentora de muchos gobiernos priistas y panistas del país.
El desarrollo de esta negociación muestra una vez más la poca capacidad y sensibilidad de Javier López Zavala quien, al parecer, no ha dimensionado cuál sería el efecto de que Puebla pudiera entrar en un conflicto magisterial que quizá tendría un mucho mayor impacto y consecuencias negativas que la huelga en Volkswagen.
Parece que el secretario de Gobernación necesita que alguien le cuente a detalle lo que ha pasado en Oaxaca.
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