Tiempos de Nigromante
de Arturo Rueda
Zavala para ganar, Ruiz Esparza para perder
La decisión del alto mando priísta ya fue tomada: si para los últimos días de julio hay perspectivas de triunfo en la capital, el candidato de la alianza contra la derecha será Javier López Zavala. En caso contrario –es decir, el escenario de la derrota inminente- el abanderado será el ex futbolista Roberto Ruiz Esparza, a quien enviarán al matadero para preservar de la desgracia a los miembros de la burbuja marinista, y en especial a Zavala.
El columnista preguntó a sus fuentes que entendían por “perspectivas de triunfo”. Éstas respondieron que, contrario a la tesis sostenida por la mayoría de los columnistas poblanos, las perspectivas de triunfo no están relacionadas con el hecho de esperar a ver quién será el candidato del PAN a la alcaldía. Abona a la causa de la victoria tricolor que los panistas enviarán al débil y cuasi desconocido Antonio Sánchez Díaz de Rivera. Pero la decisión no radica en ese punto.
¿Entonces? Las perspectivas de triunfo radican en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelva la investigación en contra de Mario Marín, Guillermo Pacheco Pulido y Blanca Laura Villeda antes de agosto. Por supuesto, las fuentes marinistas dan por sentando que la resolución exonerará al gobierno poblano de haberle violado sus garantías a Lydia Cacho, y con la inocencia en la manos, el panismo no podrá recurrir a la campaña negra utilizando los audios y los escándalos generados a lo largo del 2006.
De acuerdo con su lógica, la exoneración al gobernador hace inviable la campaña negra panista, y por tanto el tricolor podrá sacarse de encima el lastre que carga desde el 14 de febrero de 2006. Exonerado del escándalo, el priísmo y el gobierno estatal echarán a andar una campaña mediática que magnificará el resolutivo, y según sus cálculos, harán reflotar el barco tricolor.
El problema es que la exoneración urge y la deadline esta bien fijada. Si, por ejemplo, la resolución exonerativa de la Suprema Corte llegara después del 9 de agosto, Zavala habría perdido su oportunidad de llegar a la alcaldía. Si la sentencia llega por ahí a finales de julio, tenga usted la seguridad de que Zavala abandonará Gobernación.
La paciente espera por las “perspectivas de triunfo” hará que la precampaña priísta sea totalmente inexistente. La convocatoria será emitida hasta mediados de junio, dejando poco margen para una verdadera competencia entre los priístas. Y es que no habrá contienda interna porque la mesa de Mario Marín sólo hay dos cartas: Roberto Ruiz Esparza y Javier López Zavala.
El gobernador no se esperaba la reacción furibunda de los priístas contra el ex futbolista, a quien lo menos que le dijeron fue arribista. Por ejemplo, Juan Celis Aguirre, dirigente de Antorcha Campesina, le envió en corto un mensaje para el gobernador: si el candidato es Ruiz Esparza, podían despedirse del apoyo de su organización. Cifras conservadoras señalan que en la capital Antorcha Campesina aporta algo así como 15 mil votos al priísmo. De resta en resta, el ex futbolista ni siquiera podría amarrar el voto duro del tricolor.
De entrada queda claro que Mario Marín no enviará a Javier López Zavala al matadero. Para eso está Ruiz Esparza. Pero si se abre una esperanza de victoria, por mínima que sea, Zavala dejará Gobernación para irse a buscar más que alcaldía, su boleto de privilegio en la sucesión del gobernador.
Y pensar que todo depende de la Suprema Corte.
Lo que la fuente marinista no pudo responder es que pasará si la Corte falla en contra del gobernador. Es un escenario que no tienen calculado.
Zavala para ganar, Ruiz Esparza para perder
La decisión del alto mando priísta ya fue tomada: si para los últimos días de julio hay perspectivas de triunfo en la capital, el candidato de la alianza contra la derecha será Javier López Zavala. En caso contrario –es decir, el escenario de la derrota inminente- el abanderado será el ex futbolista Roberto Ruiz Esparza, a quien enviarán al matadero para preservar de la desgracia a los miembros de la burbuja marinista, y en especial a Zavala.
El columnista preguntó a sus fuentes que entendían por “perspectivas de triunfo”. Éstas respondieron que, contrario a la tesis sostenida por la mayoría de los columnistas poblanos, las perspectivas de triunfo no están relacionadas con el hecho de esperar a ver quién será el candidato del PAN a la alcaldía. Abona a la causa de la victoria tricolor que los panistas enviarán al débil y cuasi desconocido Antonio Sánchez Díaz de Rivera. Pero la decisión no radica en ese punto.
¿Entonces? Las perspectivas de triunfo radican en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelva la investigación en contra de Mario Marín, Guillermo Pacheco Pulido y Blanca Laura Villeda antes de agosto. Por supuesto, las fuentes marinistas dan por sentando que la resolución exonerará al gobierno poblano de haberle violado sus garantías a Lydia Cacho, y con la inocencia en la manos, el panismo no podrá recurrir a la campaña negra utilizando los audios y los escándalos generados a lo largo del 2006.
De acuerdo con su lógica, la exoneración al gobernador hace inviable la campaña negra panista, y por tanto el tricolor podrá sacarse de encima el lastre que carga desde el 14 de febrero de 2006. Exonerado del escándalo, el priísmo y el gobierno estatal echarán a andar una campaña mediática que magnificará el resolutivo, y según sus cálculos, harán reflotar el barco tricolor.
El problema es que la exoneración urge y la deadline esta bien fijada. Si, por ejemplo, la resolución exonerativa de la Suprema Corte llegara después del 9 de agosto, Zavala habría perdido su oportunidad de llegar a la alcaldía. Si la sentencia llega por ahí a finales de julio, tenga usted la seguridad de que Zavala abandonará Gobernación.
La paciente espera por las “perspectivas de triunfo” hará que la precampaña priísta sea totalmente inexistente. La convocatoria será emitida hasta mediados de junio, dejando poco margen para una verdadera competencia entre los priístas. Y es que no habrá contienda interna porque la mesa de Mario Marín sólo hay dos cartas: Roberto Ruiz Esparza y Javier López Zavala.
El gobernador no se esperaba la reacción furibunda de los priístas contra el ex futbolista, a quien lo menos que le dijeron fue arribista. Por ejemplo, Juan Celis Aguirre, dirigente de Antorcha Campesina, le envió en corto un mensaje para el gobernador: si el candidato es Ruiz Esparza, podían despedirse del apoyo de su organización. Cifras conservadoras señalan que en la capital Antorcha Campesina aporta algo así como 15 mil votos al priísmo. De resta en resta, el ex futbolista ni siquiera podría amarrar el voto duro del tricolor.
De entrada queda claro que Mario Marín no enviará a Javier López Zavala al matadero. Para eso está Ruiz Esparza. Pero si se abre una esperanza de victoria, por mínima que sea, Zavala dejará Gobernación para irse a buscar más que alcaldía, su boleto de privilegio en la sucesión del gobernador.
Y pensar que todo depende de la Suprema Corte.
Lo que la fuente marinista no pudo responder es que pasará si la Corte falla en contra del gobernador. Es un escenario que no tienen calculado.
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