Política y Poder
Manuel Cuadras
(versión corregida y aumentada)
¿Qué tienen en común Rafael Moreno Valle y Javier López Zavala?
-Ambos quieren ser gobernadores.(sin embargo)
-Ambos lo niegan.(sin embargo)
-Ambos recorren el estado repartiendo obsequios.
-Los dos despilfarran dinero.
-Los dos tienen periodistas que los promueven.
-Los dos tienen un personaje fuerte respaldando sus aspiraciones.(sin embargo)
-Uno a nivel Nacional y uno a nivel local.
-Ambos conocen las bondades de la Secretaría de Desarrollo Social.
-Ambos han tenido el apodo del “El Delfín”.
-Ambos reparten despensas con su rolex en la mano y sus zapatos italianos.
-Ambos tienen trajes y corbatas finas.(sin embargo)
-A uno se le ve bien y al otro no.
-Ambos son poblanos.(sin embargo)
-Uno por nacimiento y otro por conveniencia (perdón, por residencia)
-Ambos han cobrado como diputados.
Como podemos ver, efectivamente hay mucha similitud entre Rafael Moreno Valle y Javier López Zavala. Recientemente un columnista escribía acerca de estos dos singulares personajes, con excesiva razón lo siguiente: “Dicen de ellos, sin excepción, que hacen política todo el tiempo, que se montan en las actividades partidistas o de gobierno, que están desbocados, que están obsesionados por el poder, que no tienen más ruta que la suya, que no duermen de tanta ambición…Y es cierto”.
La pregunta es, ¿hasta dónde los llevará esa obsesión, y cuál será el resultado de tanta ambición? En el caso de López Zavala, como ya hemos dicho en muchas ocasiones, se encuentra disfrutando de las delicias que representa ser Secretario de Desarrollo Social. ¿A quién no le gusta que le echen porras, que le agradezcan, que lo mimen, que le juren lealtad, que le digan que es el más guapo, el más inteligente, el más carismático y la mejor opción para gobernar este Estado? (aunque no sea cierto). No he conocido un solo priísta que no se deje seducir ante tales signos del poder, y por su puesto Zavala no es la excepción. El mismo columnista describía un escenario lleno de júbilo en una de las giras del chiapaneco: “Al término del acto, los vecinos rodearon a Zavala –así le llaman en todos lados- y uno por uno, de manera espontánea, le rezaron un rosario laico y politizado: “licenciado, estamos con usted”, “láncese, licenciado”, “ya sabe que estoy con usted”, “¿cuándo le va a entra, lic?”.
Por su puesto que no dudo de la veracidad del ambiente descrito por el multicitado columnista, ni tampoco que –en efecto- se haya repetido el mismo ambiente en varios puntos que abarcó la gira del Secretario de Desarrollo Social, sin embargo, lo que asombroso es ¿por qué si a Zavala lo reciben como a un mesías en todos los municipios (como nos lo cuenta el periodista), no se ve reflejado en las mediciones que le entregan mes con mes? O dicho de otra manera, ¿por qué no crece en las encuestas el Lic. Zavala? La respuesta es simple: Porque su proyecto está sustentado sobre una base frágil, o como dirían los politólogos, carece de profundidad. Me explico:
El regalar despensas, cheques, Rotoplas, juguetes, balones y demás, no garantiza ser un buen candidato. Muchos políticos confunden la Secretaría de Desarrollo Social con un pase automático a la candidatura de “x” puesto. En realidad no es tan simple. Cierto, la Secretaría de Desarrollo Social se crea durante el sexenio de Carlos Salinas, con la principal misión de hacer candidato a Luis Donaldo Colosio Murrieta, sin embargo, detrás de ese proyecto político de sucesión, se encontraba toda una base y un tejido social de apoyo, colaboración y coordinación entre sociedad y gobierno, y no únicamente se limitaba a ser una dependencia asistencialista como las que ahora vemos. Eso por un lado, y por otro, no olvidemos que para cuando Colosio llega a la Secretaría de Desarrollo Social, tenía como experiencia haber sido diputado local, diputado federal, Senador, Presidente del PRI, funcionario público, Coordinador de Campaña (de Salinas), en fin, cuando Colosio es enviado a la SEDESOL, estaba REALMENTE preparado para obtener la candidatura de su Partido y de ninguna manera fue un invento sexenal, ni mucho menos se podría reducir su candidatura como fruto de su trabajo en SEDESOL, en todo caso fue la cereza en el pastel.
En el caso local, muchos políticos actuales han hecho una mala lectura del caso Colosio y creen que la SEDESO les dará -como por arte de magia- la candidatura al gobierno del estado. Nada más falso que eso, la prueba contundente la encontramos precisamente en los dos casos que nos ocupan.
Tanto Javier López Zavala, como Rafael Moreno Valle han sido inventos políticos de algún gobernante y como tal han impulsado sus respectivas carreras políticas para llevarlos a la sucesión.
