Tiempos de Nigromante
Arturo Rueda
Arturo Rueda
Sólo por si a alguien le quedaban dudas del mensaje enviado en la pachanga zavalista, el gobernador Marín, terminando la fiesta del Country Club, se dio tiempo de recibir al periodista Jorge Rodríguez para hablar largo y tendido en El Sol de Puebla sobre la sucesión. Prestidigitador hábil, el mandatario mezcla mentiras y verdades alternadamente para seguir en la misma línea que impuso desde marzo del 2007: engañar con la verdad. Algunas afirmaciones mueven a risa, como aquella de que no ejercerá de Gran Elector, pues el candidato tricolor será “el que quiera la gente”.
¿Y quién es el que quiere la gente? Pues casualmente a aquel que no puede impedirse que la gente “te aplauda, eche porras o exprese algún otro comentario sobre tu persona”, que no es otro que Javier López Zavala. E inmediatamente suelta la conexión: “lo mismo me pasó a mí”.
Más interesante es comparar las expresiones para Zavala, con las que tiene para otros aspirantes. De Jorge Estefan, Enrique Doger o Chucho Morales de plano ni se acuerda. Pero para Enrique Agüera tiene una seria advertencia: “si se reelige, pues tendrá cuatro años al frente de la universidad y será su destino y será su decisión, y pues la opinión ciudadana, lo que lo lleve a tomar otros derroteros”.
El caso extremo es del Blanca Alcalá, señalada por varias encuestas como la aspirante mejor posicionada al interior del tricolor. Precisamente, el gobernador que llegó al cargo defendiendo su posicionamiento en los sondeos, ahora los descalifica. Se vuelve un apóstata. “Así como con la alcaldesa, pueden pasar muchas cosas, pero yo con todo respeto a todas (las encuestas), no le creería a ninguna, porque repito, no es el momento”. Vaya, que aunque sea la número uno, pues el gobernador no le ve tamaños para el puesto.
Y ya para terminar, el monumento al disimulo. “De tal manera que no, eh, yo no voy a poner gobernador, no estoy casado con esa idea porque no funcionan las cosas así”. Ajá, ¿cuál nos chupamos?
Aquí van las expresiones textuales sobre los aspirantes que le dio al Sol de Puebla:
Comentarios sobre Blanca Alcalá. “Yo creo que es muy prematuro hablar de ese tema, falta todavía mucho tiempo, yo no le creería a ninguna de esas encuestas, porque la gente no está todavía en esa posición, la gente todavía ve muy lejana la sucesión, faltan dos años de mi gobierno, para la elección falta un año y 9 meses. Yo con todo respeto no le haría caso a ninguna, no porque no sirvan sino porque todavía pueden pasar muchas cosas. Todo esto, mira, lo he aprendido también de mi vida política, es de circunstancias.
“Así como con ella (la alcaldesa) , pueden pasar muchas cosas, pero yo con todo respeto a todas (las encuestas), no le creería a ninguna, porque repito, no es el momento. Es como quien dice a nivel nacional: fulano es el próximo candidato a la presidencia. Ahí estamos todavía peor porque faltan cuatro años, cuatro años son eternos. Si tú me preguntas esto en el 2010, a estas alturas yo ya te pudiera decir más o menos por dónde”.
Sobre Enrique Agüera: “Pero tampoco es mi candidato, yo creo que lo está haciendo muy bien en la universidad. Él viene seguramente por una reelección y serán los universitarios los que decidan sobre su futuro.
“Pues me gusta verlo en la universidad, lo hace muy bien. Pero bueno, el tiempo dirá ¿no?, tal vez a mi ya no me toque verle. A mi nada más me quedan dos años, él, si se reelige, pues tendrá cuatro años al frente de la universidad y será su destino y será su decisión, y pues la opinión ciudadana, lo que lo lleve a tomar otros derroteros”.
El favorito, Javier López Zavala: “No se trata de poner al que te caiga bien a ti. Si así fuera habría puesto de presidente municipal a mis amigos, a Mario Montero o a Valentín Meneses. Será el que le caiga bien a la gente, que tenga las simpatías. Por eso no aspiro yo ni quiero empecinarme en eso porque es cuando menos salen las cosas. Pero no tengo yo en este momento ningún favorito. ¿Quién será mi candidato?, el que digan los priístas
“A Javier López Zavala lo define como un hombre muy trabajador y lo defiende de las descalificaciones: "cuando tú te identificas con la gente, cuando tú vas con ellos, cuando tú estás ahí presente, la gente te aplaude, y tú no puedes impedir que la gente te aplauda, eche porras o exprese algún otro comentario sobre tu persona". Eso me pasó a mí en los cargos que he tenido, cuando tú te identificas con la gente, cuando tú vas con ellos, cuando tú estás ahí presente, la gente te aplaude, y tú no puedes impedir que la gente te aplauda, te eche porras o que exprese algún otro comentario sobre tu persona”.
Y sobre sí mismo, en su papel de Gran Elector. “Yo quiero cerrar fuerte y le aprendí alguna vez a algún maestro que hay que ser gobernador hasta el último momento, ni un minuto ni una hora antes, ni un minuto ni una hora después, justamente al momento. Seré gobernador y aplicaré la ley hasta el último momento, no vamos a bajar las manos, no vamos a complacer a nadie.
“De tal manera que no, eh, yo no voy a poner gobernador, no estoy casado con esa idea porque no funcionan las cosas así. En alguna ocasión me tocó en una campaña ver como uno de tantos jefes que he tenido quiso poner candidato y le fue mal, pésimo. La gente puede estar muy bien o muy mal contigo, o sea conmigo, en este caso el gobernador, yo les puedo decir "el otro va a ser igual que yo" pero la gente no te la compra. Por ti si pudiera votar lo haría con mucho gusto, pero no es lo mismo que recomendar a otro, sea tu amigo o hasta tu hermano, por muy bueno que le digas que es. Eso no funciona. No voy a ser yo el gran elector”.
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