miércoles, 21 de enero de 2009

Las pinches señales

Roberto Desachy

Agüeristas y zavalistas están de plácemes, porque –según ellos – Mario Marín ya les dio la “pinche” señal que esperaban y los dos serán candidatos del PRI en el 2010, algo que evidentemente no es posible, a menos que uno vaya por la gubernatura y otro por la alcaldía de Puebla, como lo establecería el acuerdo entre ellos, según rumores que circulan entre universitarios y políticos.

Y los dos tienen razón: efectivamente, el hecho de que Marín Torres se haya decidido a dar su 4 Informe en el Centro Cultural Universitario, de que se lleve a Agüera Ibáñez de gira y pondere el supuesto trabajo del rector de la UAP son- duda – señales claras de que está en su ánimo y de que sigue jugando para el 2010, a pesar de que el universitario haya declarado que no es priísta y que no le interesa la sucesión estatal (¿tampoco la municipal?).

Al mismo tiempo, si se confirma que el gobernador le permite a López Zavala robarle cámaras y micrófonos durante esta semana, con el pretexto de su fiesta de cumpleaños, sin duda que será un síntoma muy claro de que el zetita mayor continúa como su Plan A para el 2010, pese a su nulo crecimiento en las encuestas y a su incrementado desprestigio político, porque el hecho de que le permita a su subalterno minimizar la ceremonia del 4 Informe y suplirla con su fiesta de aniversario, sería una clara muestra de cesión del poder político.

Pero Blanca Alcalá Ruiz también puede presumir varias señales que corroboran que está en el ánimo del gobernador, quien le ha permitido pasarse un año prácticamente sin hacer nada y concentrándose en experimentos o vagas ideas administrativas, sin que la maquinaria gubernamental política y mediática haya sido lanzada en su contra.

La evidente ineficiencia de varios funcionarios municipales de primer nivel ha sido tolerada y hasta justificada. Además, con el aval estatal, la presidenta ha manejado a su arbitrio la hacienda pública municipal, sin que la secretaría de Finanzas y Administración o la Contraloría marinista le hayan llamado la atención o frenado por el excesivo crecimiento burocrático.

Las frecuentes apariciones del gobernador con Alcalá Ruiz y el hecho de que los medios informativos claramente identificados con el sector oficial le den una cobertura amplia e invariablemente positiva a las declaraciones de la edilesa y minimicen las fallas del ayuntamiento, pueden interpretarse – sin duda – como muestras de que cuenta con la protección gubernamental.

Otro de los precandidatos que ha recibido “las pinches señales” es Jorge Estefan Chidiac, quien se mantiene como uno de los precandidatos priístas al gobierno y hasta podría ser el próximo encargado de manejar las finanzas estatales, pese a que su actuar político-legislativo ha estado mucho más cerca del panismo calderonista que del priísmo marinista.

Incluso, el “rebelde” del PRI, el ex edil Enrique Doger Guerrero, también recibió señales políticas importantes con la aprobación de su cuenta pública 2007 y la inexistencia de una campaña en su contra, a pesar de que en algunos medios informativos y en el Congreso los zavalistas hicieron todo por generar una guerra abierta contra el ex rector de la BUAP, para tratar de obligarlo a renunciar al PRI

Pero la campaña de exterminio contra Doger Guerrero no llegó y esto se debe, sin duda, a que el gobernador así lo decidió, insisto, a pesar de que López Zavala y sus huestes clamaban por su aniquilamiento político-partidista.

Lo cierto es que, hasta el momento, son varios los aspirantes del PRI a la gubernatura que pueden presumir que han recibido las “pinches señales” y esto confirma lo que publicó el diario Puebla Sin Fronteras a inicios de la semana pasada, en el sentido de que Marín Torres apoyará al candidato de su partido que le garantice la victoria contundente y una transición sin sobresaltos ni guerras sucias.

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