Moreno Valle fue creación de Melquíades Morales cuando fue gobernador. Por un lado tenía el compromiso moral con la familia Moreno Valle porque el General Moreno Valle (abuelo del hoy Senador) impulsó fuertemente la carrera política de Melquíades, por otra parte, Morales Flores preparaba su sucesión y necesitaba una carta fuerte que le pudiera disputar la candidatura al mejor posicionado que era Mario Marín. Fue así como surgió la idea de vender el producto de Moreno Valle. ¿Por qué no? –pensó el gobernador- “es joven, preparado, con dinero, seguro es mucho mejor candidato que Germán…” Bajo esa lógica fue concebido Rafael Moreno Valle. Solo había un problema: el tiempo. ¿Cómo hacer que se posicionara y creciera rápidamente en las encuestas? Para ello le crearon la Super Secretaría de Finanzas y Desarrollo Social. ¡Wow! ¿se puede usted imaginar eso? Aquel Secretario controlaba las Finanzas y el Desarrollo Social en el Estado, es decir, que él (y nadie más que él) decidía a quién, cómo, cuándo y dónde dar los recursos, así como las obras y programas que se destinarían a cada municipio. Y efectivamente, con todo ese poder en sus manos, rápidamente subió como la espuma. ¿Entonces? ¿Qué pasó después? ¿Por qué no fue candidato? Porque una cosa es ser conocido y otra (muy distinta) ser aceptado. Cierto, al recorrer todo el Estado repartiendo beneficios (como ahora Zavala), la gente empieza a hablar del bondadoso Santa Claus (y hasta a recordar su nombre), lo cual por su puesto es importante en las encuestas porque representa el famoso “Nivel de Conocimiento”, pero de eso, a que decidan votar por él, es muy distinto, si no pregúntenle a Marín y a Melquíades ¿qué es más importante, el nivel de conocimiento o la intención de voto? Lo segundo es lo que le hizo ganar a Marín sobre el invento melquiadista.
Por eso, la historia que hoy vive Javier López Zavala, Rafael Moreno Valle la conoce y de sobra. Los inventos sexenales son solo eso, y se acaban cuando se acaba el sexenio, a menos que traicionen a sus creadores como lo hizo Moreno Valle. ¿Se repetirá la historia con Zavala? No olvide que ya vimos que tienen muchas cosas en común. Sólo el tiempo lo dirá.
Manuel Cuadras
(versión corregida y aumentada)
¿Qué tienen en común Rafael Moreno Valle y Javier López Zavala?
-Ambos quieren ser gobernadores.(sin embargo)
-Ambos lo niegan.(sin embargo)
-Ambos recorren el estado repartiendo obsequios.
-Los dos despilfarran dinero.
-Los dos tienen periodistas que los promueven.
-Los dos tienen un personaje fuerte respaldando sus aspiraciones.(sin embargo)
-Uno a nivel Nacional y uno a nivel local.
-Ambos conocen las bondades de la Secretaría de Desarrollo Social.
-Ambos han tenido el apodo del “El Delfín”.
-Ambos reparten despensas con su rolex en la mano y sus zapatos italianos.
-Ambos tienen trajes y corbatas finas.(sin embargo)
-A uno se le ve bien y al otro no.
-Ambos son poblanos.(sin embargo)
-Uno por nacimiento y otro por conveniencia (perdón, por residencia)
-Ambos han cobrado como diputados.
Como podemos ver, efectivamente hay mucha similitud entre Rafael Moreno Valle y Javier López Zavala. Recientemente un columnista escribía acerca de estos dos singulares personajes, con excesiva razón lo siguiente: “Dicen de ellos, sin excepción, que hacen política todo el tiempo, que se montan en las actividades partidistas o de gobierno, que están desbocados, que están obsesionados por el poder, que no tienen más ruta que la suya, que no duermen de tanta ambición…Y es cierto”.
La pregunta es, ¿hasta dónde los llevará esa obsesión, y cuál será el resultado de tanta ambición? En el caso de López Zavala, como ya hemos dicho en muchas ocasiones, se encuentra disfrutando de las delicias que representa ser Secretario de Desarrollo Social. ¿A quién no le gusta que le echen porras, que le agradezcan, que lo mimen, que le juren lealtad, que le digan que es el más guapo, el más inteligente, el más carismático y la mejor opción para gobernar este Estado? (aunque no sea cierto). No he conocido un solo priísta que no se deje seducir ante tales signos del poder, y por su puesto Zavala no es la excepción. El mismo columnista describía un escenario lleno de júbilo en una de las giras del chiapaneco: “Al término del acto, los vecinos rodearon a Zavala –así le llaman en todos lados- y uno por uno, de manera espontánea, le rezaron un rosario laico y politizado: “licenciado, estamos con usted”, “láncese, licenciado”, “ya sabe que estoy con usted”, “¿cuándo le va a entra, lic?”.
