***El hombre fuerte. La polarización que se vive en el país ha creado un clima de inestabilidad en México. Puebla se sacudió tras el escándalo político detonado el 14 de febrero, el cual minó a la administración marinista. El costo político fue muy alto, se perdieron 12 de los 16 distritos que estaban en juego y las dos senadurías para el PRI. Aunque influyeron también otros factores para este desastre. A unos días de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación dé a conocer su fallo respecto a la intervención del gobernador Marín en la detención de la periodista Lydia Cacho, justo es hacer mención del papel que ha jugado el secretario de Gobernación, Javier López Zavala, para evitar que la ingobernabilidad se apoderara de la entidad. Desde que estalló la crisis, López Zavala se mantuvo siempre al frente, aun en los momentos más aciagos, cuando las manifestaciones se sucedían, cuando múltiples intereses se conjuraban para afectar a Mario Marín. Muchas son las voces que hablan del supuesto desgaste que ha sufrido su figura, pero es lógico, para eso está un secretario de Gobernación que sabe hacer su trabajo. Una vez sorteado lo más fuerte de la tormenta, luego del desfile del 5 de mayo, la situación se recompuso mucho, la desactivación del Frente Cívico, los acuerdos con Acción Nacional, la desactivación de los problemas en varios ayuntamientos son méritos del talento para negociar de Zavala. El hombre fuerte rubrica su trabajo esta semana desactivando el problema de los bloqueos de campesinos de la autopista a Teziutlán a la altura de Cuyoaco y logrando la firma de un convenio con las escuelas incorporadas a la UAP para desactivar los ya tradicionales problemas con los rechazados de la máxima casa de estudios. Tal es la influencia de López Zavala en los asuntos del estado, que hasta cuando no mete la mano se le achaca el estar detrás de la operación de múltiples asuntos. Antes del 14 de febrero era el candidato natural a la Presidencia Municipal de Puebla, hoy la situación política ha cambiado y el secretario de Gobernación lo sabe perfectamente. Sus aspiraciones se mantienen, aunque no es su obsesión el convertirse en el sucesor de Enrique Doger Guerrero, después de todo López Zavala ya cuenta con cargo de elección popular para seguir adelante con su proyecto.
Ricardo Morales
1 comentario:
Enrique Núñez
El affaire del año
La semana pasada cerró a tambor batiente.
El agarrón entre Javier López Zavala y Enrique Doger le puso sabor al caldo y eso —en medio del receso informativo local— francamente es de agradecerse.
Sin embargo, hay que decir que el llamado del viernes del gobernador Marín parece tener el carácter de última llamada.
Y es que después de los efectos causados por los “audioescándalos”, por momentos ha dado la impresión de que en este estado todo mundo ha hecho lo que le viene en gana.
De ahí que el llamado a la cordura de parte del gobernador parece venir en tiempo y forma para que los ánimos se enfríen.
No es gratuito que el llamado de atención que realizó Marín se dé justo en la víspera de la resolución de la Corte.
Tampoco es casual que el gobernador retome una actitud de hombre de poder en la semana previa a que se resuelva el caso.
La realidad es que él sabe que desde el momento mismo de que se haga pública la determinación de la SCJN —cuyo contenido esperan favorable—, el gobernador generará otra señal para recuperar la voz de mando.
No es ningún secreto que la crisis vivida en el seno del poder estatal provocó que las políticas gubernamentales sufrieran sendos giros, y que éstos aislaron al gobernador durante más de una docena de semanas.
Evidentemente algo se sabe en Casa Puebla que ha marcado un cambio en el ánimo del gobernador.
Y esta información está ligada al resolutivo de la Corte.
Es cuestión de días, quizá horas para confirmarlo.
***El cierre del segundo año marinista
De confirmarse que la resolución de la SCJN le favorezca al gobernador, habrá que esperar las nuevas acciones de los opositores —incluidos algunos priistas—, quienes no quitarán tan fácilmente el dedo del renglón.
No hay que descartar que —fieles a la moda implantada por “El Peje”— diga lo que diga la Corte, algunos grupos se empecinen en que el Congreso federal ordene el juicio político.
Insisto, la moda es armar borlotes.
***El grito en Puebla
A un mes de que se celebre el inicio de la guerra de Independencia, a este columnista le llegó información sobre el boicot que preparan los grupos antimarinistas para la noche del 15 de septiembre en el zócalo.
Sin embargo, para este momento ya debe existir un “plan B” que recompondría la agenda marinista de ese día.
No sería extraño que el gobernador Marín busque otra opción para dar el grito y que en la ciudad de Puebla lo haga Enrique Doger.
Hay que recordar que ya existen otros antecedentes.
***¿Consejeros vendidos?
¿Se ha puesto a pensar por qué los consejeros del Instituto Federal Electoral Alfredo Figueroa y Sergio Cházaro anduvieron tan tranquilos durante las últimas semanas del proceso electoral?
Al parecer la única razón es que ambos juran que está negociada su llegada como consejeros electorales cuando venga la renovación del IEE.
Esta versión se confirma, si tomamos en cuenta que en circunstancias normales, los dos consejeros son de los que no les acomoda nada.
¿Cómo se podría explicar que estos rebeldes sin causa se hayan quedado tan tranquilos en medio de la elección más cuestionada de la historia?
Pues todo indica que alguien les llegó al precio.
Por cierto que de confirmarse la llegada de estos dos consejeros —que podrían ser tres— al Instituto Electoral del Estado, Figueroa y Cházaro verían triplicarse sus salarios, debido a que los sueldos de los consejeros del estado se equiparan a los de un magistrado del Tribunal Judicial del Estado.
Díganme si no es para festejar.
Comentarios a Enrique Núñez: enunez@intoleranciadiario.com
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