Por su puesto que no dudo de la veracidad del ambiente descrito por el multicitado columnista, ni tampoco que –en efecto- se haya repetido el mismo ambiente en varios puntos que abarcó la gira del Secretario de Desarrollo Social, sin embargo, lo que asombroso es ¿por qué si a Zavala lo reciben como a un mesías en todos los municipios (como nos lo cuenta el periodista), no se ve reflejado en las mediciones que le entregan mes con mes? O dicho de otra manera, ¿por qué no crece en las encuestas el Lic. Zavala? La respuesta es simple: Porque su proyecto está sustentado sobre una base frágil, o como dirían los politólogos, carece de profundidad. Me explico:
El regalar despensas, cheques, Rotoplas, juguetes, balones y demás, no garantiza ser un buen candidato. Muchos políticos confunden la Secretaría de Desarrollo Social con un pase automático a la candidatura de “x” puesto. En realidad no es tan simple. Cierto, la Secretaría de Desarrollo Social se crea durante el sexenio de Carlos Salinas, con la principal misión de hacer candidato a Luis Donaldo Colosio Murrieta, sin embargo, detrás de ese proyecto político de sucesión, se encontraba toda una base y un tejido social de apoyo, colaboración y coordinación entre sociedad y gobierno, y no únicamente se limitaba a ser una dependencia asistencialista como las que ahora vemos. Eso por un lado, y por otro, no olvidemos que para cuando Colosio llega a la Secretaría de Desarrollo Social, tenía como experiencia haber sido diputado local, diputado federal, Senador, Presidente del PRI, funcionario público, Coordinador de Campaña (de Salinas), en fin, cuando Colosio es enviado a la SEDESOL, estaba REALMENTE preparado para obtener la candidatura de su Partido y de ninguna manera fue un invento sexenal, ni mucho menos se podría reducir su candidatura como fruto de su trabajo en SEDESOL, en todo caso fue la cereza en el pastel.
En el caso local, muchos políticos actuales han hecho una mala lectura del caso Colosio y creen que la SEDESO les dará -como por arte de magia- la candidatura al gobierno del estado. Nada más falso que eso, la prueba contundente la encontramos precisamente en los dos casos que nos ocupan.
Tanto Javier López Zavala, como Rafael Moreno Valle han sido inventos políticos de algún gobernante y como tal han impulsado sus respectivas carreras políticas para llevarlos a la sucesión.
Moreno Valle fue creación de Melquíades Morales cuando fue gobernador. Por un lado tenía el compromiso moral con la familia Moreno Valle porque el General Moreno Valle (abuelo del hoy Senador) impulsó fuertemente la carrera política de Melquíades, por otra parte, Morales Flores preparaba su sucesión y necesitaba una carta fuerte que le pudiera disputar la candidatura al mejor posicionado que era Mario Marín. Fue así como surgió la idea de vender el producto de Moreno Valle. ¿Por qué no? –pensó el gobernador- “es joven, preparado, con dinero, seguro es mucho mejor candidato que Germán…” Bajo esa lógica fue concebido Rafael Moreno Valle. Solo había un problema: el tiempo. ¿Cómo hacer que se posicionara y creciera rápidamente en las encuestas? Para ello le crearon la Super Secretaría de Finanzas y Desarrollo Social. ¡Wow! ¿se puede usted imaginar eso? Aquel Secretario controlaba las Finanzas y el Desarrollo Social en el Estado, es decir, que él (y nadie más que él) decidía a quién, cómo, cuándo y dónde dar los recursos, así como las obras y programas que se destinarían a cada municipio. Y efectivamente, con todo ese poder en sus manos, rápidamente subió como la espuma. ¿Entonces? ¿Qué pasó después? ¿Por qué no fue candidato? Porque una cosa es ser conocido y otra (muy distinta) ser aceptado. Cierto, al recorrer todo el Estado repartiendo beneficios (como ahora Zavala), la gente empieza a hablar del bondadoso Santa Claus (y hasta a recordar su nombre), lo cual por su puesto es importante en las encuestas porque representa el famoso “Nivel de Conocimiento”, pero de eso, a que decidan votar por él, es muy distinto, si no pregúntenle a Marín y a Melquíades ¿qué es más importante, el nivel de conocimiento o la intención de voto? Lo segundo es lo que le hizo ganar a Marín sobre el invento melquiadista.
Por eso, la historia que hoy vive Javier López Zavala, Rafael Moreno Valle la conoce y de sobra. Los inventos sexenales son solo eso, y se acaban cuando se acaba el sexenio, a menos que traicionen a sus creadores como lo hizo Moreno Valle. ¿Se repetirá la historia con Zavala? No olvide que ya vimos que tienen muchas cosas en común. Sólo el tiempo lo dirá.
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